Carpas rojas en campaña para dar a luz al parto humanizado

«Durante el nacimiento se lleva a cabo un despliegue de técnicas que, en la mayoría de los casos, no se necesita. Se hace un uso indiscriminado de la tecnología», recalcó la partera Elvira Lutz, coordinadora para Uruguay de la Red Latinoamericana y del Caribe para la humanización del Parto y Nacimiento (Relacahupan).

Mañana a las 13.00 horas, en el Salón Dorado de la Intendencia Municipal de Montevideo, Relacahupan realizará el lanzamiento de la campaña «El parto, seamos parte», con la que se apuntará a informar y concientizar sobre los derechos sexuales y reproductivos, principalmente los de la mujer gestante.

La propuesta se realizará en carpas rojas ­símbolo del útero, la sangre y la vida, según Lutz­ que se instalarán en diversos puntos de Montevideo, Canelones y Maldonado.

En cada lugar se tratarán diversas temáticas y se efectuarán talleres, charlas, presentaciones de experiencias, proyecciones de filmes e intervenciones artísticas.

La primera jornada se desarrollará el próximo lunes en el Hospital Pereira Rossell y la consigna será «Por un nacimiento sin violencia».

Posteriormente, la carpa roja estará el 4 de agosto en el Cerro, el 30 de setiembre en la explanada de la comuna capitalina, el 11 de octubre en Pueblo Obrero, Piriápolis, y el 29 de noviembre en Pando.

 

Renaturalizar el parto

Según datos que maneja Relacahupan, en Uruguay el 44% de los nacimientos se produce por cesárea, pese a que la Organización Mundial de la Salud recomienda que el porcentaje ronde el 7% y no pase del 15%. Según Lutz esto ocurre porque en los centros asistenciales se paga por intervención. «No estamos en contra de la técnica, pero queremos que se recurra a ella sólo cuando sea necesaria», aclaró.

La coordinadora destacó que actualmente no se está respetando el tiempo de la mujer, sino que se está imponiendo el del hospital. Por esto se recurre a procedimientos como las episiotomías o la inoculación de oxitocina, entre otros, para acelerar el trabajo de parto.

«El momento del nacimiento se transformó en una enfermedad; se lo ha medicalizado. Además, se hace creer a las mujeres que están enfermas, incluso se las llama pacientes», dijo Lutz. «Nosotros apelamos a humanizar el parto. Que se respeten los derechos de las gestantes, que se las trate como seres humanos y no como un número».

Un punto en el que la coordinadora hizo hincapié es el referente a la posición durante el parto. «Estar acostada es antifisiológico, no se respeta la libertad de la persona de elegir cómo quiere dar a luz».

Otro derecho que resaltó la coordinadora es el que se relaciona a la Ley de acompañamiento, que habilita a la pareja de la gestante a estar junto a ella durante el trabajo de parto y el nacimiento. Esta reglamentación es muchas veces incumplida por desconocimiento o reticencias de los médicos. De acuerdo al Observatorio Nacional en Género y Salud Sexual y Reproductiva realizado por Mujer y Salud (Mysu) en 2009, el 15,1% de las usuarias consultadas dijo saber que podía estar junto a su pareja durante el parto. En tanto, sólo el 44% fue acompañado durante el alumbramiento.

«Es importante que las mujeres conozcan sus derechos para así exigir que se cumplan», concluyó Lutz.