Hubo presión de productores tabacaleros del otro lado de la calle

Una representación de productores tabacaleros se encuentra instalada desde ayer frente al Hotel Conrad Punta del Este, donde se lleva a cabo la COP4, con la presencia de casi 1.000 representantes de 171 países firmantes del Convenio Marco y varias de las ONG más importantes del mundo en la lucha contra el tabaquismo.

Los productores tabacaleros (Asociación de Productores de Tabaco) hicieron tratativas para participar de la conferencia en carácter de observadores, lo que no fue aceptado. Entonces decidieron instalarse en Punta del Este para dar su punto de vista y alertar sobre las miles y miles de fuentes de trabajo que paulatinamente se podrían perder ante una agudización de las medidas contra los productos derivados de este cultivo. Si bien los cultivadores de tabaco han hecho saber que su manifestación es pacífica y sólo busca mostrar la otra cara de la discusión sobre el tabaquismo, la seguridad en torno a la COP4 es muy notoria para evitar infiltraciones o molestias a los participantes.

Como contracara, en el interior de Conrad una ONG instaló un tablero electrónico (el Reloj de la Muerte), donde en tiempo real se va actualizando la cifra de víctimas mortales a causa del tabaquismo. Ayer, esa cifra ya rondaba los 51 millones de muertos en todo el mundo.

La ONG «Framework Convention Alliance» divulgó un boletín en el que remarca el momento crítico que vive el mundo entero en su lucha por el control del tabaco. En tanto, ésta y otras organizaciones no gubernamentales de distintas partes del mundo, han brindado su respaldo a Uruguay en la demanda que enfrenta al país con Philip Morris International, en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a la Inversión.

«El gobierno de Uruguay necesita y merece apoyo decidido para resistir ante esas presiones», dice en uno de sus párrafos el boletín de «Framework Convention Alliance».

Por su parte, fuera de Conrad, la delegación de la Asociación de Productores de Tabaco informó ayer que representa a más de 3.000 productores de todo el mundo, e insiste en que debería ser escuchada, al tiempo de criticar a distintas ONG que, dice, no representan a nadie.

La protesta se fundamenta en la pérdida de fuentes de trabajo que ocasionaría una decisión internacional de prohibir algunas mezclas de tabacos, el uso de saborizantes y otros ingredientes.

Por su parte la British American Tobacco, con fuerte presencia en la región, divulgó información en la que entre otras cosas, explica por qué los agricultores de muchos países optan por cultivar tabaco.

Allí se señala que «el tabaco crece en suelos pobres, por lo que representa un cultivo alternativo para los productores». Señala la información que en Argentina, uno de los mayores productores mundiales de tabaco, «se realiza en las provincias de Salta, Jujuy, Misiones, Corrientes, Chaco, Catamarca y Tucumán, donde representa para muchas localidades la actividad económica más relevante».

Por su parte «Corporate Accountability Internacional», alienta a las Partes, a la OMS y a los distintos gobiernos, «por adoptar leyes y medidas que excluyen a la industria en la formulación de políticas de salud pública».

La organización agrega que, «desafortunadamente, la interferencia de las grandes corporaciones sigue siendo una gran amenaza para la implementación y ejecución del tratado», y acusa a Philip Morris International, British American Tobacco y Japan Tobacco de usar «su influencia política para debilitar, retardar y oponerse a la legislación de control de tabaco».