Niños y jóvenes aprenden de la  vida a las patadas en el Cerrito

Los niños y adolescentes de una cooperativa de viviendas andan a las patadas. En el Cerrito de la Victoria, casi 60 practican taekwondo en una escuela de artes marciales ubicada en las viviendas de la Covimta. Los profesores estimulan a los jóvenes para que estudien no sólo taekwondo, sino también en la escuela o el liceo, y varios de ellos son campeones internacionales en artes marciales.

Cristian Cabral y Luis Guerra dirigen con gran respeto y simpatía a sus alumnos, que lo devuelven. Practican taekwondo, que más que un deporte «es una forma de vida», expresó Cabral. «Creo que es necesario estimular a los niños y eso se logra con una buena formación de mi parte como docente», afirmó.

Cabral es egresado del Instituto Superior de Educación Física (ISEF) y viajó a Cuba para continuar su formación académica. «Considero que los profesores de artes marciales debemos tener una formación superior y eso actualmente no está dado en Uruguay. Yo empecé tarde a estudiar y me doy cuenta de que hay una notable diferencia para trasmitir los conocimientos», explicó.

Los alumnos de esta disciplina surgida en Corea, y que trascendió al mundo convirtiéndose en deporte olímpico, son conscientes del significado que tiene la experiencia que acumulan a partir del trabajo diario. Lucía es cinturón verde. A veces le toca, con apenas 14 años, dar las clases a sus compañeros más pequeños y también de la misma edad. «Está bien, creo que me llevo bien con todos», contó.

Su cinturón verde la ubica a mitad de camino rumbo al cinturón negro. «Creo que lo que me enseña el taekwondo es a administrar mis tiempos», explicó. Para Sasha, de 11 años de edad, además de un deporte es una forma «de disciplina y de descargar energías».

«Hay personas que se creen que esto es sólo tirar patadas, pero es también una forma de descarga, que a su vez me permite divertirme y luego concentrarme para estudiar», sostuvo. Mientras tanto, Federico, de 14 años, relató que, como la academia quedaba cerca de su casa, comenzó a ir con amigos. «Pero sólo quedé yo», comenta. También compite a nivel internacional y ha obtenido buenos logros deportivos.

 

Competir para Argentina

Los estudiantes de Cabral coinciden en que además del estímulo deportivo, hay un estímulo en la competencia. Los docentes reclaman que en Uruguay casi no hay ámbitos de competencia interna, por lo que los estudiantes de esta escuela deben competir para Argentina. Según explica Luis Guerra, profesor de taekwondo de la World Taekwondo Federation (WTF), este deporte surgió en Uruguay en plena década de 1970, introducido por el maestro Lee. Luego de varias divisiones internas, el profesor Guillermo Caballo, quien actualmente es 5° dan, se vinculó con la federación argentina Seng-do, orientada a lo deportivo, a la cual se sumó el profesor Cristian Cabral. Seng-do Argentina organiza cuatro torneos desde abril a noviembre, con un promedio de 400 competidores de Paraguay, Chile, Brasil, México y Venezuela.

A pesar de competir para Argentina, los taekwondistas uruguayos alumnos de Cabral «representan a Uruguay», explicó el docente. Federico, de 14 años, compite en la categoría juvenil hasta 55 kilos. «Si Federico fuera argentino, en este momento integraría la selección nacional, ya que el actual representante de ese país no lo pudo superar en los torneos del 2008, pero aquí en Uruguay no es tenido en cuenta», contaron.

A su vez, «Lucía y Anthony, siendo categoría verde, compiten en la categoría negro en su peso, ocupando los primeros puestos y confirmando la teoría de que el dominio de las técnicas deportivas y el entrenamiento como atleta está por encima de las graduaciones comerciales», afirmaron.

Los estudiantes uruguayos ya han competido en Brasil y Argentina logrando varias medallas. Durante la visita de los deportistas a LA REPUBLICA, se les comunicó a Lucía y a Anthony que viajarán a Chile. «No lo puedo creer», expresó Lucía. Anthony se limitó a emocionarse con la tranquilidad de un verdadero artista marcial.