LIBROS: Conjura. "La CIA y los medios en Uruguay", la verdad sobre el caso de Jacobo Arbenz

La doctrina de la conspiración y la mentira institucionalizada

En «La CIA y los medios en Uruguay», el docente uruguayo Roberto García Ferreira elabora una reveladora investigación, que denuncia pormenorizadamente una de las más oscuras conspiraciones perpetradas por el imperialismo norteamericano.

El autor, que es docente del Departamento de Historia Americana de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República, ha publicado artículos de análisis en revistas especializadas, con arbitraje externo de Guatemala, México, Argentina, El Salvador, Costa Rica, Perú y Estados Unidos.

Asimismo, ha dictado conferencias de grado y posgrado e integró numerosos paneles en congresos nacionales e internacionales, en los cuales desarrolló temas de su especialidad.

En este libro, el autor asume el desafío de poner bajo la lupa uno de los episodios menos estudiados por la historiografía americana contemporánea, que desnuda la deleznable agresión imperialista perpetrada por Washington durante la primera fase de la Guerra Fría.

Su indagación toma como tema central el derrocamiento del presidente guatemalteco Jacobo Arbenz, que en la década del cincuenta del siglo pasado, lideró una revolución de inspiración nacionalista que puso en jaque al poder hegemónico.

No es casual que el autor haya seleccionado este caso para corroborar la verídica historia negra de la CIA, que, desde su fundación, es el más importante engranaje del aparato de inteligencia de la política expansionista de la Casa Blanca.

En efecto, la deposición del mandatario centroamericano está intrínsecamente ligada a la historia de nuestro país, que lo acogió durante un tiempo en calidad de asilado político.

Sin embargo, muchas de las circunstancias que rodearon su compulsiva renuncia y su residencia en Uruguay, resultan poco o nada conocidas.

La Agencia Central de Inteligencia, que siempre ha operado entre bambalinas con códigos mafiosos y absoluta impunidad, fue responsable de numerosos golpes de Estado, guerras y agresiones, tanto en América Latina como en África, Europa y Asia.

Aún antes de la desclasificación de parte de sus archivos, era bien conocido su apoyo a las dictaduras de la región y su participación en cruentos golpes de Estado, como el alzamiento militar que derrocó al presidente socialista chileno Salvador Allende, entre otros.

Su actividad, que se extendió a todo el continente, resultó también determinante en la frustrada invasión perpetrada contra la Cuba castrista y en el asesinato del guerrillero argentino Ernesto «Che» Guevara, en Bolivia.

La CIA también desarrolló tareas de espionaje en Asia, a los efectos de apoyar la invasión de Estados Unidos a Vietnam, que devino en una de los más despiadados y sangrientos conflictos bélicos del siglo pasado.

Nuestro Uruguay también fue escenario de la praxis conspirativa de la agencia norteamericana, que manipuló, durante un buen tiempo, a la policía y los servicios de inteligencia vernáculos.

Pese a los desmentidos del poder de turno, las operaciones fueron denunciadas reiteradamente, incluso por funcionarios del propio aparato represivo estatal, como el comisario Alejandro Otero.

En este trabajo, Roberto García Ferreira construye una prolija investigación, que apunta a desentrañar el complot que culminó con el derrocamiento de Jacobo Arbenz y los pormenores de su exilio en Uruguay.

Con el propósito de ilustrar al lector, el autor reconstruye el contexto histórico de la posguerra, fuertemente marcado por la pulseada entre las dos potencias hegemónicas. En ese contexto, Roberto García Ferreira evoca el origen de la efímera revolución guatemalteca, el gobierno de Juan José Arévalo y el posterior proceso encabezado por Jacobo Arbenz, quien imprimió un sesgo radical a las políticas que pretendieron modificar las estructuras del martirizado país centroamericano.

Mixturando la información con el análisis situacional, el docente corrobora las verdaderas motivaciones del derrocamiento de Arbenz, que no obedecieron a móviles políticos sino económicos.

En efecto, la reforma agraria promovida por el mandatario lo enfrentó a la United Fruit Company, la poderosa trasnacional bananera que fue afectada por la reforma agraria.

La lectura e interpretación de numerosos documento prueba ­en forma absolutamente inequívoca- que el servicio de inteligencia norteamericano instigó y manipuló la operación militar mercenario que logró deponer al presidente nacionalista y la instalación de un régimen títere funcional a los intereses de Washington y de los capitales norteamericanos.

Empero, el estudio no se limita a la mera denuncia del complot, sino también de la campaña de desprestigio montada por la propia inteligencia yanqui, con el propósito de ganar apoyos y manipular las decisiones de los países de la región en el ámbito de la siempre obsecuente Organización de Estados Americanos.

Aunque parte de la información contenida en este libro es conocida, resulta altamente plausible el trabajo de investigación, tanto en materia de acopio de documentación como de análisis de la coyuntura política de la época.

Obviamente, el tramo más revelador y significativo de esta obra es el consagrado al exilio de Jacobo Arbenz en nuestro país. Las pruebas aportadas, que son naturalmente contundentes, confirman que el depuesto mandatario era sometido a una permanente vigilancia por parte del Servicio de Inteligencia y Enlace, que operaba bajo las órdenes de la CIA.

No menos elocuente es la descripción de la campaña de prensa montada por la agencia contra Arbenz, mediante la manipulación de notorias publicaciones uruguayas de derecha.

El mandatario era acusado públicamente de ser una pieza clave de una supuesta «conspiración» comunista inspirada desde la Unión Soviética, una habitual estrategia para institucionalizar la mentira.

El autor ensaya un interesante contrapunto entre las publicaciones cómplices del imperialismo norteamericano y las de la izquierda vernácula, que naturalmente apoyaban al exiliado guatemalteco.

También revela la actividad de algunas organizaciones fascistas de nuestro país que operaban a las órdenes de la inteligencia norteamericana y eran funcionales a los intereses hegemónicos de la Casa Blanca.

La transcripción de fragmentos vertebrales de documentos desclasificados de la propia CIA y de informes confidenciales del Servicio de Inteligencia y Enlace de nuestro país, constituyen el núcleo más sólido de este trabajo de indagación.

El autor sabe organizar y presentar adecuadamente el material recopilado, a lo cual adosa una afinada interpretación de hechos, situaciones y circunstancias.

«La CIA y los medios en Uruguay: el caso Arbenz» aporta una nueva visión acerca de la flagrante intromisión norteamericana en la política doméstica de los países latinoamericanos, durante la fase más álgida de la Guerra Fría.

Roberto García Ferreira trasunta un alto grado de compromiso con la verdad, con el propósito de arrojar luz sobre uno de los episodios más oscuros de la historia latinoamericana contemporánea. Más allá del mero episodio evocado, el libro denuncia la inmoral actividad de uno de las organizaciones secretas más letales del mundo, que actualmente sigue operando ­con absoluta impunidad- en Irak, Afganistán y otras regiones agredidas por el imperialismo unipolar.

(Editorial Amuleto)

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