Valdirio, maquinista y El Mar siguiente

En este periplo de análisis de la producción poética nacional, destacamos dos obras de reciente edición: «Valdirio, maquinista» y «El Mar siguiente», de los escritores compatriotas Enrique Bacci y Jorge Meretta, respectivamente.

Enrique Bacci, en su nutrida y sensible producción, ha concedido singular relevancia a la vida de los obreros ferroviarios y a todo el romanticismo y lirismo que gira en torno a la existencia de aquellos habitantes rurales o urbanos relacionados, de una u otra forma, con el tren.

Referidos a dicha temática, destacan dos libros anteriores: «Midland» (2002) y «Temprana bocanada» (2004). La presente obra, » Valdirio, maquinista» (2006), constituye la última parte de la trilogía.

La escritura de Enrique Bacci escapa a definiciones fáciles y análisis literarios cargados de erudiciones semánticas. Es una poesía que debe, particularmente, ser sentida, percibida y decantada a través de la sensibilidad, antes que mediante la utilización de fórmulas técnicas que quizá nos alejarían del verdadero sentido de los versos.

Este libro, al igual que los dos anteriores, condensa fragmentos de vivencias, cartas, anotaciones y conversaciones de un obrero ferroviario. A través de esas postales de vida, podemos descubrir, además, la existencia de múltiples personajes no menos cotidianos y entrañables, característicos del Uruguay de los dos primeros decenios del siglo pasado.

Bacci deja hablar a su personaje, le respeta sus códigos y discursos, en una poética de la simplicidad que no comporta, en forma alguna, superficialidad ni banalidad de contenido.

Muy por el contrario, los versos expresan, mediante un lenguaje sencillo, a menudo melancólico o alborozado, la realidad de los trabajadores del tren y sus vecinos y de los habitantes de los «pueblos ferroviarios».

El autor va revelando el entorno y los personajes que pueblan estos paisajes, a través de breves pinceladas que contienen trozos de historias, amistades, amores y desarraigos, fragmentos de la lucha por el pan diario y demás angustias y alegrías, con las cuales podemos identificarnos.

El segundo libro que nos ocupa, «El Mar siguiente», de Jorge Meretta, nos ofrece una nueva oportunidad de encontrarnos con un poeta de innegable oficio y dotado de una arraigada identidad cargada de pasión y dramatismo.

En esta brevísima selección de poemas, el talentoso bardo compatriota revela, una vez más, su gran capacidad para conformar pequeñas criaturas poéticas, dotadas de particular vida y personalidad.

El discurrir poético de Meretta confirma su manejo atinado del lenguaje, que apela a la economía de recursos sin perder la profundidad de contenido y la fuerza expresiva.

Estos poemas, escritos en el año 1996, que el autor creyó olvidados entre antiguos papeles, nos muestran a un Jorge Meretta en plena madurez creativa, que sabe manejar los vocablos en forma adecuada y que no necesita más que algunas palabras y unos pocos versos, para conformar imágenes de original fuerza expresiva. En estos textos, el autor vuelve a sus temáticas recurrentes: el amor, el erotismo, la pérdida y la muerte.

Esta circunstancia para nada empaña la capacidad del escritor para desarrollar vívidas imágenes, utilizar atinadas metáforas y construir sugerentes universos creativos.

En esta obra, la economía discursiva del autor llega a altas cotas de despojamiento y de minimalismo. Sin embargo, la creación conserva intacto su hondo contenido, aún en el caso de algunos versos mínimos como retazos, pero que consiguen igualmente emocionar y movilizar al lector.

Aún dentro de la libertad estructural con la cual se maneja, el talentoso vate imprime una particular musicalidad a su poesía, lo que corrobora el definido estilo que lo identifica.

El impecable manejo de las formas y los contenidos, la descarnada melancolía o el puro erotismo cargado de nostalgia, aparecen con renovada fuerza en «El Mar siguiente».

Pese a su brevedad, esta selección posee igualmente toda la intensidad expresiva que caracteriza a un poeta de raza. *

 

(Ediciones de la crítica)