A clases con lápiz, goma, cuaderno y …una pastilla para los nervios

La Ritalina (metilfenidato) es un psicofármaco que actúa sobre el niño para que se concentre en clase. Se trata de una droga estimulante del sistema nervioso central. Desde los años 60 se utiliza para el tratamiento del síndrome de hiperactividad y déficit de atención.

 

Polémica adictiva

El fármaco genera discusiones entre especialistas porque algunos sostienen que es malo para el desarrollo del niño, que suele ser más despierto y activo que los demás. Este medicamento se aplica en infantes que tienen problemas de atención y generalmente provocan distorsiones en el desarrollo de la clase. Pero no todos padecen el síndrome.

La Ritalina tiene que ser recetada por un especialista, pero según advirtió hace dos días el Ministerio de Salud Pública (MSP), en nuestro país el 30% ha sido prescripto por profesionales de medicina general. Las autoridades sanitarias recordaron al cuerpo médico que este fármaco está en el Formulario Terapéutico de Medicamentos, clasificado como «B», y por lo tanto le corresponde recetarlo exclusivamente a los especialistas.

 

Inteligencia superior

El experto uruguayo Enrique Ortega Salinas, autor de varios libros, entre ellos el recientemente publicado «Inteligencia extrema», indicó a LA REPUBLICA que la administración de este fármaco requiere «una atención urgente del mismo gobierno».

«El aumento de la importación de Ritalina tiene mucho de negocio y más de irresponsabilidad, perjuicios; insensibilidad de algunos e ignorancia de otros», aseguró. El especialista explicó que algunos niños con un coeficiente intelectual alto suelen ser revoltosos e incumplidores. «Para que el niño se adapte al sistema le practican una especie de lobotomía, provocada por esta droga, y aquel que antaño tenía brillo en sus pupilas ahora tiene ojos opacos, perdidos», afirmó.

Por otra parte, expertos extranjeros indicaron que los medicamentos para tratar los trastornos por déficit de atención por hiperactividad no son efectivos a largo plazo. «Los científicos afirman que previamente exageraron los beneficios de las medicinas. La investigación afirma que fármacos como Ritalin (Ritalina) y Concerta no funcionan mejor que una psicoterapia después de tres años de tratamiento», explica un reciente informe de la BBC.

 

Problemas de crecimiento

Los investigadores indicaron a la cadena internacional que incluso creen que el uso de estos fármacos, a largo plazo, puede atrofiar el crecimiento de los niños.

El estudio fue llevado a cabo por científicos en Estados Unidos, quienes mantuvieron un registro del tratamiento de 600 niños desde la década de 1990 en ese país. Lo recomendado por los especialistas es la combinación de terapia con medicamentos.

El profesor William Pelham, de la Universidad de Buffalo, dijo a la BBC: «Creo que en el primer estudio (realizado a fines de los 90) exageramos el impacto beneficioso de los medicamentos. Y también vimos que no hubo efectos beneficiosos. Ninguno», agregó.

El 5% de los escolares uruguayos sufre del síndrome de hiperactividad, que suele ser fácilmente confundible con el niño «malcriado».

 

Distraídos crónicos

En clase, el hiperactivo se caracteriza por estar siempre como «en otro planeta». No lo hace a propósito: realmente cualquier cosa lo puede distraer, mucho más si tiene un contacto visual con el exterior del salón de clase.

Otra característica de este niño es su desaliño: todo en su pupitre y en su indumentaria está en desorden al poco tiempo de ingresar al salón. Además pierde constantemente los útiles escolares, como las gomas y los lápices.

Mariana es maestra de segundo año y, según su larga experiencia, en casi todas sus clases ha tenido un niño con estas características. «Distraen al resto de la clase, conversan todo el tiempo y es preciso llamarles la atención a cada momento, porque están sumamente distraídos», indicó a LA REPUBLICA para definir a los niños a los cuales se receta Ritalina.