Pilán no tomaba leche de Parmalat

¿Se acuerdan de Pilán?, aquella creación de Eduardo Freda, recientemente fallecido, que nos instaba a todos los niños a tomar un vaso de leche a las 5 de la tarde.

«Â¡Pórtate bien, pórtate bien pues te lo pide tu amigo Pilánnnnn!», así era la canción que sonaba de fondo en el televisor blanco y negro mientras Pilán, con su sombrero de paja y el bigotito rectangular nos conminaba a tomar un vaso de leche.

Yo me sentaba frente a la tele y embobecido me tomaba la leche junto con Pilán. Eran épocas de Conaprole, de leche de expendio con tapita roja y de botellas de vidrio; todavía no había llegado el sachet.

Y lo que menos había llegado era Parmalat. Es más, en esa época yo creo que ni siquiera se había fundado en Italia.

Pero mire lo que son las cosas, pasó el tiempo: comienzan a desaparecer los lecheros y las botellas de vidrio, se abren paso los sachet de leche, el tetra brik para los yugures que empiezan a tener sabores diferentes de frutilla, durazno y el colmo de la sofisticación frutas del bosque. La leche tambien cambia, con hierro, con vitaminas, descremada, parcialmente descremeda, etc. Aparece Lactería y Conaprole deja de ser la única leche que se vende en los almacenes y luego Lactería se transforma en Parmalat.

Pilán ya hacía mucho tiempo que había dejado de hacer su programa.

Ya no se escuchaba el ¡pórtate bien, pórtate bien! y zás, se mandaba el vaso de leche.

No, ya no estaba Pilán y quizás eso explique que los de Parmalat se hayan portado tan mal, que ese Calisto Tanzi se haya quedado con tanta guita.

A ver, que alguien me explique cuántas vacas se necesitan ordeñar para afanarse 6 mil millones de dólares. ¡Qué lo parió!, diría Mendieta.

¿Qué diría Pilán de todo esto?, me pregunto y ya se: nada porque él tomaba Conaprole. *