Propaganda. La nueva polémica en Internet

Publicidad personalizada invade privacidad

Al saber qué sitios visitamos o recopilando la información que compartimos en páginas como Facebook, las compañías de bases de datos venden nuestros hábitos de consumo a terceros para que estos puedan ofrecer publicidad personalizada. Y aunque algunos ven en esta práctica un beneficio para los consumidores, cada vez hay más voces que critican este tipo de estrategias aduciendo que se trata de violaciones a la privacidad.

El marketing de consumo ha existido desde hace décadas, pero lo que preocupa a organizaciones como el Centro para la Democracia y la Tecnología, en Estados Unidos, es que esta vez es personal. Las empresas están usando información que no se publicó para efectos de consumo, a fin de vendernos productos. ¿Qué saben? Edad, intereses y productos comprados son recopilados por empresas de datos. Usando un simple servicio en Internet, sin necesidad de registrarse o revelar nuestro nombre, es posible conocer qué saben las empresas de nosotros.

BBC Mundo realizó una prueba en un sitio que reconstruye los perfiles que las compañías tienen de los usuarios y descubrió que las firmas saben qué tipo de información consumimos, qué idiomas hablamos y qué mascotas tenemos, entre otras cosas. El perfil es sorprendentemente certero. Hasta ahora los defensores de este tipo de marketing han señalado que es legítimo, pues es anónimo. Pero una investigación del diario estadounidense The Wall Street Journal ha revelado que algunos sitios y aplicaciones en redes sociales como Facebook y MySpace están enviando correos electrónicos o números de identificación que pueden vincular a un usuario anónimo con un nombre real, revelando así su identidad. Y eso está provocando una fuerte reacción en los medios de comunicación y en Internet.

«Estamos exponiendo gran parte de nuestra vida en las redes sociales y cuando nos encontramos con este tipo de cosas sentimos que nuestra confianza ha sido traicionada», le dijo a BBC Mundo Andrés Snitcofsky, experto en marketing digital. The Wall Street Journal destaca en su investigación a empresas como Rapleaf, que se dedican a recopilar información de usuarios en Internet para después venderlas a empresas publicitarias u otros sitios, a fin de que estos realicen campañas de publicidad personalizada.

Aapleaf da la opción de que el usuario ­tras registrarse­ conozca la información que se tiene sobre él y permite que estos datos puedan ser modificados o, incluso, que las personas decidan que no sean utilizados. «Creemos que un mundo más personalizado es más útil, eficiente y respetuoso. Hoy, los clientes de Rapleaf reciben útiles recomendaciones de productos y disfrutan altos niveles de servicio al cliente», dice el presidente de la empresa en un blog. Pero reconoce que este tipo de actividad está levantando suspicacias: «Uno de los temas a debatirse en las próximas semanas será cómo las compañías de datos como Rapleaf pueden permitir la personalización de forma responsable. Le damos la bienvenida a ese debate», asegura.

Además de esta empresa existen otras compañías como Acxiom, Quantcast o Bluekai, entre otras, que se dedican al marketing a partir de los datos de usuarios de Internet.

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