EL RELIGIOSO ES RECORDADO POR SU OBRA SOCIAL EN BARRIOS POBRES

Procesión de recicladores trasladó los restos del padre Cacho

A diez años de su muerte, la comunidad católica y sus amigos recordaron la figura del sacerdote que vivió en los cantegriles y cimentó una obra social.

Un 4 de setiembre de 1992 dejó de existir Ruben Isidro Alonso, más conocido como el padre Cacho. Detras de sí, dejó un legado que tomó toda una barriada. Varios años de su vida los dedicó a convivir con los más pobres y a pesar de la opinión de contraria de muchos, levantó con el apoyo de los vecinos un precario rancho, y desde allí emprendió una obra para favorecer a los excluidos.

Hace un decenio también los hurgadores con sus caballos trasladaron los restos del sacerdote por la periferia de Montevideo antes de darle sepultura. Ayer por la mañana, la urna con sus cenizas fue llevada desde el cementerio del Norte hacia la parroquia de los Sagrados Corazones, más conocida como «de Possolo». El religioso vivió unos cuatro años en esa capilla y luego residió en diferentes asentamientos de la zona, habitando siempre en construcciones precarias. El padre Javier Galdona recordó que los vecinos le ayudaban a levantar sus ranchitos de chapa y cuando consideraba que estuvo el tiempo suficiente como para impartir sus conocimientos, se mudaba a otro barrio.

La marcha de ayer, que tuvo la participación de una veintena de carros tirados por caballos partió de la calle Burgues, tomó por la avenida Aparicio Saravia y recorrió los diferentes barrios por donde el sacerdote dejó su huella. El transporte que llevaba la urna llevaba también un cuadro con la imagen de Cacho y una bandera de Uruguay.

Detrás de la procesión que duró dos horas, un coche intercalaba la emisión de música con el recitado de un credo dedicado al sacerdote fallecido. Tras llegar a la parroquia se celebró una misa, donde un grupo de niños y adolescentes leyeron algunas poesías dedicadas al religioso, e incluso la hermana de Cacho hizo uso de la palabra. Finalmente se depositó la urna en una sepultura que lleva su nombre.

En el marco de una serie de homenajes a la memoria del sacerdote, la Junta Local Nº 11 organizó una sesión extraordinaria y el próximo martes 10 a las 15 horas, la Cámara de Diputados hará una sesión recordatoria. La iniciativa provino del diputado Pablo Mieres, del Nuevo Espacio Independiente (NEI) y fue apoyada por la unanimidad de los sectores parlamentarios.

Ruben Isidro Alonso nació en Montevideo el 15 de mayo de 1929, en las cercanías de la Parroquia de San Ignacio de Loyola, en el barrio de Villa Dolores. Ingresó a los 12 años al Seminario de Manga de la congregación de los padres Salesianos y cursó estudios superiores en Argentina. En 1959 fue ordenado sacerdote, y se desempeñó en Montevideo, Paysandú y Rivera. En 1977 decidió vivir en un cantegril. A fines de ese año, fue recibido por los vecinos del barrio Plácido Ellauri y comenzó su tarea social y pastoral, empeñada en obtener vida y vivienda digna, así como trabajo estable para los clasificadores de desechos. Murió el 4 de setiembre de 1992 y sus restos fueron transportados por un carrito de hurgadores hasta el Cementerio del Norte. *

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