La tecnología al servicio de la cultura

La directora uruguaya Mariana Percovich tiene un blog dedicado a su futuro proyecto teatral, «Una lluvia irlandesa». Así como lo hizo con su anterior creación, «Playa desierta», su bitácora va relatando el proceso de creación de la obra.

El miércoles 25 de julio a las 14.00 horas bajo el título «Pensar sobre el amor» Percovich inauguraba su blog relatando una experiencia de trabajo de campo para la creación escénica. «La mujer está en un bar. Sentada mira llover por la ventana. Llega un hombre. La mira. Comienza la historia. Primera entrada sobre el amor.»

Así se manifiesta conceptualmente el drama, luego la directora cita algo de «La maldición del sexo» de Colette Soler: «Mi tesis es que ya no tenemos mitos del amor. Los amores míticos, paradigmáticos, que se produjeron en el pasado, están muertos para nosotros. […] Nosotros ya no tenemos modelos del amor, y puede pensarse que tal vez sea algo afortunado, porque podremos inventarlos, caso por caso. Los amores sin modelos son amores a merced de los encuentros».

Dos días más tarde Percovich continúa su búsqueda sobre el amor y se dirige al psicoanálisis exponiendo una definición de Jacques Lacan, «dar lo que no se tiene a alguien que no es».

Agosto no aparece. El 14 de setiembre bajo el título «Ella y él» se encuentra una foto de ella ­Gimena Fajardo­ y una de él ­Gustavo Saffores­; directora y actores reunidos por primera vez en el espacio en el que estrenarán, la Vieja farmacia Solís. Se menciona por primera vez al autor, el catalán contemporáneo Josep Pere Peyró que según Percovich, «habla sobre los vínculos, el amor y la pareja. Sobre los lazos humanos. En este tiempo líquido y feroz demos espacio para mirarnos unos a otros. Porque el teatro genera emociones y eso es bueno». Inmediatamente se agregan conceptos de Daniel Veronese: «La idea de la emotividad, de la belleza y de la profundidad en una obra mía está sintetizada en la pianista de Open House cuando pregunta ¿qué es ser padre?, ‘es un hombre con miedo’, y ¿qué es ser madre?, ‘no es una mujer con miedo’. Y mientras responde toca los primeros acordes de la obra y empieza a cantar en play back con esa voz de Loud Reed. Siempre que voy a ver esa obra y veo eso me quiebro. No se por qué, no tiene explicación y eso es lo que te da de mágico el teatro, emociones, y ¿cómo llegué a eso? Pura intuición y cuando se produce la emoción algo sucede». «Esperemos que la emoción llegue de la mano de esta Lluvia Irlandesa. Eso espero», añade la directora que intenta que su espectáculo «renueve la emoción».

Se suceden ideas, conceptos de amor y de dramaturgia; de naturalidad y realidad. Actos de los personajes, miradas, gestos, «Cuando ella sonríe, cuando ella le sonríe, todo cambia. La magia comienza. Ella sonríe y el aire se llena de perfumes nuevos. Ella sonríe y él se entusiasma. No importa de qué, ella sonríe. Todo comienza. No importa cómo terminará, la pena se va, la tristeza también. Es el comienzo. Una lluvia Irlandesa». Escribió Percovich el 27 de setiembre.

El lunes 8 de octubre bajo el título, «Tiempo, tomarse el tiempo…» Percovich suma, a imágenes de los actores-personajes, una cita de Zygmunt Bauman de su «Modernidad líquida» en la que opina que «la velocidad no conduce a pensar» que «el pensamiento requiere pausas y descansos» y que «pensar nos distrae de la tarea del momento, que es correr y mantener la velocidad. Y en ausencia del pensamiento, la carrera sobre hielo delgado que es la suerte de los individuos frágiles en un mundo poroso puede confundirse con el destino. Y ese es un grave error». Luego de la cita la dramaturga expresa: «Vengan a un espacio real a pensar sobre nosotros, la gente que anda por este mundo, amando, creando, vean una obra de teatro que invita a mirarnos unos a otros… Tomémonos el tiempo que sea necesario para eso».

«Una lluvia irlandesa» se presentará en la Vieja Farmacia Solís, un espacio que se ha utilizado como cabaret (Las nenas de Pepe) y tanguería (Fontanarrisa de boliche). En este caso será un café por lo que Percovich optó por realizar trabajo de campo en algún bar para luego ensayar en el espacio en que se estrenará.

La directora escribió sobre su exploración del lugar, «Las sillas desordenadas fueron parte de un ejercicio de espacio. Nos imaginamos esas sillas ocupadas por gente, estaban allí y había que llegar entre ese laberinto al otro. Las posibilidades son muchas a nivel de los cuerpos, piernas, brazos, espalda. Se pueden mover. Se los puede ver. Hay que seguir investigando».

El 1º de noviembre aparece un saludo del autor agradeciendo la decisión de representar su texto y deseando que el proyecto cumpla con las expectativas de la directora. Tanto los actores como la asistente de dirección, Florencia Mirza, hacen sus aportes sobre el amor. Idea Vilariño, Roland Barthes y Declan Donnellan son algunos de los autores mencionados en el verano. Aparece cine, literatura, filosofía, todo vale para nutrirse de conceptos e imágenes que ayuden a encontrar el camino.

El drama tiene cuatro escenas, iniciadas por monólogos, que se han ensayado día y noche como refleja el blog. Se puede seguir la poesía de la creación en: marianapercovich2.blogspot.com.