ONU: historia de la corrupción

En «ONU: historia de la corrupción», el periodista peruano Eric Frattini construye un contundente alegato que denuncia inmorales escándalos y hasta prácticas delictivas.

En este libro, el autor desnuda las ocultas miserias de la multinacional, que contemporáneamente ha perdido casi todo su prestigio, luego de la brutal agresión militar consumada contra la soberanía de Irak.

Para situar al lector en el contexto de la historia, el investigador se retrotrae a los orígenes de la ONU, hace ya más de sesenta años, dando cuenta de su traumático parto fundacional, que se dirimió entre tormentosas disputas que enfrentaron a los vencedores de la Segunda Guerra Mundial.

Eric Frattini enjuicia severamente el papel de la organización, así como su estrepitoso fracaso en la prevención de conflictos, el respeto de los derechos humanos, la abolición de la pobreza, la implantación de la justicia social y el proclamado objetivo de universalizar la democracia.

Con acento crítico, el escritor atribuye esta frustración a las batallas características de la guerra fría, la corrupción, el clientelismo y la pesada burocracia.

Frattini fustiga ácidamente la arquitectura institucional del organismo mundial, denunciando el monopolio de las decisiones ejercido desde el comienzo por Estados Unidos y Gran Bretaña y los privilegios que siempre ostentaron los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, que, con su derecho a veto, han legalizado los peores atropellos contra terceros países.

Asimismo, denuncia el reparto de cargos y espacios de poder entre norteamericanos e ingleses, digitados mediante el abuso de poder, la extorsión, el clientelismo y el nepotismo.

Obviamente, esta alianza, que ha perdurado en el tiempo, tiene una expresión contemporánea precisamente en la ilegal e inmoral invasión y ocupación del territorio iraquí por parte de la coalición militar anglosajona.

De algún modo, la guerra entre bloques ideológicos se dirimió en el propio seno de la organización, al punto que esta fue escenario de sonados casos de espionaje. Estos episodios son narrados pormenorizadamente en esta obra, a partir de la información extractada de documentos clasificados y testimonios de la época en la que se registraron los acontecimientos.

En tiempos de la guerra fría, el estatus diplomático era usado para desarrollar actividades encubierta clandestinas y casi nadie estaba libre de ser vigilado por los servicios secretos, que operaban con absoluta libertad e impunidad.

La ONU, según el autor, fue escenario de la caza de brujas del demencial senador ultraderechista norteamericano Joseph McCarthy, quien, al frente de su Comité de Actividades Antiamericanas, escribió una página negra de intolerancia y persecución en la historia contemporánea de los Estados Unidos.

Para abonar sus denuncias, el investigador cita varios episodios de espionaje acaecidos dentro de la estructura de la organización.

En ese contexto, refiere incluso a un servicio de prostitutas de lujo contratadas por la CIA, cuya misión era obtener información confidencial de alcoba, arrancada subrepticiamente a diplomáticos y altos dignatarios consulares extranjeros.

Incluso, uno de esos casos resultó en un misterioso homicidio, que fue encubierto por los propios servicios para evitar que se conocieran las actividades clandestinas que desarrollaban al amparo de su poder entre bambalinas.

El periodista modifica el ángulo de su investigación, cuando revela hasta qué punto la ONU ha servido a los intereses imperialistas de las potencias que la gobiernan -a su antojo- en su calidad de miembros inamovibles del Consejo de Seguridad.

Estas prácticas violan flagrantemente los principios que inspiraron la creación de la organización, que supuestamente debe garantizar la paz, la libertad y el respeto por los derechos humanos.

Uno de los ejemplos más grotescos que se recuerda refiere a lo sucedido hace más de cuatro décadas en el Congo Belga (hoy Zaire). En este caso, el analista recuerdo, con minuciosos detalles silenciados por el discurso oficial, la participación encubierta de la CIA en el derrocamiento de Patrice Lumumba, mediante un golpe de Estado que instaló en el poder al sanguinario Mobutu Sese Seko.

