DIARIO DE CAMPAÑA

UNA NOTICIA LUMINOSA DESDE ANTEL PARA EL PAIS

Demasiados temas parecían imposibles de eludir esta semana. Para mencionar sólo dos muy evidentes: los 30 años de la derrota del más audaz proyecto fascista que haya conocido el Uruguay y la revelación por parte de Wikileaks de abundante y vergonzante información sobre ilegalidades e inmoralidades cometidas por los EEUU en el escenario internacional.

Pero entendí mi deber ético referirme a otro tema. Porque es muy importante y quizás, si no se tiene cierto grado de cercanía al mismo, no se dimensione cabalmente.

En los últimos días, el directorio de Antel ha hecho una serie de importantes anuncios. El más relevante de ellos, el comienzo del despliegue de fibra óptica hasta los hogares.

Un cable de fibra óptica contiene muchas delgadas líneas, tan delgadas como un cabello a través de los cuales viaja cualquier tipo de información (conexión a Internet, TV, radio, etc.) utilizando como «vehículo» la luz y como «vía» uno de estos «pelos». Nada viaja más rápido que la luz, por lo que la información, mediante la conexión de fibra óptica, circula a enormes velocidades. Antel ya posee una densa red de fibra óptica, de unos 6 mil kilómetros de extensión. Si comparamos una red de transporte de información con el sistema circulatorio en el humano, la red actual de Antel utiliza la fibra óptica como grandes venas y arterias. Pero no para la conexión de los hogares: a éstos llegan, como símil de los vasos periféricos que en el cuerpo humano irrigan todo el organismo, otras formas más lentas de transporte de información. Típicamente, cables de par trenzado de cobre, por ejemplo. Pero cuando a su casa, o al edificio en que Ud. vive, llega directamente fibra óptica, Ud. podría «bajar información» de Internet a 100Mbps. Si este número no le dice nada, pongámoslo así: 100 veces más rápido de lo que funciona el ADSL más común en el Uruguay, 25 veces más rápido que nuestro mejor ADSL .

El despliegue de FTTH (del inglés: Fiber To The Home, «Fibra Hasta el Hogar») es entonces un paso crucial para las grandes empresas de telecomunicaciones. Se anunció que Antel comienza a desplegar FTTH. Para ello, invertirá 100 millones de dólares, tenderá 2 mil kilómetros adicionales de fibra óptica y conectará, en el segundo semestre de 2011, a 30 mil hogares, y a fines de 2012, a 240 mil.

Esta inversión que ha lanzado Antel no es un «chiche tecnológico». Es un fabuloso aporte al desarrollo de la infraestructura del país y esto merece explicarse.

Reiteradas veces hemos salido al cruce de la teoría de que la banda ancha (conexión a Internet) en Uruguay es lenta y cara . En nuestro país, los servicios de banda ancha más accesibles, los que usa un ciudadano que no hace un uso masivo de Internet, son muy buenos y muy baratos, cuando se les compara con la región, España y México. Los de «media gama», para un usuario más intensivo, son buenos y baratos (ya no «muy»). Donde hay carencias, es en los servicios de «alta gama», los destinados al usuario masivo de Internet como el teletrabajador. Este despliegue de Antel da una respuesta radical a dicho problema, satisfaciendo las necesidades de los actuales teletrabajadores y posibilitando que muchos más uruguayos ofrezcan sus productos y sus saberes por Internet .

Pero además, para la instalación de empresas «tradicionales» (plantas fabriles, etc.), la infraestructura general y en particular la de telecomunicaciones, es un factor crucial para su mejor desarrollo. Tanto, que la inversión productiva, la que realmente genera trabajo, cuando decide en qué país instalarse, uno de los aspectos centrales que mira es la infraestructura de telecomunicaciones.

De modo que para nuestra economía, desde todos los ángulos ideológicos para analizarla, tanto para quienes es crucial el desarrollo de capacidades internas como para quienes priorizan posibles inversiones productivas provenientes del exterior, esta decisión de Antel es una excelente noticia.

