Mastropiero. El compositor es recordado en un CD de regocijante belleza musical

Coros y grupos vocales argentinos cantan las obras de Les Luthiers

El CD se titula «Muchas Gracias Mastropiero» y, según anotan los productores, se trata de reflejar en él «la riqueza y variedad de algunos de los mejores coros y grupos vocales del país». Es al mismo tiempo «un homenaje a estos singulares artistas que tan bien nos representan en todo el mundo».

El disco ­que está a la venta en Uruguay­ es una verdadera delicia musical que muestra el cariño y la admiración que ha despertado Les Luthiers. Con motivo de la Expo celebrada en 2007 en el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires, se conocieron numerosas agrupaciones que, de una manera u otra, intentan seguir el camino trazado por los maestros. Algunas vinieron de otros países, como la uruguaya «Tocata y Fuga», que participó con sus aplaudidas actuaciones en aquella Expo.

La idea de plasmar el presente disco con algunos de esos seguidores, estaba en mente de los productores un tiempo antes de los festejos. Y así se logró reunir estas catorce joyitas que evidencian el espléndido trabajo vocal que los cantantes dedicaron al insigne compositor Johann Sebastian Mastropiero, cuyo discutido talento ha llevado la hilaridad a los espectadores de varios países.

El contenido del CD es el siguiente: «Teorema de Thales», «Oi Gadóñaya», «Epopeya de Edipo de Tebas», «Bolero de Mastropiero», «Si no fuera santiagueño», «La yegua mía», «El explicado», «La bella y graciosa moza», «Lazy Daisy», «Somos adolescentes mi pequeña», «Añoralgias», «Perdónala», «Educación sexual moderna» y «Juana Isabel».

El orden mantiene con bastante fidelidad la cronología de las obras originales editadas a lo largo de los años, desde el primer disco «Sonamos pese a todo» (1971) hasta el espectáculo «Los premios Mastropiero» estrenado en 2005.

Las versiones respetan cuidadosamente las interpretaciones de Les Luthiers, pero agregan variantes y arreglos del acervo particular de cada grupo, en especial en lo que se refiere al número y naturaleza de sus integrantes, que en algunos casos conforman coros mixtos.

Es así que aparecen no sólo varios tenores, barítonos y bajos, sino también sopranos, mezzosopranos y contraltos. El coro de los barqueros del Vólgota es, obviamente, todo masculino, pero en el «Bolero de Mastropiero», en «Perdónala» y en el merengue «Juana Isabel» las voces femeninas se hacen oír con categórica vivacidad.

El resultado es una buena muestra del esplendor vocal que han logrado estos coros. La emisión de las voces, su proyección sonora, el equilibrio entre los diferentes registros, el control de las dinámicas y los arreglos con impecables armonizaciones, no hacen más que revitalizar las ingeniosas partituras originales y la inteligente gracia de los textos.

Esto se hace más evidente en aquellos números que no gozan del apoyo de un acompañamiento instrumental, como en «Somos adolescentes mi pequeña» y la «Educación sexual moderna». Ambas versiones son deslumbrantes exhibiciones de precisión y dominio de voces.

Cada interpretación se explica y se entiende por sí misma, pero el oyente deberá recordar que en el madrigal, al solista que canta «aferróla por detrás» se le caen las hojas con el texto y las entrevera, lo que justifica el desopilante intercalado de frases que viene después.

Los luthierófilos podrán seleccionar sus tracks preferidos, pero entre los mejores deben figurar el teorema de Thales, la canción rusa y el estimulante «Lazy Daisy», plena de ritmo y rebosante de swing. En los tres, cabe destacar la maravillosa voz del bajo Pol González.

Esta edición, disfrutable desde el primero hasta el último compás, se completa con una lámina desplegable que contiene, entre otros datos, la integración de cada uno de los grupos en cada grabación.

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