Perforando pozos. Empresa carmelitana no da abasto en todo el país

Arriba está seco, pero abajo abunda el agua

Mientras que en la superficie el panorama es desolador y el campo está completamente seco, en las profundidades el agua se mueve sin problemas, a la espera de que alguien se ocupe de subirla para ser utilizada en tareas productivas.

Eso nos comentaba Jorge Buenahora, el responsable de una empresa carmelitana dedicada a la perforación del suelo para pozos semisurgentes.

 

Hasta 5.000 litros

Buenahora se encontraba recorriendo los límites de Florida y Durazno cuando desde LA REPUBLICA nos comunicamos con él. «Nosotros no damos abasto porque la gente está desesperada. Anduvimos por Polancos del Yi, entre Florida y Durazno: está todo seco. No hay una espina ni una chirca. La hoja de eucalipto se la está comiendo la langosta, es impresionante. No queda nada y no hay agua en la superficie», comentó.

La profundidad para sacar agua no ha cambiado, asegura Buenahora. «En el paraje Arenales, pegado a San Jacinto, la semana pasada entregamos un pozo con 16 metros de hondo, que da 2.000 litros por hora. Tenemos pozos a 20 metros, que dan 5.000 litros, en una zona en donde se suponía que no había agua. El agua está. La situación cambia para los pozos de balde, pero no para los semisurgentes. Dicen que algunos se han secado, pero yo he hecho más de 2.000 pozos y nadie me ha llamado para reclamar», señaló.

Buenahora explicó que «está todo normal, pero es abajo, en las profundidades. La crisis de falta de agua arriba, en los campos, se nota. También escasea para el ganado y en las casas».

 

Planificación necesaria

Sin embargo, el empresario carmelitano coincidió con la visión de quienes señalan que los productores tendrán que elaborar políticas de planificación para tener el abastecimiento de agua necesario. «Hay falta de previsión de la gente. Es necesario un plan a nivel nacional, a través del Banco República, para que cada uno pueda hacer su pozo. Que lo pague a largo plazo con bajo interés y con todas las facilidades, pero que le asegure el suministro de agua necesario», sostuvo.

Según Buenahora, en el futuro «se va a tener que ir pensando en construir pozos más profundos». Explicó que su empresa está en vías de conseguir «una máquina importante para hacer pozos más profundos y de mayor caudal, para regar maíz y soja». Comentó que se trataría de pozos de «más de 100 metros de profundidad y un caudal de 50 mil litros por hora». Actualmente, un pozo normal da entre 2.000 y 5.000 litros hora; los mejores son de 10.000 litros.

El agua, tan esquiva en la superficie, parece abundar en las profundidades, donde la mano del hombre tendrá que ir a buscarla para asegurar su sustento.

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