Goes tendrá dos centros cívicos y una escuela de teatro

El barrio Goes ha comenzado su proceso de renovación. En el marco del programa Habitar Goes, que busca revertir el deterioro de la zona y apostar a la revitalización urbana y la cohesión social -con fondos del BID y de la Comisión Europea, a través del Ministerio de Vivienda (Mvotma) y de la Intendencia de Montevideo-, pronto comenzarán algunas obras relevantes, al tiempo que finalizarán otras.

 

Teatro y ciudadanía

Entre aquellas refacciones que se iniciarán está la remodelación de la biblioteca municipal Horacio Quiroga, ubicada en Gral. Flores y Domingo Aramburú, junto al Centro Comunal Zonal (CCZ 3). El secretario de la Junta Local, Nelson Hachín, anunció que en breve se construirá una sala de teatro que también funcionará como escuela de arte dramático abierta a la comunidad. La refacción se hará con financiación del exterior.

No será el único cambio que se hará en el lugar: también se construirá un centro cívico que se instalará junto al CCZ 3. Goes tendrá un segundo centro cívico, que se erigirá en la manzana delimitada por las calles Ramón del Valle Inclán, Libres, Porongos y Juan José de Amézaga. Hachín afirmó que se inaugurará antes de tres años, y formará parte del cambio radical que aguarda esa manzana (conocida como 861), otrora una de las más temidas del barrio.

En ella, un conjunto de viviendas municipales ocupadas desde hace años se transformó en un asentamiento que, en la práctica, funcionaba como una gran «boca» de venta de pasta base. Sin embargo, desde hace un tiempo se inició el proceso para que esta situación terminara, lo que devolverá a la zona ­junto con otros cambios­ una seguridad imprescindible para que más vecinos opten por poblarla.

 

Adiós al asentamiento

La manzana 861 se hizo famosa porque, después de cierta hora, era todo un desafío transitar por los alrededores. Como siempre, no conviene generalizar, pero lo cierto es que cosechó una fama ineludible. Meses atrás, la Intendencia de Montevideo (IMM), dueña de todo el predio, inició el proceso de demolición de estas viviendas. Esta semana, a través de una resolución, dio un nuevo paso en este proceso, al adjudicar $950.000 a la empresa Eduardo Fullgraf. Las demoliciones continuarán.

Hasta el momento, muchos de los vecinos se han mudado a las cooperativas de viviendas Covigoes Matriz 1 y 2, ubicadas en la manzana contigua. Habrá un Covigoes Matriz 3, que tendrá poco más de 30 casas en las que se alojarán algunos de los ocupantes del asentamiento. Sin embargo, no todos los ocupantes son cooperativistas, precisó Hachín. Para ellos, el Mvtoma pagará un año de alquiler y, posteriormente, ofrecerá garantías para que sigan arrendando. No obstante, muchas de estas 20 familias que actualmente continúan en el lugar aún no se han acercado al ministerio.

«Es un tema cultural. Aunque les paguen el alquiler, van a tener que hacerse cargo de la luz, el agua y los impuestos», explicó Hachín. En el lugar se cortó la conexión oficial a estos servicios públicos, para impedir que se «colgaran», pero, de cualquier modo, lo hicieron a través de la manzana contigua. «Intentamos articular un proceso con ellos, y queremos que la gente se quede en el barrio», dijo Hachín. Por eso, el Centro Cooperativista Uruguayo comenzó a trabajar con esta población a fines del año pasado, al igual que lo han hecho, durante largo tiempo, los asistentes sociales de la zona 3.

Gracias a ello, y a la labor emprendida en la Mesa de Convivencia local, la seguridad ha mejorado sensiblemente. «Como en todo lugar donde hubo fractura social, sigue habiendo problemas con las drogas, pero no a los mismos niveles», afirmó el secretario de la Junta Local.

La prórroga para el desalojo se ha dado de hecho pero, en un punto, la demolición se completará. En la manzana 861 se construirán, además del segundo centro cívico del barrio, 100 viviendas con financiación extranjera y del Mvotma. Hasta que ello se concrete, el lugar funcionará como estacionamiento del Mercado Agrícola.