El gobierno títere, que nació de una operación mercenaria en la que participó parte de la oligarquía de la ONU, permitió a Estados Unidos y sus aliados europeos, recuperar el control de la ex colonia africana, particularmente de Kananga, provincia rica en yacimientos minerales. Las denuncias de atrocidades perpetradas por cascos azules ensombrecen la reputación de la organización.

Uno de los capítulos sin dudas más oscuros del pasado de la Organización de las Naciones Unidas, es la designación del austríaco Kart Waldheim como Secretario General, registrada en 1971, por una paradójica negociación diplomática.

Su pasado nazi no le impidió regir durante diez años los destinos de la ONU, ante la cómplice aquiescencia de las potencias hegemónicas. Este libro documenta la polémica historia de este siniestro personaje.

Transitando las cloacas más pestilentes de la corporación, el autor narra numerosos casos de acoso y abuso sexual, protagonizados por altos diplomáticos contra funcionarias y funcionarios subalternos.

Según Frattini, estas prácticas no sólo menoscaban el prestigio de la institución multinacional, sino que atentan contra los derechos permanentemente invocados y plasmados en declaraciones cuya adhesión se exige a los países miembros.

Los oscuros episodios fueron silenciados por la cúpula de la ONU y sus responsables permanecen impunes, en lo que constituye una situación aberrante que ofende la moral de la humanidad.

Con severo acento crítico, Eric Frattini confirma la negligencia de la organización, en sendos genocidios contemporáneos acaecidos en Ruanda y los Balcanes. Las masacres, que sumaron más de un millón de muertos, pudieron ser evitadas si se cumplía con el mandato de la carta fundacional.

El escritor lanza munición gruesa, cuando denuncia numerosos casos de corrupción, fraude, despilfarro y tráfico de influencias en el seno de la ONU. A su juicio, se trata de una estructura costosa e ineficiente, que otorga privilegios inadmisibles a costa de los contribuyentes del planeta, mientras el hambre, la miseria, la violencia y las epidemias siguen afectando a millones de personas.

Los cuestionamientos más duros están reservados al ex Secretario General Butros-Gali y al actual Kofi Annan, quienes, mientras proclaman públicamente su propósito de acabar con la corrupción, hacían y hacen la vista gorda ante prácticas inmorales conocidas y comprobadas.

La catarata de denuncias lanzada por el autor inunda una de las actividades más sensibles de la corporación: la política respeto a los refugiados, transformada, a la sazón, en un negocio muy rentable que provoca escandalosas pérdidas a la comunidad internacional, por el doloroso manejo de los fondos.

Las prácticas aberrantes de los cascos azules en territorios a los que supuestamente deberían proteger, constituye otro de los más álgidos núcleos de controversia.

Las denuncias de abusos perpetrados por los «soldados de la paz» contra las poblaciones civiles, resultan de una inusitada contundencia: genocidios, violaciones, prostitución, pedofilia y tráfico de drogas, entre otros graves delitos de lesa humanidad.

El autor menciona -con nombre y apellido- a los autores de estos atropellos contra la dignidad, que vulneran groseramente los derechos humanos que la organización afirma amparar.

Mediante el acopio de nutrida documentación y crudos testimonios, Eric Frattini construye una fuer
te denuncia, que desnuda el patético papel de la ONU, a la que responsabiliza de violentar en la práctica casi todos los principios que inspiraron su creación.

La gravedad de las imputaciones constituye un retrato valiente y osado, cuyo conocimiento público agravia la conciencia y la sensibilidad de la comunidad internacional.

El investigador no teme revelar situaciones por más escabrosas que estas sean y acusar a sus autores, por el firme respaldo que le otorgan las pruebas emanadas, en casi todos los casos, de documentos clasificados aportados por fuentes de la propia ONU.

Este es uno de los trabajos de investigación más minucioso que se haya publicado en los últimos tiempos, que ataca directamente el corazón y la moral de la corporación internacional, poniendo en tela de juicio la conveniencia o no de su existencia. *

(Ediciones de Espasa)