Entrevista. D. Pedro de las Heras, presidente del grupo Español Comitas

"La telemedicina mejora la calidad asistencial y reduce los costos del sistema"

Se encuentra de visita en nuestro país y se reunió con el ministro de Salud Pública, Daniel Olesker, con el subsecretario de la misma cartera, Dr. Jorge Enrique Venegas, con el director general de Secretaría del Ministerio de Defensa, Jorge Delgado, con el Dr. Daniel Alonso y el Dr. Víctor Tonto, ambos directores del Hospital de Clínicas, con director gerente de Casa de Galicia, Sr Mouriño. con el coronel Alejandro Salaberry, director general del Hospital Central de las Fuerzas Armadas y el capitán de navío Carlos Lima Sosa, sub director general del mismo nosocomio.

En todos los casos se invitó a las autoridades a conocer directamente en España el sistema de telemedicina.

Las entrevistas sobre telemedicina en Uruguay fueron muy positivas, encontrando gran receptividad de parte de las autoridades, ya que como subrayó el subsecretario de Salud Pública, Jorge Venegas, la política de Estado y el deseo del propio Presidente de la República es que haya atención sanitaria hasta para el último ciudadano en el lugar más alejado del país.

Para el presidente del grupo Comitas, Uruguay es el país que reúne todas las condiciones para ser el primero en adoptar este sistema en América Latina.

Con el Dr. Pedro de las Heras habló LA REPUBLICA en exclusivo, para conocer los avances y beneficios de la telemedicina y de qué manera podría aportar a la salud en nuestro país.

El señor de las Heras nos confesó su admiración por el uruguayo Diego Forlán que tantos momentos de buen fútbol brindó en su club Atlético de Madrid y en el reciente mundial de Sudáfrica, donde fue el mejor jugador del mundo.

­¿Cómo se define la telemedicina?

­Nuestra concepción de la telemedicina es dar apoyo de forma remota a médicos y enfermeros que están atendiendo a pacientes. Dar apoyo de medicina especializada a hospitales y centros de atención primaria, emulando al máximo las características del acto médico presencial y procurando que el especialista del centro de referencia tenga el máximo de evidencias objetivas para alcanzar un diagnóstico certero.

­¿Cuáles son los pilares sobre los que se basa la telemedicina?

­Lo fundamental es un centro de referencia donde están los especialistas, el centro remoto o asistencial que es donde está el paciente. Para la telemedicina el paciente siempre está atendido por un enfermero o por un médico que pide ayuda a los especialistas en función de cada caso y cada paciente.

­¿Cuál es el nivel de desarrollo de la telemedicina en España?

­En España hemos tenido un desarrollo importante desde el año 1995 por las misiones de la sanidad militar española en Bosnia. Ahí es cuando arranca la telemedicina española. Porque como no había muchos médicos en esos hospitales de campaña, cada vez que había que recurrir a la interconsulta, había que mandar un avión para traer al paciente a España, lo cual costaba mucho dinero.

­¿En qué otros países se ha desarrollado más la telemedicina?

­Los países que más han avanzado en telemedicina son posiblemente Noruega y Canadá, en razón de su climatología. También se ha desarrollado bastante en Estados Unidos, aunque la Sanidad militar norteamericana habitualmente dispone en las zonas de conflicto de unos recursos e infraestructuras sanitarias tan potentes que apenas han necesitado recurrir a la telemedicina.

Cabe destacar que con el sistema de telemedicina TM-64 de Comitas se están atendiendo a pacientes de Afganistán, Bosnia, Cabo Verde, Camerún, El Salvador, España, Líbano, Mauritania, Portugal, Sierra Leona y la flota pesquera en varios caladeros.

Es común que, a pesar de haber hospitales regionales, los pacientes y su familia sean enviados a Montevideo. Ese es uno de los objetivos fundamentales de la telemedicina. Hay estadísticas que demuestran que a la urgencia de un gran hospital llega un 70% de falsos positivos. La telemedicina mueve datos no pacientes

­¿Qué quiere decir falsos positivos?

­Significa la existencia de pacientes que aparenta algo que en realidad no tienen. Entonces, si los médicos de un paciente en su ciudad entienden que puede tener, por ejemplo, una cardiopatía grave, lo van a derivar hacia un hospital en la capital. Eso significa un aumento de los costos para el sistema de salud y una saturación para los hospitales de la capital. Debemos ser capaces de ayudar a los médicos locales a descartar ese falso positivo para darle más calidad al paciente, el cual va a evitar trasladarse a la capital asustadísimo, ni va a tener que hacer desplazar a su familia, ni va a tener gastos. Además, el hospital de la capital se va a ver más descargado para atender a pacientes de verdad. Estamos hablando de un 70 de falsos positivos. Imagínese usted el ahorro que supone que toda esa gente se desplace y además que al que atiendan en el hospital sea el que de verdad tiene algo.

