Otro mundo

Desde la época de la tan mentada «Suiza de América», el Uruguay de «las vacas gordas» o la «tacita de plata», no transcurrió, cronológicamente, demasiado tiempo.

Sin embargo, analizando la realidad actual, cuesta imaginar a los demasiado jóvenes que, en algún momento de su historia, nuestro país fue aquel paraje mítico añorado por sus mayores.

Por entonces, la hoy alicaída moneda uruguaya cotizaba en relación de igualdad con el dólar y competía exitosamente con otros poderos signos monetarios.

Eran tiempos en los cuales prácticamente no existía la pobreza, que era un fenómeno casi folclórico. Incluso, la mayoría de los marginales, aún a la intemperie, solían vivir con bastante dignidad, gracias a la proverbial solidaridad uruguaya y a algún trabajo informal.

Aquel Uruguay comenzó a mostrar los primeros síntomas de resquebrajamiento a mediados de la década del cincuenta del siglo pasado, cuando se inició la devaluación del precio internacional de nuestras materias primas y cayeron los niveles de exportación.

Ello precipitó la crisis y agonía del denominado Estado de bienestar y del modelo estatista construido por el batllismo.

Las políticas económicas poco previsoras, la falta de visión para afrontar un nuevo escenario mundial y el fin del proteccionismo, entre otras variables, fueron responsables del paulatino derrumbe de un estilo de vida que fue paradigmático e incapaz de perpetuarse.

En «Otro mundo», el escritor Carlos Caillabet construye una novela autobiográfica, que da cuenta de los estertores, el agrietamiento y el descaecimiento del espejismo de la Suiza de América.

Esta es la primera novela del autor, que obtuvo una mención en el último concurso de narrativa organizado por la Intendencia Municipal de Montevideo.

Carlos Caillabet es un periodista de larga data, que, hasta ahora, sólo había incursionado en el género de investigación, abordando temas propios de su profesión.

Este relato, que podría ser considerada una novela de iniciación, narra la historia de un grupo de jóvenes de clase media o media baja, durante la década del cincuenta y principios de los sesenta.

El periodista y escritor, nacido a fines de la década del cuarenta, observa el pasado desde la perspectiva de un niño y un adolescente que se acerca a la adultez.

El título alude a aquel país ya definitivamente perdido, añorado por algunos y criticado por otros, pero radicalmente diferente al Uruguay en el cual hoy convivimos.

Valiéndose de un lenguaje sencillo y por momentos coloquial, el escritor nos sumerge en un mundo intimista, un barrio típico con sus penas y alegrías, pero también con sus ya perceptibles conflictos sociales.

El autor refiere a la incipiente lucha de clases y al vertiginoso proceso de concientización política creciente, sobre todo en los jóvenes de la llamada generación del 68 a la cual confiesa pertenecer.

Caillabet posee un indudable talento para narrar, salpicando las anécdotas con invenciones de su propia pluma y detalles cotidianos, como precios de productos, películas de la época, usos, costumbres y hasta modismos lingüísticos y formas de vestir, lo que otorga mayor verosimilitud al relato.

Por otra parte, demuestra una indudable capacidad de emocionar, sin caer en el sentimentalismo ramplón y efectista. Obviamente, no soslaya un humor por momentos mordaz, pero siempre atinado y nunca fuera de lugar.

Más allá de su innegable valor literario, «Otro mundo» posee un alto valor testimonial, de historia viva, narrada por un protagonista que intenta no tomar partido, sino mostrar aquella realidad tal como la recuerda. *

(Ediciones de la Banda Oriental)

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