CELAM. "EL PAIS VA DANDO PASOS HACIA UNA DEMOCRACIA CON NUESTRAS CARACTERISTICAS"

Obispos cubanos ven cambio de mentalidad

Montevideo fue hasta ayer sede de la 33ª Asamblea Ordinaria del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) donde se renovaron las autoridades de este organismo perteneciente a la Iglesia Católica. En la misma participaron 5 cardenales y 50 obispos de todo el continente.

En ese marco, los dos prelados de Cuba que concurrieron al encuentro, monseñor Juan de Dios Hernández y Emilio Aranguren fueron los más convocados por la prensa uruguaya. Había interés en conocer la realidad del país cubano a través de una visión no oficialista. Por lo cual, los dos obispos accedieron a dialogar con los medios de comunicación, en lo que fue un descanso que tuvo la apretada agenda de los religiosos, que participaron de la sesión del Celam.

Monseñor Hernández es obispo auxiliar de La Habana, y monseñor Aranguren es obispo de Holguín.

Ambos fueron consultados por la actual relación existente entre la Iglesia cubana con el gobierno de Raúl Castro. La respuesta dada por los religiosos católicos es que «se vienen implementando cambios, lentos, pero cambios al fin.»

Los obispos catalogaron de «inmoral y éticamente inaceptable» el bloqueo económico que aplica el gobierno de Estados Unidos al pueblo cubano. Señalaron que durante años la Iglesia hizo sentir su voz a las autoridades norteamericanas para que levanten la medida, pero sin una respuesta afirmativa del otro lado.

Monseñor Aranguren aclaró que la relación de la Iglesia de Cuba con el gobierno de los hermanos Castro no comenzó hace un año sino que la relación con el Estado en los últimos tiempos, se ha dado de diferente manera. No obstante, durante 2010, hubo un punto de inflexión por el registro de una serie de episodios como fue la muerte de una persona que hizo una huelga de hambre, y el actual comportamiento con las damas de blanco. En tal sentido, se solicita a la Iglesia un papel de mediación con vistas a que se encuentre una solución a los 52 presos que quedaron de la denominada: «La primavera del año 2003″.

A partir de allí comienza un encuentro del presidente de la República, Raúl Castro con el presidente de la Conferencia Episcopal Cubana y el cardenal del Arzobispado de La Habana en representación de la Iglesia. «Esto fue caminando y fueron diferentes encuentros paulatinos. Fue caminando la situación de los presos, siempre con algunos puntos a superar, y a la misma vez se fueron conversando otros temas desde la visión de la Iglesia a través de la doctrina social, y de nuestra permanencia en Cuba en los últimos 500 años», afirmó monseñor Aranguren, obispo de Holguín.

El religioso sostuvo que todavía quedan algunos presos, los que están sujetos al tratamiento del Estado y de la propia Iglesia. Quedan otras personas también que tienen sentencias por crímenes de sangre, pero en esos casos, el manejo es diferente. Todo eso entra en la intención de que la cosa esté sobre la mesa.

Los dos obispos cubanos explicaron que esta participación de la Iglesia en el intercambio con el Estado «es algo novedoso, en cuanto a que no se realizó antes de una manera, sobre todo con las máximas autoridades». Manifestaron su deseo para que sea una expresión de paulatino crecimiento. Informaron que el presidente, Raúl Castro, ha insistido en la unidad y en la diversidad, para escuchar otras opiniones, y en estos casos, la Iglesia viene dando su opinión.

Monseñor Hernández aclaró que la Iglesia cubana viene desarrollando la función de «siempre tirar puentes, procurando para que la diversidad llegue también a los niveles de base. Esto es fruto de la postura que ha tomado la Iglesia en los últimos 50 años».

Los prelados cubanos fueron consultados por la respuesta del pueblo cubano de tener un gobierno en el que está ausente el histórico Fidel Castro. La respuesta dada por los obispos, sin lugar a vacilaciones fue que «la población lo ha tomado como algo normal sin ningún tipo de estridencias. Ha sido un cambio, hasta cierto punto esperado por parte de la población, no extraña esa manera de entregar el poder a su hermano Raúl. Amén de que está avalado por el Parlamento».

Los cubanos, integrantes del Celam, fueron consultados sobre la posibilidad de que en un futuro, el país caribeño tenga un régimen similar al uruguayo, con elecciones y la participación de múltiples partidos políticos.

Aranguren señaló que percibe determinados cambios y situaciones en el gobierno que tiende a una progresiva evolución hacia un Estado más democrático.

«El país va dando pasos que no son exactamente iguales a los de antes. Esto es un indicador de que es posible que lleguemos hasta una democracia con nuestras características, con un modo de gobernar…».

Hernández interrumpió a su compañero, al poner como ejemplo que hace un mes se produjo el congreso del Partido Comunista Cubano. «Hay un sólo Partido y permanece un solo Partido. Cuando se habla de que en esta democracia tiene que haber diferentes partidos. Entonces, ¿cómo se va caminando hacia allá? Hace 5 años no se escuchaba mucho a quienes opinaban de manera diferente, y hoy se escucha, y se tiene en cuenta, en lo que opina una persona o algún grupo de personas».

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