Obras. En los próximos meses comenzará la restauración del techo y el vidriado

Mercado Agrícola recupera su esencia

Hace dos años, en una conferencia de prensa organizada en el propio mercado, Beatriz Silva reclamaba apoyo para el Mercado Agrícola y recordaba a los presentes, entre los que se encontraba el intendente Ricardo Ehrlich, el estado del lugar: faltaban vidrios, puertas, productos de limpieza, pero sobre todo, «plata».

Ese día se anunciaba un ambicioso proyecto para restaurar el mercado, una experiencia internacional impulsada por una empresa española, Mercasa, junto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que concede un préstamo no reembolsable.

 

Respetando la esencia

Las obras comenzarán en el transcurso de este año. Se trata de

tareas de restauración, ya que se deberá mantener la estructura original, que data de 1900 y fue traída desde Bruselas. Las prioridades serán el techo del edificio y el vidriado que lo rodea.

La historia edilicia del Mercado Agrícola se enmarca en un Uruguay de grandes construcciones e inversiones. Toda su estructura de hierro, que en total comprende 5.867 metros cuadrados, fue traída de Bruselas, donde había sido usada para una Exposición Ganadera; por eso en cada puerta de entrada se pueden observar cabezas de ovinos adornando las grandes arcas.

El 30 de diciembre de 1906 se colocó la piedra fundamental del Mercado y fue habilitado el 30 de noviembre de 1912. Hasta la construcción del Mercado Modelo, el Mercado Agrícola fue el principal centro de abastecimiento de frutas, hortalizas y verduras de Montevideo.

En 1975 fue declarado Monumento Histórico Nacional y desde 1995 también es edificio de interés testimonial, nombrado así por la Intendencia Municipal de Montevideo. Sin embargo, comenzó a conocer la decadencia, ésa que hoy se intenta revertir.

 

Un paseo cultural

Silva conversó con LA REPUBLICA sobre el ambicioso proyecto que transformará el sitio en un gran paseo cultural. Se instalará una sala de teatro, así como una plaza de comidas y venta de artesanías. También se prevé contar con carnicerías y pescaderías. «Queremos que sea como el Mercado del Puerto, pero no igual: acá venís a comprar frutas y verduras, pero ofreceremos algo más».

Por sobre todo se buscará apoyar los emprendimientos familiares, que han sido el puntal del mercado. Además toda la instalación interior estará vigilada por un sistema de seguridad computarizado y con cámaras.

«El plan es que la gente que venga al mercado pueda llevarse todo lo que necesita de acá sin tener que ir a otro sitio. Vamos a crear una marca mercado. Por ejemplo, los artesanos que se instalen acá no podrán vender lo mismo en otros lugares. También tendremos un ómnibus propio que realizará un recorrido turístico; la parada final será el Mercado», contó Silva.

Silva es optimista. «El mercado ya no es el mismo, ha cambiado», afirmó, lo cual además se puede verificar: el amplio edificio hoy comienza a recuperarse, lentamente.

Hace tres años que Beatriz Silva se encuentra en la dirección del Mercado Agrícola y nada ha sido fácil. «Quise renunciar tres veces», confesó a LA REPUBLICA. Cuando llegó, todo estaba en ruinas. «Esto era tierra de nadie.

Funcionaba el mercado y además era escondite para toda clase de actividades. Hasta había gente viviendo acá. Era el peor prostíbulo que había en Montevideo», comentó. «Esto estaba en ruinas y, en la medida que el barrio murió, el mercado murió también, y viceversa. Pero hace dos años que el mercado no es el mismo. Hoy siento como haber parido un hijo; lo amo», expresó.

Hoy trabajan allí 25 funcionarios. En su interior hay instalados 70 puestos de frutas y verduras y se desarrollan distintas actividades culturales. Hay una escuela de informática y el camión-cocina dicta clases a 70 personas, una vez a la semana.

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