Mundo Afro. Integrantes de la organización viajaron a Costa Rica

"En Uruguay vivimos el racismo día a día"

Desde 1998 se viene realizando el encuentro internacional que tiene como objetivos acentuar y rescatar los aportes de los afrodescendientes que han poblado las tierras americanas desde la llegada de los españoles.

El Festival, organizado por la Fundación Arte y Cultura para el Desarrollo, busca reivindicar la lucha por la cultura afro mediante el intercambio de culturas.

Rober González, perteneciente al área cultural en Mundo Afro y director del grupo Edufocam (Educación Formal Candombera), conversó con LA REPUBLICA sobre el encuentro y la realidad de los afrodescendientes en Uruguay y en el Mundo.

 

­¿Qué temas tratan en Mundo Afro?

­Uno de los temas en los que trabaja Mundo Afro es el racismo. A los afrodescendientes nos cuesta mucho llegar a los objetivos que nos planteamos. Al afrodescendiente siempre se lo tomó como mano de obra barata. La mujer hasta hoy sigue siendo triplemente discriminada, en primer lugar por mujer, en segundo por ser negra y en tercer lugar por ser pobre. Esta es una lucha constante que tenemos no sólo en Uruguay sino en Latinoamérica. Mundo Afro cuenta con Oficinas Regionales de Análisis que trabajan en 12 países de Latinoamérica.

 

­El candombe es una de las expresiones culturales más características.

­El candombe es una herramienta cultural pero también social. Tratamos de profundizar el estudio de los distintos temas, sea la percusión o las danzas ancestrales. En ningún libro de la enseñanza formal está escrita la historia del afrodescendiente que llega como esclavo de forma forzosa, no hay ningún registro en la historia formal. A través de muchas investigaciones nosotros logramos documentación.

 

­¿En dónde buscan la información?

­Por ejemplo, de la Biblioteca Nacional. Tenemos la misión de reconstruir la historia de los afrodescendientes en toda su magnitud, no sólo desde lo cultural. A los africanos esclavizados, que fueron después los criollos, si bien tuvieron una parte activa en la liberación de la Banda Oriental, nunca se le dio una incidencia preponderante en la historia. Siempre se los toma como sirvientes.

En los libros hay un reflejo, por ejemplo, de que Ansina fue solamente amigo o «cebador de mate». Nosotros tenemos otra visión de lo que fue Ansina.

 

­¿Cuál es su visión?

­Ansina era un estratega militar, una persona que hablaba tres idiomas, un compositor y un poeta. Una persona instruida.

 

­¿Cómo fue el Festival de Costa Rica?

­Cada integrante lleva al festival su cultura. Nosotros nos encontramos muy orgullosos de nuestro país, muchos no sabían ni qué era el candombe. Fue muy gratificante la forma en que nos recibieron, no sólo los niños sino también los mayores. Se realizaron talleres de candombe en escuelas y universidades, estuvimos en hogares de discapacitados intelectuales y en hogares de tercera edad. No solamente mostramos la danza y el toque sino también hicimos la historia de cada personaje.

Muchos ni sabían que había afrodescendientes en Uruguay, no conocen la existencia de negros acá.

 

Racismo día a día

­¿Cuántos afrodescendientes hay en Uruguay?

­Somos 300.000 personas, casi el 10% de la población. No tenemos incidencia en las decisiones. Hay otros colectivos que son menos que nosotros pero tienen mayor poder adquisitivo y de decisión.

 

­¿A qué colectivos se refiere?

­Al judío por ejemplo. Son menos que nosotros pero tienen más poder adquisitivo y más poder de decisión.

Es algo histórico que nosotros venimos arrastrando con una carga económica en la cual nuestras mujeres siguen cumpliendo los mismos roles que en el tiempo de la Colonia.

 

­¿En otros países con una colectividad más grande sucede algo similar?

­Sí, igualmente en la actualidad, en países que son potencias, como por ejemplo Estados Unidos, la realidad se está revirtiendo con la postulación de un afrodescendiente a la Presidencia.

Ahora, no nos olvidemos que hay una gran incidencia latina dentro de Estados Unidos, de ahí obtiene un gran apoyo.

Al haber latinos quiere decir que hay un montón de mezclas; incide mucho el indio, el negro o el mexicano o jamaiquino.

Y esta incidencia hace posible que Barak Obama sea el próximo presidente de los Estados Unidos.

 

­¿Ustedes consideran que esa es la única incidencia que hizo posible que Obama sea candidato? ¿El apoyo latino es más importante que el apoyo negro?

­No, pero creo que hay una gran incidencia de la parte latina.

 

­Entonces algo ha cambiado en la realidad, se busca más un ideal.

­No. Yo no lo llamaría «ideal», cuando vos en el día a día estás viviendo el racismo.

Entonces, no es que vos te hagas un «ideal», sino que desde niño, desde que tenés uso de razón estás soportando el racismo.

Desde la Escuela ya lo vivís; al día de hoy hay niños blancos que no quieren jugar con niños negros.

 

­¿Estos casos están registrados? ¿Se denuncian?

­Hay pruebas, las doctoras Myrna Giménez y Alicia Saura tienen documentación sobre ello.

Ellas te pueden decir de casos recientes, no es una cosa que nosotros queremos inventar sino que la estamos viviendo día a día.

 

­¿Cómo se lucha contra eso?

­Es una lucha contra lo invisible. El racismo es un fenómeno que está en todos lados; transversaliza todos los temas.

Te puedo hablar del ámbito político o del ámbito social, de lo cultural.

En lo que me atañe a mí, es un espectro que está en todos lados y es una lucha constante del día a día.

 

Ritmo diferente

­El sonido del candombe es muy característico.

­El nuestro es un ritmo diferente que no se encuentra en ninguna parte de América. Yo lo atribuyo a las mezclas de culturas africanas en Uruguay. Acá funcionó prácticamente un puerto franco donde vino gente de muchas naciones y cada una trajo su cultura. Hubo una fusión de distintos toques de tambor, pero sólo pasó en Montevideo.

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