Entrevista. El cantautor quiere venir a Montevideo a presentar su último disco y opina que nuestra ciudad es la "más poética del mundo"

Luis Eduardo Aute: "Europa es un precioso museo mirándose el ombligo de su propia decadencia"

Luis Eduardo Aute es uno de los más notables artistas que desde el compromiso con el arte explora distintas expresiones.

La música, la pintura, el cine, la poesía, parecen confluir en él con una calidad reconocida a nivel mundial. Hace poco tiempo lanzó «Intemperie», el disco 32 de su extensa y fructífera carrera. Las quince canciones recorren parte de su obra y el disco, «que refleja esta especie de sensación colectiva de crisis de una época histórica que se acaba», según dice el autor.

En cuanto al contexto político que le toca vivir en la actualidad a Europa, Aute afirma que «Europa es un precioso museo mirándose el ombligo de su propia decadencia». Dijo que tiene ganas de visitar nuestro país y que Montevideo es una de las ciudades más poéticas del mundo.

­¿Qué es «Intemperie», o qué lugar ocupa en la totalidad de su obra?

­»Intemperie» creo que hace el número 32 de mi discografía. Son 15 canciones nuevas, de motivos y estilos muy diversos. Hay un denominador común entre todas las canciones que refleja esta especie de sensación colectiva de crisis de una época histórica que se acaba, sobre la cual gravita un temor generalizado de inseguridad, de precariedad, de ausencia de futuro, de impresión de que en cualquier momento se derrumba el techo de la convivencia, dejándonos al albur de la intemperie.

 

­El tema de la «ideología» no está ausente de su obra, como un llamado de atención, pues usted canta: «no soporto por más tiempo la implacable hipocresía de fantasmas que trafican dádivas de ideologías con postores impostores de sus propias felonías». Algo así como el español Gabriel Celaya en su poesía, que afirmaba que la poesía «es un arma cargada de futuro». ¿Cuál es el pedido que desde el arte hace usted en materia ideológica? ¿En qué medida el arte puede atacar los problemas sociales, económicos y políticos?

­En ningún momento pretendo utilizar el arte como vehículo ideológico; otra cosa es que ponga en tela de juicio el travestismo ideológico de los «profesionales» de la política, que sólo trabajan (trafican) para satisfacer sus intereses personales. Decía el poeta: «la poesía es un arma cargada de futuro»; discrepo, en este mundo tan armado y desalmado sugeriría: «la poesía debiera ser un alma descargada de tiempo».

 

­En «Atenas en llamas» se refiere a la crisis de Grecia en un contexto global de toda Europa. Usted le da esperanza al decir: «a veces sueña que va a renacer de sus cenizas». ¿Cómo ve a Europa hoy? En América estamos muy pendientes de lo que sucede allí.

­Me temo, y es una opinión personal, que Europa es un precioso museo mirándose el ombligo de su propia decadencia. El llamado Occidente en general se encuentra en esa situación. No veo otro futuro en el mundo que viene que el que pueda ofrecer América Latina. El continente latinoamericano, inmenso, culturalmente milenario, mestizo, multi-cultural, riquísimo en materias primas (que es lo que no tiene Occidente) y con una lengua común es, tal vez junto a Africa, el único territorio del mundo con proyección de futuro. Y además, por primera vez en su historia, con gobiernos mayoritariamente de izquierdas que tienen un objetivo común: construir la Unión Latinoamericana Independiente.

 

­ Usted ha tenido una relación muy cercana con artistas como Silvio Rodríguez. ¿Cómo ve a la Cuba actual, tras la asunción de Raúl Castro y los cambios políticos dados en los últimos tiempos?

­La veo positivamente. La necesidad de evolucionar desde el socialismo es urgente e imprescindible en estos momentos de crisis global del capitalismo.

 

­Además de músico usted es artista plástico. Increíblemente, esta faceta es tal vez desconocida para esta parte del mundo por el predominio de su obra musical. ¿Cómo se siente al definirse como artista y cuál es la relación entre la música, la plástica y el cine que se encuentran en su actividad?

­Personalmente no establezco ninguna diferencia entre los diversos medios de expresión. Lo importante es tener la necesidad de contar algo, de expresar aquello que nos inquieta, de descargar fantasmas de todo tipo. Resumiendo, creo que es la mejor manera de evitar las visitas al psicoanalista. Y en este sentido, se ahorra bastante plata.

 

­ ¿Por qué en su agenda no figura Uruguay siendo que usted, junto a otros artistas españoles como Sabina, Serrat y Serrano, están en las discotecas de los hogares uruguayos junto a Gardel y a Zitarrosa?

­No está Uruguay en mi agenda de conciertos porque esa agenda se está haciendo en este momento. Iré a Uruguay con toda seguridad. Empiezo a tener tremenda nostalgia de Montevideo, una de las ciudades más poéticas del mundo.

 

­Mi compatriota Jorge Drexler ha estado en el tapete en estos días por la controversia a raíz de las críticas que le hizo a la piratería por Internet. Alex de la Iglesia ha dicho que es lo que ayudará a sobrevivir al cine, aunque pidió que lo que se vea por Internet sea de calidad. Usted, que también es artista y seguramente su obra es pirateada en todo el mundo, ¿qué opinión tiene de la piratería?

­Internet es un invento fabuloso que, como todo buen invento, puede ser beneficioso o pernicioso según el uso que se le dé. Internet es una revolución en todos los campos de la estructura de la sociedad. En el ámbito de la música incide de manera trascendental. El problema de la piratería tendrá que resolverse a través de acuerdos que propicie el sentido común, tanto del artista en defensa de sus derechos inalienables como autor, como del internauta que pretende acceder más directamente a los contenidos que ofrece el autor.

El problema es el de la gratuidad a la hora de acceder a esos contenidos.

La cultura es, y deber ser, un bien para todos y debe ser accesible a todo el mundo. Pero no se puede exigir que los autores no cobren por su trabajo cuando en el proceso de difusión y distribución de la obra del autor se benefician los «nuevos intermediarios» de las webs, que son muchos y que además hacen espléndidos negocios en ese proceso. Es pura y dura piratería.

 

­¿Cuál es su relación con su país natal?

­Prácticamente ninguna, muy a mi pesar.

 

­Hay una pintura que supongo que es suya, donde el pintor hace un autorretrato en el reflejo de un ojo. Se me ocurre preguntarle, ¿cómo se ve Aute hoy frente a su propio ojo?

­Esa pintura se titula «Autorreflexión». La pupila del ojo del otro es el primer espejo natural donde el ser humano se re-conoce (descubre su subjetividad) a través de la reflexión. Es donde se descubre el «yo» del sujeto que se «ve». Pues me veo viéndome en el espejo de mi propia pupila.

 

­En América Latina el vuelco hacia la izquierda es absoluto. ¿Cuál es su mirada de la realidad americana desde Europa? ¿Qué impresión tiene de nuestro presidente, José Mujica?

­Tengo poca información sobre Uruguay, lamentablemente, pero por lo que me cuentan algunos amigos es un político coherente, honrado y con mucha credibilidad, valores que hoy en día brillan por su total ausencia en la clase política mundial.

 

­¿Cuáles son sus proyectos a futuro, una vez que salga de la intemperie?

-Una exposición antológica, una novela gráfica y tal vez una película.

NOTA

Agradecemos al licenciado Pablo Silva Olazábal, conductor del programa «La máquina de pensar» (Radio Uruguay, 1050 AM), por facilitarnos el contacto con Luis Eduardo Aute.

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