SEXO EN EL VERANO

¿Es infalible la técnica del famoso orgasmo "del rock and roll’?

La técnica de alineación coital (TAC) fue propuesta por el psicoterapeuta estadounidense Edward Eichel y plantea un enfoque totalmente nuevo y sorprendente sobre el coito.

Según él, el TAC no sólo aumenta las posibilidades de que las mujeres alcancen el orgasmo durante la penetración, sino que las probabilidades de conseguir el orgasmo simultáneo también aumentan.

Eichel comprobó su técnica en 43 parejas de hombre y mujer. Antes de la prueba, el 23% de ellas declaró que alcanzaba el orgasmo durante la penetración y al finalizar la experimentación del TAC, el porcentaje fue del 77%.

Ninguna pareja había experimentado nunca el orgasmo simultáneo antes de la prueba, y después un 67% empezó a tenerlos.

La teoría en la que se basa el TAC es muy simple. Eichel afirma que las mujeres precisan de estimulación clitoridiana para llegar al orgasmo, por ello dedujo que los movimientos de la penetración son insuficientes para producir esta estimulación, por lo que inventó un movimiento «a lo rock and roll».

El TAC ejerce una presión rítmica y constante sobre el clítoris. Lo malo es que esta técnica no es fácil. Es preciso cambiar la forma de pensar, de sentir y de hacer con respecto a los hábitos adquiridos con los años, de otra manera se vuelve a las viejas y obsoletas técnicas de penetración.

 

Pasos a seguir para realizar el movimiento

Lo importante es la postura. El hombre se acuesta sobre la mujer, con ambas pelvis a la misma altura. Se introduce el pene pero manteniendo el tallo fuera de la vagina para que haga presión sobre el monte de Venus (ese promontorio carnoso cubierto de vello sobre la vulva).

Él debe dejar caer todo el peso sobre ella sin apoyarse con los codos. Su propio peso le hará deslizarse hacía tus hombros y tu cabeza.

Asegúrense de que él no se deslice hacia abajo, para que su pelvis no quede más abajo que la de ella. Ahora ella le rodea los muslos con sus piernas y descansa los tobillos sobre sus pantorrillas.

Ha llegado el momento de empezar a moverse. En lugar de las piernas y los brazos para moverse, ella utiliza la pelvis.

En este momento, ambos van a lamentar no haberse apuntado en clases de baile, porque la coordinación es imprescindible y crucial.

La finalidad es establecer un ritmo idéntico, es decir, que ambos se muevan exactamente de la misma forma y a la misma velocidad.

Ella dirige el movimiento ascendente: empuja hacia arriba y hacia adelante para forzar su pelvis hacia atrás. Él ha de permitir que su pelvis se mueva sin dejar de apretarse contra ella.

El pene desaparece dentro de la vagina durante el movimiento ascendente, y el descendente invierte el proceso. Mientras él lo hace, ella aprieta el clítoris contra la base de su pene.

Lo importante es mantener el ritmo de una manera regular y constante.

Durante el movimiento descendente su pene presiona el monte de Venus y se desliza hacia el exterior de la vagina, sin salir del todo. Muy importante.

En lugar de acelerar el movimiento, como hacen casi todas las parejas, el objetivo del TAC es mantener el ritmo de una manera regular y constante.

No aumenten ni reduzcan la velocidad.

Si lo hacen bien y durante el tiempo preciso, ambos alcanzarán el orgasmo de forma natural y sin esfuerzo.

Los criticones de esta técnica comentan que la relación sexual se convierte en algo falto de espontaneidad y que el sexo pierde su carácter de juego sin reglas, porque siempre se consiguen los mismos ­buenos­ resultados.

Pero también es cierto que todo lo humano es técnica y aprendizaje y que aprender algo nuevo es bueno siempre que no nos obsesionemos con ello.

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