Religión. Monseñor Cotugno pidió que se evite el divorcio y dijo que apoyaría el autocultivo de marihuana si eso evitara la drogadicción

Viernes santo, día de promesas, recogimiento y vía crucis

Ayer se celebró el viernes santo. Desde el jueves las celebraciones de la Ultima cena mantuvieron movilizada a la comunidad católica.

En la Catedral de Montevideo se realizó la misa dirigida por monseñor Nicolás Cotugno. Ayer, en las iglesias de Montevideo se realizaron las misas en celebración de la pasión de Cristo y el posterior vía crucis. El jueves el arzobispo de Montevideo, Nicolás Cotugno, pidió en las celebraciones de la Ultima cena en la Catedral de Montevideo que los uruguayos sigan apostando a la familia y que se evite el divorcio.

En declaraciones a Canal 12 Cotugno opinó sobre la despenalización del autocultivo de la marihuana expresando que no es «un experto en estas cosas» y dijo que si se aprueba el autocultivo y es un camino para «vencer la drogadicción, bienvenido sea». Agregó que en los medicamentos «hay drogas» y que los tomamos «para estar bien, no para estar en la enfermedad». Además agregó en la entrevista a Canal 12 que la Iglesia Católica se seguirá oponiendo al proyecto que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo.

 

Celebraciones

La tormenta que se aproximaba el viernes santo (denominado así para los católicos en recuerdo de la pasión de Cristo crucificado) no fue impedimento para que los fieles llegaran a las iglesias. En el Cerrito, si bien las celebraciones comenzaban a las 19.00 horas, dos horas antes ya había gente esperando para entrar al templo.

La tranquilidad de Montevideo no se condecía con lo que se vivía alrededor de las iglesias. En San Pancracio, a las 17.00 horas comenzaba la misa. Allí llegaba Carmen, que anunciaba que en San Pancracio terminaba su recorrido por las siete iglesias. «Desde los 14 años ­tengo 63­ hago este recorrido en agradecimiento por los favores recibidos», explicó Carmen, que ingresó ya comenzada la celebración, mientras el cura recordaba que «Jesús fue negado, ellos no se acordaron de él, y él, como dicen ahora los jóvenes, se pudo haber ‘borrado’ antes, se pudo haber ido ni bien se enteró de que era un perseguido, pero se quedó, se quedó para honrar la fe». Llorando, de rodillas, con las manos entrelazadas, Raúl agradecía las palabras que retumbaban en la bóveda que conformaba la iglesia de San Pancracio. Una niña tenía la tarea de cuidar la cruz, tapada con una manta en el fondo de la iglesia.

El cura, tras concluir con sus palabras recordando la Pasión de Cristo y orando por los gobernantes, los pobres, los no creyentes, fue a buscar el símbolo, que antes de salir en procesión fue besado por cada uno de los fieles. Muchos fieles ayer cumplieron con sus promesas. Miguel caminó desde su casa de Malvín hasta la iglesia del Cerrito.

«Prometí por la salud de alguien, y acá estoy, cumpliendo lo que prometí». Según este creyente de 42 años de edad, «uno debe recordar que en realidad Jesús dejó su vida y nosotros, caminando solamente de un lugar a otro no nos acercamos a su sufrimiento, pero por lo menos lo honramos, lo recordamos y seguimos creyendo en él». En el Cerro también se realizó el tradicional vía crucis, al igual que en más de treinta iglesias de Montevideo.

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