­¿Qué tipo de cosas permite hacer la telemedicina?

­Por ejemplo, en el caso de un paciente cardiológico. Una urgencia o una consulta programada cardiológica, podemos hacer prácticamente casi todo por telemedicina.

­¿Todos los exámenes necesarios?

­Sí. Comienza la consulta, el cardiólogo habla con el paciente, le pregunta su nombre, antecedentes familiares, va rellenando la historia clínica, hace lo que se llama fase de anamnesis a través de una videoconferencia con una resolución magnífica donde puede tener una gran interactividad, puede haber química, simpatía personal, que es muy importante para que el paciente se cure. A continuación se realiza un electrocardiograma del que se transmite en tiempo real la telemetría de las 12 derivaciones y simultáneamente se envían los signos vitales del paciente (pulso, saturación de oxígeno, presión sistólica y diastólica, temperatura, etc.). Si además enviamos la placa de tórax y podemos realizar una exploración ecocardiográfica con doppler en color, el cardiólogo va a tener bastantes elementos de juicio para emitir su diagnóstico.

­¿La telemedicina no reduce el trabajo de los especialistas?

­Con la telemedicina no hay ningún acto médico que no sea realizado por un médico especialista, es decir que las máquinas no diagnostican. Luego, no estamos reduciendo el número de actos médicos para especialidad alguna, sino que estamos aumentándolos. Porque antes, por ejemplo, se hacían los que correspondían a los pacientes de Montevideo, pero con la telemedicina se pueden atender los pacientes de la capital y de todo el territorio, sin necesidad de que ni el paciente ni el médico tengan que desplazarse.

Se pueden atender pacientes de cualquier parte del mundo. Esto no va contra la profesión porque no reduce el número de actos médicos. Jamás hay un acto médico sin que lo haga un profesional y que lo firme. Nosotros, con el mismo médico de guardia atendemos varios hospitales en distintas localidades. El médico que está de guardia en telemedicina trabaja más que en una guardia presencial, pero se ve compensado económicamente. El resultado es que a los hospitales le bajamos los costos, porque los estamos compartiendo entre varios centros sanitarios. Al paciente de un pueblo remoto le estamos mejorando su calidad asistencial. Al médico le reducimos el número de guardias y mejoramos su rentabilidad. En España llevamos hechos más de 110 mil actos médicos con nuestro sistema de telemedicina, tanto en hospitales públicos, privados, la sanidad militar, en los dos últimos años. El modelo español se ha convertido en un modelo de referencia en la telemedicina.

¿Qué especialidades se manejan en la telemedicina?

Cardiología, se hace mucha pediatría, obstetricia, ginecología. Por ejemplo, el Hospital San Joan de Deu, de Barcelona podría colaborar aún más con el Pereira Rossell. El Hospital Clínico de San Carlos de Madrid también podría aumentar y mejorar su colaboración con el Hospital de Clínicas de Montevideo. También hace neurología, radiología, dermatología, anatomía pa
tológica, microbiología, neurología, oncología, en casi todas las especialidades se puede dar un apoyo. No podemos poner un yeso para una fractura, pero sí podemos guiar una pequeña intervención. Simplemente con unos rayos X, con una ecografía y con analítica se puede hacer mucha medicina.

Por ejemplo, el último buque de pesca español donde se montó un sistema de telemedicina fue aquí en Montevideo, financiada por el Ministerio español de Agricultura y Pesca. Se han desarrollado experiencias en prisiones de varios países, con resultados muy positivos. El principal obstáculo para este sistema no es tecnológico ni médico-científico, sino que es cultural y organizativo.

 

COSTOS

«El sistema no es tan costoso. El gerente de uno de los hospitales de Madrid comentó que el dinero que gastaba en lavar las sábanas de la ambulancia, cuando trasladaba pacientes, era mayor a lo que le costaba el circuito de telecomunicación de telemedicina mensualmente. El sistema de telecomunicaciones actualmente disponible en Uruguay permitiría desarrollar sin problemas la telemedicina. La inversión tampoco es muy grande».

 

CIRCUITOS SIMETRICOS Y EXCLUSIVOS

«Necesitamos circuitos simétricos, porque tan importante es que el médico vea bien al paciente como a la inversa. Al paciente lo cura también la tranquilidad que le da el médico y que sea cariñoso con él, que le dé confianza. La medicina siempre es simétrica. Por otro lado se necesita un circuito dedicado exclusivamente a la telemedicina, Internet es democrática, pero cuando hay un mayor uso de las líneas de banda ancha, baja la velocidad. Nosotros no podemos darle la misma prioridad a alguien que lee el periódico por Internet que a alguien que se está muriendo. En ese caso no se puede compartir el ancho de banda con nadie y debe de ir encriptado para proteger la intimidad de los datos del paciente. Que nadie se equivoque y envíe por error un diagnóstico o una historia clínica por correo electrónico a toda su lista de contactos».

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