Trascender a través del amor verdadero

En Uruguay, un país con libertad de culto, muchas son las religiones y filosofías de vida que conviven en la cotidianidad. Los seguidores del Dios Krishna constituyen uno de los grupos que encontramos en Montevideo, Maldonado y otros lugares del país.

Es fácil reconocerlos pues mientras caminan repiten en voz baja: «Hare Krishna Hare Krishna, Krishna Krishna Hare Hare, Hare Rama Hare Rama, Rama Rama Hare Hare».

Además, los monjes visten túnicas que oscilan en la gama de los rojos o marrones y tienen un punto en la frente, el Tilak, que los identifica como servidores de Dios y que los distingue del resto de los seres humanos. El modo de vestirse logra un rápida identificación. «Es como cuando se necesita ayuda, se identifica a un policía por su vestimenta. Si tienes una necesidad espiritual y ves a un monje caminando puedes recurrir a él», explicó a LA REPUBLICA Rupa Sanatan, monje de la misión Vrinda.

Sobre su vestimenta, Purusottam, integrante del mismo grupo, contó: «Nuestro maestro nos dijo que es importante que salgamos así a la calle, porque el nombre de Krhina tiene mucha potencia y significa ‘supremamente atractivo'; y si nos vestimos así es para que la gente diga: ‘mira ahí va un Hare Krishna’, entonces ya están mencionando el nombre de Krishna y con solo mencionar una vez su nombre empieza el proceso espiritual de la persona, porque se acercó a Dios».

Para ellos el simple hecho de andar vestido como Hare Krishna los hace mencionar a Dios.

 

Un Dios, muchos nombres

Para quienes practican esta filosofía, Dios es uno solo, pero se manifiesta con una diversidad de nombres y formas. Ellos lo conocen como Krishna, un nombre que tiene una potencia interna. Krishna tiene la capacidad de limpiar y purificar el corazón de las contaminaciones de la vida. Y es que el principal objetivo de esta creencia es desarrollar amor puro y dejar a un lado el concepto materialista que tiene la gente, al tener apego a las personas o a los objetos.

«El amor se conoce y se desarrolla cuando las personas se dedican a la trascendencia», dijo Rupa Sanatan, «y las metas de una persona que quiere la trascendencia tienen que ser eternas, porque el cuerpo humano es un trampolín hacia cosas superiores».

Una meta por ejemplo es despegarse del mundo, mirar al resto de los vivientes como almas espirituales y preocuparse más por el interior de las personas que por el exterior.

Para ellos desarrollar amor a Dios, más que una meta es un deber y es lo que los permitirá transcender.

 

Sus principios

Para llevar una vida sencilla con pensamiento elevado, los Hare Krishna siguen algunos principios. En primer lugar son vegetarianos, pues están en contra de la matanza de los animales, pues estos son considerados como sus hermanitos menores. Por otra parte, tampoco se intoxican con ningún tipo de droga, ni alcohol, ni nada que los estimule más allá de lo natural. «El sol te estimula, el aire también, una hoja que cae del árbol te estimula, la mirada de otro ser viviente te causa estímulo, entonces buscar estímulos en drogas es innecesario», dijo Rupa Sanatan.

Tampoco practican juegos de azar porque uno debe purificar su mente para hacerla más estable y así alcanzar la realización espiritual, pero el juego provoca lo contrario porque la vuelve turbulenta y agitada.

Por último, tampoco practican sexo ilícito, es decir, el que se lleva a cabo fuera del matrimonio o aquel sexo que solamente degrada la conciencia de las personas. «Nosotros no estamos en contra del sexo, estamos a favor de una sexualidad responsable con cariño y respeto», manifestó el monje Rupa Sanatan.

Al tener como principio la no práctica de sexo ilícito, también están en contra de los métodos anticonceptivos. «El sexo ilícito es la causa hoy día de muchos abortos, muchas enfermedades que se transmiten por vía sexual y de que cada vez existan más niños no deseados en el mundo», afirmó Purusottam, entonces, ¿cómo vamos a estar de acuerdo con el sexo ilícito, si cada vez degrada más a la conciencia de los hombres y fundamentalmente de las mujeres?, cuestionó.

(www.vrindauruguay.worldpress.com)