Sin vidrios rotos en la Torre de Antel

El pasado sábado, el matutino El País informó en primera plana que durante el temporal del viernes hubo que evacuar la Torre de Antel y que se rompieron varios de los «famosos cristales belgas», agregando además que debieron concurrir al lugar los bomberos y personal de la Intendencia Municipal. La realidad, sin embargo, fue muy otra, ya que no se rompió ni rajó ni un solo ventanal. El personal que cumple tareas en la Torre dejó de trabajar a la hora de siempre, salvo algunos funcionarios que realizan su actividad laboral en los pisos superiores, a quienes se les dejó salir quince minutos antes, porque como se constató que el viento soplaba mucho en la entrada, se utilizó la salida por el garaje del subsuelo que desemboca en la guardería, ubicada al lado del estacionamiento de Antel. Cuando se registran situaciones de mucho viento, como la del pasado viernes, los bomberos siempre apoyan y de hecho colaboraron -junto con los policías que están en la entrada-, para ayudar especialmente a las mujeres que se asustaban con la furiosa ventolina. Al parecer, el deseo de algunos escribas de atacar sistemáticamente a la Torre de Antel, los lleva a imaginar inconvenientes o dificultades inexistentes, que sólo acaban creando pánico y preocupación. *

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