UNA HISTORIA DE REPUBLICANISMO DURO Y PURO

Finalizamos hoy la serie de notas sobre la historia de la CBI.

 

La CBI de los años 90 y 2.000

 

Así como Jaque había sido el instrumento de reflexión en los años 80, Posdata se convirtió, a partir de setiembre de 1994, en la herramienta del pensamiento político de la CBI. Esta se mantuvo al margen del orden partidario anti republicano y no participó en las elecciones de 1994 y 1999.

Cuatro reflexiones republicanas se convirtieron entonces en tarea de Posdata.

En primer término, reactivar el artículo 4º de la ley de caducidad, el que había entrado en total olvido. Había una deuda social con el pendiente legítimo de los familiares y de la sociedad toda. Nunca el sentido de la derrota de la hoja verde por la derogación de la ley había querido decir que se dejara sin efecto el mandato de «esclarecimiento» de los hechos que ordenaba el mencionado artículo 4º. Era claro, por el contrario, que cuanto más se demorara en cumplir con su cometido, mayor sería el dolor acumulado y más difícil de manejar tan sentido problema. Nosotros éramos testigos del compromiso incumplido y sentíamos eso como un deber.

Por eso Posdata, a partir del verano de 1996, desató una campaña por el cumplimiento del artículo 4º de la ley de caducidad, a través de revelaciones periodísticas importantes. Así la denuncia de las torturas de la Armada (apareció por vez primera el nombre de Tróccoli) y cómo, a través de la tortura brutal, se había desarticulado en Buenos Aires al GAU y, en Montevideo, al Partido Comunista sobreviviente. Así las denuncias de la coordinación con el ESMA en Buenos Aires. Así la denuncia de la «operación zanahoria». Así la publicación del acta constitutiva del Plan Cóndor. Así un reportaje al Gral. Ballestrino que explicaba crudamente la lógica deshumanizada de la época. Todas estas publicaciones, entre otras crónicas, apoyaron el reclamo de Posdata por el cumplimiento del artículo 4º. En pocas semanas, la reinvidicación del artículo 4º era ya nacional.

Esa política de Posdata derivó con la publicación en exclusiva de que había existido un «segundo vuelo» y que uruguayos traídos de Argentina habían sido muertos aquí. Años después lo reconocerían las propias Fuerzas Armadas.

Otra segunda línea distintiva de Posdata, siempre en el orden republicano, fue la de los trabajos por la transparencia política. Posdata debió entonces apuntar sus filas contra la corrupción política. Muchos jerarcas fueron presos por sus denuncias, numerosas licitaciones fueron anuladas por las revelaciones de POSDATA. El contrabando, el lavado de dinero, la corrupción política, la corrupción policial fueron permanentemente denunciados.

La tercera línea de trabajo de Posdata fue el discurso republicano propiamente dicho. Desde un primer abordaje sobre el papel fiscalizador de la prensa ­lo que nos distanció de los órganos de prensa del «establishment» (o sistema establecido de privilegios)­ hasta una serie de trabajos editoriales a favor de lo que entonces llamábamos la «sexta república» (ha habido 5 constituciones republicanas).

Finalmente, la CBI fue el único sector del Partido que no acompañó la privatización de Ancap propuesta en el año 2003. Así como nos oponemos al monopolio estatal, con más fuerza nos oponemos al monopolio privado. Pero, además, ninguna privatización es posible ­es la enseñanza chilena­ si no hay previamente un entidad reguladora fuerte que defienda a los ciudadanos (precios, calidades, cumplimiento de contratos) de los grandes actores privados. El capitalismo eficaz precisa un Estado inteligente no un Estado idiota.

Todo esto fue interpretado por el conformismo que se había adueñado del Partido ­y se sentía sempiterno- como una transgresión y desde el conformismo se nos vio como «malditos». Para peor no entendían por qué lo hacíamos si éramos invitados permanentes a la mesa del poder y a su festín, el que rechazábamos. Hoy ya buena parte del Partido ve como el conformismo es un camino que lleva al despeñadero y, sin embargo, el costo de la transgresión de otrora se convierte en un activo presente y futuro.

