Programas de TV son usados como modelos de sexualidad por los niños

Los niños son capaces de discriminar aquellas escenas que tienen contenidos sexuales, en el caso de las telenovelas infantiles, y reconocen (en la generalidad de los casos, y de acuerdo a sus edades) los modelos de sexualidad mostrados en televisión y los asumen como su propia identidad. Esto surgió de un informe presentado ayer en el marco de un encuentro sobre el plan de Educación Sexual.

El informe realizado por el equipo de trabajo de la doctoranda Teresa Herrera, presentado ayer, revela, tras un estudio de nueve programas de las telenovelas juveniles «Patito Feo» y «Casi Angeles», y el programa «Show Match», que «se hace una afirmación sutil pero sistemática de las relaciones asimétricas» tales como las de «hombre y mujer, ricos y pobres», explicó ayer Herrera. Según el estudio, los resultados revelaron que en «Bailando por un Sueño» «se realiza una desvalorización absoluta de la mujer como persona», se la muestra «únicamente como un objeto sexual de deseo» y «el erotismo es el único valor mostrado en ellas, y nunca el afecto o el pensamiento». A su vez, «en este programa se hace una valorización de la sexualidad como única vía de obtener fama». Por otro lado en «Bailando por un Sueño» «se está ­según el estudio­ siempre justificando la violencia, se la naturaliza». El estudio analizó, en el caso de las telenovelas infantiles, que los actores que hacen personajes de niños «son los que solucionan los problemas de los adultos» mostrando una «ausencia» del adulto en su rol. Por otro lado, «no se muestra la diversidad» y los modelos estéticos «son en las novelas siempre rubios, de ojos claros, sin personajes gordos en el caso de los niños».

 

Percepción

En la investigación fueron entrevistados ­además de los niños y el análisis de los programas­ psiquiatras, psicólogos, pediatras y docentes. En el caso de los tres primeros, no tenían conocimiento ni veían los programas. Lo sabían por intermedio de sus pacientes. Los médicos consideraron que la educación formal era la adecuada para que se discuta este tipo de temas. En el caso de los docentes, reconocen que los niños deben ver estos programas con sentido crítico.