Casavalle: un barrio estigmatizado que será intervenido social y urbanísticamente

La intendenta interina de Montevideo, Hyara Rodríguez, dijo ayer que «la pobreza ha invadido Montevideo», por lo que muchos vecinos viven en «situaciones degradantes». Para Rodríguez, «hay que intentar cambiar la realidad cuando es desagradable». Justamente con ese objetivo se reunieron ayer directores del municipio de Montevideo, del Ministerio de Vivienda y representantes de Cepal: para planificar la recalificación del barrio Casavalle y de otros sectores de la zona 11 de la ciudad.

Es que en esta zona «se llevaron adelante distintas experiencias de viviendas con políticas del Estado (unidad Casavalle y Misiones, entre otras) que se fueron degradando con el tiempo y transformando en guetos concentradores de pobreza urbana», sostuvo ayer el director municipal de Espacios Públicos, Daniel Espósito.

El director municipal destacó la necesidad de «repensar en el ámbito departamental y nacional cómo transformar un espacio territorial tan complicado como Casavalle desde el punto de vista económico, social, laboral y cultural».

Durante el encuentro que se realizó ayer en el Palacio Municipal se dieron cifras y datos del estado de situación de la zona 11 (que incluye los barrios Casavalle, Borro, Municipal Instrucciones, Pérez Castellano, Cerrito y Marconi, entre otros) que grafican la realidad descripta por Espósito.

 

42% vive en hogares pobres

El centro comunal zonal 11 concentra una población de 120 mil personas, de las cuales el 42 por ciento vive en hogares pobres (entre los cuales hay pobres recientes, crónicos e indigentes). Por otra parte, en el 6,7 por ciento de los hogares se vive en condiciones de hacinamiento. Mientras que el 7,4 por ciento de los hogares no accede al sistema educativo. Estas cifras fueron reveladas ayer por la consultora de Cepal Cecilia Lombardo.

Es que Cepal realizó un estudio previo para determinar la situación de la zona y así trazar luego las bases de la recalificación. Lombardo precisó que Casavalle muestra una «ausencia de intervenciones medianamente planificadas. Se trata de un área fragmentada, que tiene una importante informalidad en cuanto a la conexión y que está tugurizada».

En cuanto a los servicios públicos, la consultora detalló que «hay tendido de redes de alumbrado, agua potable y de energía eléctrica. La cobertura de saneamiento está casi completada, sólo faltan algunos barrios como Bonomi y Borro, en los que ya se están encarando estas tareas». Lombardo sostuvo además que «existe una importante informalidad en la conexión de la energía».

A la hora de hablar del transporte, Lombardo indicó que «aunque la zona tuviera un buen servicio colectivo la gente no lo podría pagar. Por eso no hay que mejorar el servicio sino dárselo a los ciudadanos de este punto de la ciudad».

Frente a este panorama, Cepal propuso la regularización y el realojo de algunos asentamientos que existen en la zona, el equipamiento de espacios deportivos o la creación de canchas polifuncionales, la reconstrucción del tejido urbano y la demolición de la Unidad Misiones (compuesta por 500 viviendas) para levantarla nuevamente pero de una forma más ordenada.

 

No a los núcleos básicos evolutivos

En el estudio que dio a conocer ayer Cepal se detalla claramente la negativa a seguir construyendo núcleos básicos evolutivos, porque lejos de mejorar la calidad de vida de los habitantes «la empeora y tuguriza», sostuvo Lombardo.

En este sentido, el director de Espacios Públicos señaló que «la realidad de estos barrios convierte a sus habitantes en personas segregadas territorial y culturalmente. Todo esto implica transformaciones profundas».

La problemática laboral es uno de los factores que incide directamente en la realidad de estos barrios. Para revertir la falta de empleo de los vecinos de esta zona, la Cepal propuso crear una cooperativa de trabajo orientada a la producción, más precisamente un vivero.

¿Por qué se eligió esta zona?, preguntó este diario a Espósito. «Porque es una de las más estigmatizadas de Montevideo. Al barrio Borro, por ejemplo, nadie lo quiere mencionar por el gueto en que se transformó y las problemáticas que vive».

Los pasos a seguir son elaborar proyectos ejecutivos para ejecutar la reactivación de estos barrios mencionados y la idea es «conformar una nueva metodología de trabajo para luego aplicarla en otras zonas de Montevideo, como por ejemplo Cerro Norte, que tiene características similares». *