El filme El Círculo, sobre la vida de Henry Engler, triunfó en Trieste

Coproducido con Alemania, Chile y Argentina, el documental uruguayo recorre el pasado aterrador del médico y científico uruguayo Henry Engler, reconocido mundialmente por sus investigaciones en Suecia sobre el mal de Alzheimer.

Galardonada por el jurado, formado entre otros por dos cineastas, el ítalo-peruano Francisco Lombardi y el mexicano Nicolás Echevarría, la película uruguaya actualmente en exhibición en Montevideo, recorre la vida militante de Engler, quien permaneció detenido en condiciones infrahumanas durante doce años en calidad de rehén de los golpistas uruguayos y que evitó caer en la locura gracias a la imagen de un círculo que inventó en la pared, al que enviaba sus pensamientos y delirios.

La cinta es una doble invitación a reflexionar sobre el oscurantismo de la dictadura y también sobre los límites del ser humano.

La película, que fue presentada en el Festival de San Sebastián (España), resulta no sólo un viaje dantesco a las atrocidades a que puede ser sometida una persona, sino que también ilustra la búsqueda y las estrategias que el ser humano inventa para resistir, sobrevivir y por último ser un individuo mejor.

«Es el científico de hoy que evoca al prisionero de ayer», reconoce el chileno Rodrigo Díaz, el director de este festival que contó en esta edición con casi doscientos largometrajes y cortometrajes de América Latina.

Otra cinematografía poco conocida en el viejo continente, la de Colombia, fue premiada generosamente por la cinta «Los actores del conflicto», de Lisandro Duque.

El director colombiano describe con humor la terrible situación de los cientos de secuestrados en Colombia y emplea la comedia y la sátira para denunciar uno de las mayores tragedias que vive actualmente ese país.

La cinta recibió el premio al mejor guión, mejor dirección y mejor interpretación, por la excelente actuación de Mario Duarte, uno de los tres mimos callejeros protagonistas del filme.

Igualmente recibió el premio Cervantes, que concede el instituto cultural español del mismo nombre, por el «lenguaje realista y eficaz» que emplea para describir una realidad tan compleja como la colombiana.

Otro viaje íntimo, el filme «Alicia en el país», del chileno Esteban Larraín, que narra el mágico periplo de una niña quechua al recorrer 180 kilómetros a pie entre Bolivia y Chile en busca de una vida mejor, fue galardonado con el Premio Especial y premio a la mejor Opera Prima.

Todas ellas terminan, por caminos muy diferentes, por mostrar las fermentales realidades de todo un continente.

El festival de Trieste, ideado por el notable cineasta argentino Fernando Birri, seleccionó para el concurso 14 largometrajes y contó este año con más público del habitual.

Trieste rindió también homenaje al realismo urbano latinoamericano con una retrospectiva del italo-peruano Francisco ‘Pancho’ Lombardi, autor muy conocido en Perú y cuyos filmes impactaron.