Networking

Si lo miramos fríamente no parece que sea algo nuevo o revolucionario. Quizás, incluso no sea más que un cambio de nomenclatura para referirnos a los «contactos» o «relaciones» de toda la vida, pero lo cierto es que la moda del Networking nos invade por todos los lados.

A la sombra de las redes sociales generalistas en Internet están floreciendo espacios profesionales donde contactar, intercambiar información, presentarse o crear grupos de intereses profesionales compartidos. Empresas como LinkedIn o Xing viven momentos de esplendor maximizando las relaciones profesionales de cientos de miles de usuarios en nuestro país.

Siempre ha habido especialistas en cultivar relaciones interesantes, relaciones públicas profesionales con acceso al contacto idóneo para cada momento y situación, lo que a nivel de la calle se llegaba a denominar vulgarmente como los «abridores de puertas». Estas personas ahora se han profesionalizado, utilizan redes sociales profesionales y sus tentáculos se hacen mucho más presentes que antes. Son los reyes del Networking.
Hasta el momento, de media un profesional español podría tener de forma activa relación con un máximo de cincuenta o sesenta personas. Herramientas sociales de Internet hacen que esa cantidad se dispare hasta cerca de ciento cincuenta y se espera que con la llegada al mercado del trabajo de los nativos digitales podamos ver como es posible mantener una relación estable con cerca de trescientos individuos. El avance es exponencial y las posibilidades que nos brinda está haciendo florecer la profesionalización e instauración de la figura del «networker».

Uno de los grandes valores de esta figura es la teoría de los seis grados de separación, que nos intenta demostrar que el mundo es mucho más reducido de lo que pensamos, y a nivel profesional mucho más aun. Según esta teoría, recogida en el libro «Six Degrees: The Science of a Connected Age» del sociólogo Duncan Watts, podríamos conectarnos a cualquier persona en el planeta, enlazándonos con no más de 6 conocidos como intermediarios. Es decir, creando una completa red de contactos que en grado sexto alcanzaría prácticamente la totalidad de la población.

A nivel profesional aplicar esta teoría nos llevaría a un universo en el que con tres o quizá cuatro saltos podríamos llegar a nivel profesional a encontrar un interlocutor válido desde una red personal bien construida en no más de tres o, tal vez, cuatro saltos.
Es tal la revolución que ha supuesto en los últimos años Internet en el sector de las relaciones profesionales, que los principales esfuerzos de algunas compañías especializadas en fomentarlas están enfocados en ayudar a los usuarios a desvirtualizarse, a no tener contacto únicamente a través de internet sino fomentar encuentros profesionales para ponerse cara y humanizar la relación.

Una correcta gestión de nuestros contactos, nuestro Networking personal, puede abrirnos muchas puertas y acelerar muchos procesos profesionales. Es un activo personal que nos aporta valor y que hoy en día, más que nunca, cualquier profesional debería cultivar y fomentar.

Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña

CEO Ocio Networks

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