 

Hoy

Cuando a principios de 2004 se analizó el tan lógico como terrible resultado electoral que se avecinaba para el Partido a fin de año, fue fácil predecir que se iniciaría, luego del profundo traspié, un largo camino de reconstrucción colorada. Frente a ese panorama, unos cien compañeros resolvieron impulsar nuestra presencia en la Convención. Ello pasa ridículamente porque ­según el sistema electoral vigente y salvo que se integre las listas de algunos de los sectores dominante­ se deba inscribir una candidatura presidencial. Así se hizo, pero no se realizó propaganda alguna en medio alguno, ni se tuvo local a la calle en sitio alguno, se imprimieron las listas que se distribuyeron el jueves antes de las elecciones y, repartiendo listas entre los amigos durante un par de días, se obtuvieron 1.500 votos, de manera que ingresamos a la Convención en el año 2005.

Allí hemos impulsado diferentes asuntos que tienen que ver con la reconstrucción republicana del Partido. Primero, se incorporó, por nuestra iniciativa, la realización de un Congreso Ideológico y de un Congreso Programático (dos congresos) en cada período de gobierno. La vuelta del Partido a trabajar su proyecto de país y el fin de la abstinencia de utopías. Segundo, se incorporó, por nuestra iniciativa, que la Convención será integrada por el doble de miembros, elegidos una mitad en las elecciones internas de los partidos políticos y la otra mitad por los afiliados del Partido. De manera de convertir al Partido Colorado, como en época de Batlle, en un partido de afiliados. La primera elección de afiliados será en 2012. En tercer término se apoyó con ahínco una iniciativa de los jóvenes de elegir directamente 100 miembros de la Convención Nacional representantes de los jóvenes. Eso recoge textualmente una propuesta pública de la CBI de 1987.

En estos meses últimos, en preparación del Congreso Ideológico del mes que viene, hemos planteado la propuesta republicana en términos de la nueva institucionalidad que tal sistema de ideas propone hoy en el mundo. Entre otras muchas propuestas hemos defendido, en cuanto a la ciudadanía social, por ejemplo, la jerarquización de las entidades reguladoras para defender tarifas y calidades de los servicios públicos así como, con el mismo fin, la creación de fiscalías y tribunales defensores de la competencia.

En cuanto a ciudadanía civil, por ejemplo, hemos propuesto la reforma judicial. Sacar a los fiscales de la órbita del Poder Ejecutivo, crear el Consejo de la Magistratura para obtener garantías de que los jueces van a ser electos por concurso y van a ser evaluados técnicamente, crear el Tribunal Constitucional para que las instancias de esa materia tengan un tratamiento judicial diferencial, separar jueces de instrucción de jueces de sentencia o implantar el sistema acusatorio con juez de garantías. Así como la creación del defensor del pueblo a nivel nacional para defender los derechos ciudadanos contra los abusos. Y la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción. Y que la Junta anticorrupción esté fuera de la órbita del Poder Ejecutivo. Y más poder al Tribunal de Cuentas de la República. Y la creación del Departamento de Asuntos Internos en la policía con policía ejecutiva a su cargo. Y más poder para las comisiones investigadoras del Parlamento.

En cuanto a la ciudadanía política, hemos defendido la descentralización integral (y no parcial como propone el gobierno) con juntas locales electivas en todo el país, las circunscripciones electorales para elegir diputados dentro de Montevideo, de modo de acercar el elector al elegido, la ley de financiamiento transparente de los partidos, el acceso gratuito a la publicidad televisiva por parte de los partidos en las campañas electorales, la representación proporcional en las Juntas departamentale
s.

El Partido está ahora, sin embargo, en la época de las candidaturas seguidistas y ello es percibido por la ciudadanía que no le da su apoyo. Es meramente la primera etapa del proceso. No sólo han sido sancionados los responsables de la política cupular sino que ahora lo son sus asiduos. La renovación viene después.

Y una sola corriente del Partido, además de muchos individuos, se ha mantenido siempre fiel al social republicanismo en que se basa la colectividad, una sola se ha distinguido en la lucha contra la corrupción, una sola ha tenido una constante en el tema derechos humanos, una sola ha defendido al Estado (y sus modernas relaciones con el mercado) de modo batllista. La más importante parte de las acciones: la CBI se ha desarrollado después de la derrota colorada de 1989, desde el llano. Una sola corriente colorada, además de muchos individuos, puede pasar intacto el legado de principismo a los que vienen.

|*| Ex senador, director de Jaque y de Posdata

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