Encuentro de culturas. "Ellos, en sus estilos de vida, son más avanzados que nosotros"

Nueve meses en la selva peruana

Estaba dispuesto a ir a un proyecto a la selva por un par de meses y terminaron siendo nueve.

-¿Qué estudiaste?

-Estudié Licenciatura en Ciencias Ambientales en Buenos Aires, pero la formación no terminó siendo lo que yo creía que era. Al final se había transformado en que te formaban profesionalmente para firmar papeles de autorización a grandes empresas en lo que es impacto ambiental. Pero dentro de la carrera tuve profesores que te muestran otra forma de ver lo que es la filosofía de la ecología, lo que son los ecologismos activos.

 

-¿Qué te motivó a salir?

-Me motivaron las ganas de salir a caminar por América Latina, salir sin rumbo como de vacaciones, con la carpa y el sobre de dormir al hombro no más. Y el destino me dejó ahí.

 

-¿Cuánto tiempo estuviste en Perú?

-Estuve once meses. Dos meses en Cuzco trabajando y nueve meses en la selva de Villa Salvación.

 

-¿Qué pasó allí?

-Comencé en una organización en Cuzco, que era un albergue para niños especiales que estaban en situación de abandono. El hogar los recibía y les daba educación y afecto. En ese proyecto estuve dos meses. La presidenta de la organización me preguntó si estaba dispuesto a ir a un proyecto a la selva; le dije que podía ir un par de meses. Terminaron siendo nueve.

 

-¿Cómo se transforman dos meses en nueve?

-Un poco fue por la situación de lo que se vivía, el entorno, lo que uno podía sentir en el día a día. Era un pueblito muy chico, de 600 habitantes, que vivía en una extrema pobreza y que no tenía nada pero te daba todo. Si bien eran pobres materialmente y en educación, a uno le abrían las puertas y le entregaban todo.

 

-¿Tienen esa filosofía que viene de la profundidad del tiempo en América, la de compartir todo con el otro?

-Esa gente es colona, han invadido la selva. Ellos no tienen una identificación muy firme con la selva pero son muy abiertos. Si bien no son muy amigables entre ellos, sí lo son con el que viene de afuera. Esto también nos pasa a los uruguayos.

En esto se ve la diferencia con las comunidades nativas: esa gente vive sin jerarquías, en comunidad completa. Si uno saca un pescado de 9 kilos lo lleva al centro de reunión y se llama a todas las familias de la comunidad, que pasen a buscar su pedazo.

-¿Qué más te llamó la atención?

­De las comunidades nativas me llamaron la atención dos cosas: como todavía algunas viven en un mundo totalmente diferente y como otras ya han llegado a una occidentalización, han sido invadidos y han perdido la mayor cantidad de sus tradiciones.

Es el caso de las comunidades «Arambut», que fueron colonizadas por evangelizadores. Los agruparon para vivir alrededor de las misiones y ahí perdieron su cultura. Hoy en día tienen problemas de anemia y de desnutrición, ya manejan el dinero. Perdieron todo: su estilo de vida y su historia.

 

-¿Eso no es progreso?

­No creo que sea progreso. Creo que ellos, en sus estilos de vida, son más avanzados que nosotros. Viven en una completa armonía y sin problemas que nosotros nos creamos. Hoy en día se les han introducido muchos problemas, no sólo por no haber aprovechado lo bueno que tenían, sino que se le impuso nuestras cosas malas.

 

Culturas ancestrales

-Un punto de vista que no es el más generalizado. Se cree que la civilización salva a los pueblos autóctonos de la barbarie…

­Sentí lo mismo cuando escuché lo del plan de «Una computadora por niño», cuando hay niños que no tienen que comer o escuelas que no tienen maestros. A veces se dan prioridad a algunas cosas que no lo son y se cree que es desarrollo.

 

-Algo más que te haya llamado la atención…

­Todo te llama mucho la atención. En Salvación cada día es totalmente diferente, no es rutinario para el que está ahí trabajando. Para ellos sí. Viven aisladamente, la ciudad más cerca es Cuzco que está a 8 horas de viaje siempre y cuando no haya derrumbe o los ríos no estén crecidos. No tienen una educación muy avanzada y están aislados de lo que es la realidad del Perú, saben quien es el presidente y nada más.

Están olvidados por la política y los gobiernos, de vez en cuando les llega un plan de alimentación que se llama «El vaso de leche» y viven de eso y de alguna chacra. Es un pueblo muy alcohólico y muy machista, a diferencia de las comunidades nativas. Son gente de la sierra que bajó a la selva y desplazaron a las comunidades nativas más adentro. Hay discriminación de parte de los que viven ahí hacia los nativos que pertenecían a la selva.

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