COMEDIANTE, ACTOR, GUIONISTA Y DIRECTOR CINEMATOGRAFICO

Se exhiben por primera vez en nuestro país todos los filmes de Massimo Troisi

Esta retrospectiva completa de su obra es organizada con el apoyo del Istituto Italiano di Cultura y el Ministero degli Affari Esteri de Roma, y se prolongará durante una semana. Troisi fue una de las figuras más relevantes en los últimos diez años. Sus filmes no tendrán posterior exhibición en Montevideo.

En 1981 el napolitano Massimo Troisi llamó la atención internacional con un filme dialectal, con trazos firmes para construir un grupo de personajes populares y con un humor que sería una de sus marcas de estilo. A partir de esa opera prima que será exhibida hoy llamada Comencemos de a tres, y en los diez años siguientes, se afirmó como uno de los más personales y creativos cineastas italianos.

Su muerte prematura a los cuarenta años cortó un carrera que sólo comenzaba.

Aunque su fama y notoriedad la alcanzó como actor de Ettore Scola (Splendor, Qué hora es, Il viaggio di Capitan Fracassa) y en particular su última aparición en Il postino de Michael Radford (falleció al día siguiente de terminado el rodaje), el verdadero talento de Troisi asoma en ese puñado de películas propias, donde fue además guionista y actor, y en las que mostró una vena sentimental y dramática.

Llama la atención que los filmes de Massimo Troisi no tuvieran mayor circulación fuera de Italia y que en Uruguay, por ejemplo, permanecieran desconocidos hasta ahora. Quizás su carácter regionalista dificultó la distribución internacional, o bien su ambientación popular, con resabios del neorrealismo, hizo poco seductores a sus filmes para el comercio cinematográfico. En ambos casos, fue un error.

 

Nápoles, teatro, cine

Comediante, actor, guionista y finalmente director cinematográfico, nació en San Giorgio a Cremano, un pequeño pueblito cerca de Nápoles, en febrero de 1953 en una familia numerosa.

Su infancia la pasó en la casa familiar junto a sus padres, cinco hermanos, dos abuelos, varios tíos y cinco primos, pero en la adolescencia y mientras cursaba la Secundaria intervino en la formación de un grupo teatral, I Saraceni, junto con Lello Arena, Enzo Decaro, Nico Mucci y otros jóvenes napolitanos.

En 1972 ese grupo se convirtió en Centro Teatro Spazio y comenzó una exploracion en el teatro dialectal. En 1977 se transformó en La Smorfa, con Troisi, Arena y Decaro. Luego el grupo se lanzó a hacer radio, tuvo un éxito imprevisto, pasó a la televisión y comenzó una trayectoria ascendente.

Primero fue Cordialmente insime (Cordialmente juntos), un programa coloquial de radio que los impulsó a la televisión. Se basaban en sketches breves, en apuntes costumbristas, en juegos de palabras y situaciones, que impusieron en dos programas sucesivos, Non stop y al año siguiente Luna Park. El trío desembocó luego en una culminación televisiva que aludía desde el título a una obra famosa del premio Nobel Luigi Pirandello: Così è (se vi piace), algo así como Así es si les gusta, que no era irreverente sino festiva.

En 1981 Troisi debutó en cine como autor múltiple y actor principal en Comencemos de a tres y desde ese momento arrancó su carrera exitosa.

 

Solo cinco películas

La obra propia en cine de Massimo Troisi se redujo a sólo cinco películas. Su segundo filme importante fue dirigido en colaboración con su amigo Roberto Benigni, quien hacia tambien un cine dialectal: Non ci resta che piangere (Sólo nos queda llorar, 1985), mejoró la experiencia en 1982 de Scusati il ritardo (Perdón por la demora), que seguía la línea de su primera película.

Es una comedia popular, divertida e inteligente con un variado y disfrutable retrato de tipos napolitanos, sentido del humor, inventiva y personajes muy definidos. En cambio Sólo nos queda llorar, retrocede hasta el siglo XV y allí ocurren algunas cosas imprevistas, como que Troisi y Benigni, que también son actores protagónicos, quieren enseñarle a jugar a las cartas a Leonardo Da Vinci, luego se empeñan en impedir que Colón descubra América y de a ratos cantan canciones de los Beatles.

Las dos películas siguientes parecen buscar una mayor penetración dramática en sus personajes: Los caminos del Señor tienen limites (Le vie del Signore sono finite, 1987) se ubica en el sur de Italia en los año veinte, en pleno fascismo, y cuenta la historia de dos hermanos, de los cuales uno es afectado por un desengaño amoroso y el otro será su sostén, con mucha fantasía y emoción. Y luego, en 1991, El amor no es lo que parece (Pensavo fosse amore invece era un calesse) está resuelto como una comedia melancólica para describir con cierto pesimismo la crisis de un matrimonio, y con cierta referencia a Schnitzler, aludido desde el título original donde la ronda se convierte en calesita. Por primera vez en su carrera, Troisi apelaba a una mirada más intelectual que emotiva, un intento de abrir nuevas búsquedas dramáticas en una obra que podía parecer liviana y en tono de comedia. Poco después fallecía inesperadamente.

 

Por pocos días en Montevideo

Los filmes llegaron en copias subtituladas en 35 milímetros y permanecerán sólo por unos días en Montevideo. Su presentación permitirá conocer la obra de un artista que importa. Y las exhibiciones confirmarán que es mucho el cine valioso que no llega normalmente.

Las películas de Troisi como director se complementarán con su labor interpretativa para Ettore Scola en Qué hora es, y se exhibirán desde hoy al jueves 21 en Sala Cinemateca.

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