El manejo defensivo: prevención y reacción a bordo del volante

Jóvenes y adolescentes de todas las edades presenciaron el curso dirigido especialmente a conductores de motos y ciclomotores. En el curso se dieron a conocer los errores más comunes que se cometen en el manejo, y las técnicas para evitar los siniestros de tránsito.

En el Centro de Protección de Choferes de Pando, el Banco de Seguros del Estado y la Unidad local de Seguridad Vial (Ulosev) fueron los encargados de realizar el curso de manejo defensivo. El mismo estuvo dirigido específicamente a conductores de motos y ciclomotores, ya que en Pando son varios los adolescentes que utilizan este medio de transporte.

En la instancia se proyectaron videos relacionados con la temática, donde se resaltaba la importancia del uso del casco, y de vestimenta clara con elementos reflectivos. Para Roberto Chuhurra, técnico prevencionista del Banco de Seguros del Estado -encargado de impartir los cursos desde hace más de diez años-, muchas veces los motonetistas se comportan como peatones y no como conductores. Señaló que se ve con mucha frecuencia que cuando doblan en un esquina no utilizan ni el señalero ni su brazo indicando la acción. Para el especialista, todos los conductores, sin importar el vehículo, terminan manejando por hábito.

«Con el tiempo, la conducción se convierte en un hábito, los cuales muchas veces nos hacen cometer errores inconscientes en el manejo que pueden ser fatales», comentó.

 

Los errores más comunes

Según Chuhurra, son cinco los errores que cometen los conductores que son comunes a todo tipo de vehículos, y que terminan generando siniestros de tránsito.

El primero tiene que ver con las distracciones que se cometen al volante, siendo la más común contestar el celular, o directamente mantener una conversación.

«La mente es selectiva, cuando el conductor atiende el celular, el 90% de su atención comienza centrándose en lo visual, y un 10% en la parte auditiva. A medida que pasen los segundos, ese porcentaje se invierte y las consecuencias pueden ser gravísimas», graficó. El uso de auriculares en los motociclistas, fumar, controlar a la mascotas y a los niños que viajan en la parte trasera son otras de distracciones que se cometen al volante.

El segundo error tiene que ver con la violencia en el tránsito. Para el profesional, cuando se producen los siniestros, por lo menos uno de los actores no respetó la norma. No respetar los límites de velocidad al igual que el cartel de Pare son los faltas más comunes que cometen los conductores. «Así sean las cuatro de la mañana, siempre se tienen que respetar las señales de tránsito. Porque después esa conducta se convierte en hábito y es dificil de modificar», explicó el entrevistado.

 

Maltrato y descortesía

El tercer error tiene que ver con el maltrato y sobrecarga del vehículo. A pesar de que las condiciones de las vías de tránsito, tanto en ciudad como en ruta, no dependen del conductor, éste debe estar atento a esos factores externos. «El ideal sería que el pavimento de las calles esté mejor que el que tenemos, pero la realidad es otra. Estar atento a estas condiciones adversas es también parte del manejo defensivo», señaló. Sobrecargar un automóvil estándar o un vehículo de carga puede provocar desperfectos en la maquinaria y que las probabilidades de producirse un siniestro sean mayores. Otro error que está relacionado con el de infringir las normas es el que tiene que ver con la velocidad. Exceder los límites de velocidad reduce el margen de reacción ante un posible siniestro.

El último de los faltas más comunes que se cometen en el tránsito, pero no por ello de menor importancia, es la descortesía de los conductores .

Una persona considerada como tranquila que conduce un vehículo, ante un problema con un tercero reacciona por lo general de manera violenta. «En el interior de un coche la gente se transforma», reveló el entrevistado.