Rector de la Udelar propone agenda prioritaria de trabajo 2007-2008

«La reforma universitaria tiene que realizarse en el marco de una comunicación cada vez más rica entre la Udelar y la sociedad», propone Arocena en su trabajo. A su vez, afirma que necesitamos construir vías mejores para informar a la ciudadanía, escucharla y rendirle cuentas de lo que hacemos». Esta propuesta no está alejada de lo que propuso en su campaña por el rectorado. El documento que ahora publicó el sitio en Internet de la Udelar, reafirma las intenciones de un rector, que intenta ser conciliador entre la sociedad y la Udelar, y entre ésta con los otros subsistemas educativos. Sobre la situación actual del Uruguay, considera que «el país vive todavía las consecuencias de la crisis en la que desembocó un modelo de crecimiento insostenible, que ha dejado una gravosa deuda social», y agrega que «semejante experiencia ha convencido a las mayorías de que es necesario buscar otros caminos». La Udelar -para Arocena-, debe jugar un papel importante para el «desarrollo», y la «transformación de la enseñanza en general». La casa de estudios terciarios, opina Arocena, «debe promover la creación de conocimientos en todos los campos, así como su contribución al desarrollo integral del país, en lo que tiene que ver con las condiciones sociales, la producción, el ambiente, la cultura, y los Derechos Humanos». Sostiene que en el marco de un nuevo Sistema Nacional de Salud (SNS), «la relevancia para esa meta corresponde al área universitaria, que incluye directamente a varias facultades, escuelas y un gran hospital (Clínicas), así como a grupos de trabajo ubicados en otros servicios universitarios». También comenta la importancia del trabajo en Ciencias Sociales, y de un programa de expansión de las Artes. Asimismo, «hace falta pensar en un programa específico de desarrollo de las tecnologías vinculadas directamente con la industria, la construcción, la energía y la minería».

 

Carrera docente

Arocena en el extenso documento opina sobre cada punto del funcionamiento universitario en nuestro país. Sobre los docentes, dice que «urge avanzar en la efectivización de cargos en varios servicios, ofrecer mayores posibilidades de ascender en el grado», así como «ampliar sustantivamente la dedicación promedial». Detalla que las limitaciones materiales al respecto «son notorias» pero el incremento presupuestal disponible para el año 2007, «si bien muy inferior a lo solicitado», posibilitará «dar pasos significativos». Considera que es preciso ampliar la «oferta educativa pública de nivel terciario en el interior del país» y en la cual deben involucrarse, el gobierno nacional, la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), las intendencias municipales, las asociaciones de egresados y otros actores sociales». Empero, «cabe estudiar la posibilidad de desarrollar algunos programas regionales de enseñanza terciaria, en colaboración con la ANEP». Todo aprovechando al máximo «los recursos existentes tal como los edificios, los equipos, las instituciones y sobre todo la gente». Subraya que se deben aprovechar las oportunidades actuales para colaborar con la ANEP, lo que es «absolutamente central para generalizar y diversificar institucionalmente la enseñanza terciaria» en lo que incluye la formación de docentes.

 

Cogobierno

Arocena proclama que «la revitalización del cogobierno y el avance del debate universitario para la transformación están tan vinculados que, exagerando apenas, pude decirse que son una y la misma cosa».

Anuncia que «hace falta buscar formas adecuadas a las condiciones de hoy para que el cogobierno sea practicado a la vez como un derecho de los protagonistas de la vida universitaria, una fuente de cambios en la institución y una escuela de ciudadanía», a lo que agrega, «no sólo para los estudiantes pero fundamentalmente para ellos». También afirma que la estructura actual de la Udelar «hace extremadamente lentos y complejos los procesos de adopción de decisiones y de implementación de las mismas». Esos rasgos de la gestión universitaria «dificultan grandemente los cambios requeridos, desgastando y descorazonando a quienes pretenden impulsarlos». Añade que en muchos aspectos, «se trata de una estructura débil». Arocena considera que «hace falta una organización más ágil, flexible y descentralizada, que cubra mejor una gama más vasta de tareas, donde funcionarios docentes y no docentes se sientan más motivados, la gestión sea más eficiente y la participación de los universitarios en el cogobierno resulte menos costosa en términos de tiempo y energía». *