FTTH no es sólo tirar fibra. Internet se basa en una enorme red mundial de conexiones, y si no se posee una amplia vía de conexión a dicha red, de poco sirve tener grandes capacidades locales de transporte de información. Pero Antel ha sumado a sus varias conexiones terrestres internacionales (vía Argentina y Brasil) el cable submarino Maldonado-Las Toninas, que permite ampliar gradualmente y de manera muy sustantiva dicha capacidad de conexión internacional. Por ende, si bien FTTH implica licitaciones, múltiples obras de ingeniería, ampliación de capacidades de la red, etc, Antel sin duda alguna podrá ejecutar su anunciado plan.

Antel anunció mucho más: ampliaciones inmediatas en el ancho de banda, la conexión prácticamente gratuita de servicios ADSL a todos los hogares que posean línea telefónica, el objetivo de conectar a Internet a todos los hogares uruguayos, eliminación de las anacrónicas separaciones entre Ancel, Anteldata, etc. Ha cambiado también su logo y, sugestivamente, su lema, reemplazando «la empresa de telecomunicaciones de los uruguayos» por «la empresa de comunicaciones de los uruguayos». La diferencia puede parecer sutil, pero es sugestiva: indica una mayor apuesta a todo el conglomerado de las comunicaciones, lo cual incluye los contenidos, la provisión de servicios de TV, culturales, de entretenimiento, etc.

A otro nivel, como frenteamplista, varias veces me he encontrado con malas noticias que compartí con preocupación con usted, querido lector. En su momento manifesté mi inquietud porque el insistente «Educación, Educación, Educación» del presidente Mujica ante la Asamblea General no se veía reflejado en el proyecto de Presupuesto. Otro tanto con la inaceptable e insólita reunión con las «damas de blanco», otro tanto con los insólitos vaivenes en torno a la Ley de Caducidad en nuestra bancada senaturial.

Este gobierno se trazó objetivos esenciales, y uno de ellos es la fuerte apuesta a potenciar la infraestructura del país. Los anuncios de Antel son, por consiguiente, una clara manifestación de que esa intención se está cumpliendo y marcan, para mí, la gran satisfacción de ver que aunque sea en parte, el gobierno empieza a cumplir con lo que se propuso y anunció. Esto no borra las críticas anteriores, que sostengo plenamente, pero por aquello de que la política es dinámica, abre la expectativa de que de aquí en más comience a corregirse y afirmarse el rumbo. No hay lucha perdida, salvo la que se entrega. Uno se olvida, pero el primer año del gobierno de Tabaré no fue glorioso: el Plan de Emergencia tenía dificultades para arrancar, rumores sobre TLC con los EEUU, etc. En los años siguientes, surgieron las buenas nuevas que hacen que, más allá de puntos claramente criticables, la evaluación final de la ciudadanía haya sido netamente favorable. Quizás estemos reiterando el patrón de comportamiento.

Por último, un reconocimiento de rigor. Por su importancia estratégica y por la apetencia de importantes grupos de poder multinacionales que actúan en las telecomunicaciones, Antel ha sido desde hace muchos años blanco de todo tipo de zancadillas. Y difícilmente alguien se acuerde de Antel o de sus directores si no es para criticarlos. Por ello, quisiera muy expresamente saludar y felicitar al actual directorio de Antel, a su presidenta ingeniera Carolina Cosse, a su vicepresidente ingeniero Pablo Barletta y a su director Carlos Guariglia por las excelentes noticias que nos acaban de regalar. Con apenas medio año de constituido, este Directorio ha anunciado decisiones sumamente acertadas, inversiones de alto impacto en el desarrollo soberano del país y mostrado claramente que Antel, nuestra empresa estatal, está pisando firme en la cancha y con aires renovados.

A todos los trabajadores de Antel, sin los cuales la empresa nada podría hacer, en tiempos que tantos cuestionan lo que desde el Estado se hace y se puede hacer, un apretado abrazo y que, como siempre, sigan haciendo avanzar el buque insignia de las empresas públicas uruguayas, con luminosa
s noticias como éstas.

|*| Analista y matemático.

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje