Hallazgo. Fósil con 4 millones de años fue encontrado en Colonia

Antecesor del carpincho pesaba más de mil kilos

Los restos en perfectas condiciones fueron encontrados por el paleontólogo amateur Sergio Viera, en una playa coloniense. Luego de estar a la deriva durante años en el Museo de Historia Natural, cayó en manos de científicos uruguayos que lo estudiaron.

 

Bien conservado

«Es más parecido a un carpincho que a una rata, rechoncho de patas y cola cortas. El pariente vivo más cercano es un roedor selvático de Sudamérica, el Takarana, que pesa 10 kilos», indicó a LA REPUBLICA uno de los científicos, el físico Ernesto Blanco.

La investigación realizada junto a Andrés Rinderknecht, del Museo Nacional de Historia Natural y Antropología de Montevideo, será publicada hoy en la revista británica Proceedings of the Royal Society, según informó AFP.

El cráneo del animal prehistórico asombró a los investigadores por sus perfectas condiciones de conservación. Esta se debería a su estadía en un sedimento que con los años cayó como una roca en la playa.

El roedor, cuyo cráneo medía 53 centímetros, tenía largos incisivos que hacen pensar que los usaba para defenderse de los predadores o para atacar. Sus molares eran pequeños y se especula que se alimentaba de vegetales tiernos, frutas o plantas acuáticas. Seguramente vivía en bosques cercanos a los ríos.

 

Muy pesado

El animal habría pesado entre 468 kilos y 2,5 toneladas; lo más probable es que su peso normal fuera de una tonelada. Esta nueva especie fue bautizada como Josephoartigasia monesi, en honor del prócer uruguayo José Gervasio Artigas y de Alvaro Mones, un paleontólogo uruguayo especializado en los roedores de América del Sur.

El mayor roedor de nuestros días es el carpincho, un animal que se encuentra en grandes cantidades en la zona y que alcanza los 60 kilos.

Blanco indicó que es el primer registro de esta especie y que antes habían surgido otras parecidas, pero de las que sólo se encontraron restos, como mandíbulas y dientes. Todo lo contrario a este hallazgo, que consta de un cráneo completo.

 

Tomografía fosilizada

El próximo paso que planean los científicos es realizarle al cráneo una tomografía computada, para averiguar detalles como la clase y agudeza de los sonidos que podía escuchar. «Es preciso observar el cráneo para ver la capidad olfativa y la fuerza de la mordida», indicó Blanco.

En la época en que vivió esta especie de carpincho, los depredadores más importantes eran las aves del terror, que llegaban a medir tres metros, y los marsupiales dientes de sable.

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje