PREVENTIVOS: BROCOLI NO ES ANTICANCERIGENO

El brócoli no protegería del cáncer pulmonar en los no fumadores. Algunos estudios habían revelado que comer brócoli previene el cáncer de pulmón. Pero una nueva investigación sobre mujeres no fumadoras no halló una relación sólida entre los compuestos de vegetales crucíferos, como el brócoli, y la reducción del riesgo de desarrollar cáncer pulmonar.

El estudio, sobre casi 1.000 mujeres no fumadoras de China con y sin cáncer pulmonar, no encontró asociación entre el riesgo de desarrollar esos tumores y el nivel de las sustancias anticancerígenas llamadas isotiocianatos en la orina. Los resultados, publicados en la revista Lung Cancer, contradicen los hallazgos de estudios previos. De todos modos, esas investigaciones no habían probado que los vegetales como el brócoli, los repollitos de Bruselas, la coliflor, el repollo y los nabos sean protectores. Y algunos estudios habían sugerido que, si lo fueran, dependería de la construcción genética individual. Los isotiocianatos, o ITC, generan un aumento de las enzimas antioxidantes que contrarrestan el daño celular y la inflamación que genera el estrés oxidativo de fuentes como la contaminación del aire y el humo de cigarrillo. Dado que los crucíferos son la fuente principal de ITC, los científicos especularon que esas sustancias explicarían la relación entre el alto consumo de los vegetales y la reducción del riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. El equipo de Jay H. Fowke, del Centro Médico de la Vanderbilt University en Tennessee, usó los datos de un seguimiento a 75.000 mujeres de Shanghái de entre 40 y 70 años. Se concentró en 209 mujeres no fumadoras con cáncer pulmonar diagnosticado luego de iniciado el seguimiento y las compararon con participantes de la misma edad y sin el cáncer.

Al dividir a las participantes en grupos según los niveles de ITC en orina determinados al inicio del estudio, los autores no hallaron relación entre esas sustancias y el riesgo de desarrollar la enfermedad, sin importar la edad y la exposición al humo de segunda mano. Hay algunos indicios de que las variaciones de genes GTS harían la diferencia: en las mujeres con una o dos copias del gen GSTM1, aquellas con niveles más altos de ITC tenían menor riesgo de desarrollar cáncer pulmonar, aunque la diferencia no fue estadísticamente significativa. Y en las mujeres sin copias del GSTM1, el riesgo de desarrollar el cáncer tendió a crecer junto con los niveles de ITC, aunque sin una relevancia estadísticamente sólida. Según el equipo, los resultados exigen más estudios sobre el vínculo entre los crucíferos y el riesgo de cáncer pulmonar, y sobre el papel, si lo hubiera, de los GST u otros genes.

Independientemente de esto, los crucíferos son un alimento saludable. La Sociedad Estadounidense del Cáncer y otras asociaciones recomiendan que los adultos coman por lo menos cinco porciones de vegetales y frutas por día para reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.

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