El poder del crimen organizado y su alianza con el capitalismo

En «Gomorra», el investigador italiano Alberto Saviano construye un contundente testimonio que denuncia las inmorales actividades de la temible mafia napolitana y su imperio económico de dimensión planetaria.

Desde su publicación, la exitosa novela, que ya ha sido adaptada al cine, provocó una honda conmoción, tanto en Italia como fuera de fronteras.

A raíz de la fuerte repercusión de esta reveladora investigación, el autor fue amenazado de muerte y obligado a vivir oculto, bajo permanente custodia policial.

Saviano, que nació en 1979 en Nápoles, es miembro del grupo de estudios sobre la Camorra y la Ilegalidad y colaborador de los periódicos «Il Manifiesto» e «Il Corriere del Mezzogiorno».

Asimismo, sus narraciones y reportajes han aparecido en numerosas publicaciones y antologías.

Fruto de sus arriesgadas pesquisas, el osado periodista escribió y editó «Gomorra», novela que fue traducida a varias lenguas, entre ellas al castellano.

Para elaborar este documentado trabajo, el autor debió arriesgarse a infiltrar a la propia mafia napolitana, integrarse a sus cuadros y compartir experiencias con algunos de sus líderes e integrantes.

Ello le permitió recopilar abundante información en torno a las actividades del crimen organizado, sus técnicas operativas, sus deleznables métodos autoritarios y sus diversas estrategias de dominación y acumulación de poder.

Obviamente, este minucioso libro documental se nutre también de indispensables insumos de archivos judiciales y policiales, todo lo cual conforma una materia de alto valor literario y testimonial.

Para otorgar mayor dinamismo a la lectura, Saviano construye su obra mediante una estructura novelesca, que otorga singular protagonismo a los personajes de esta historia real.

Corroborando que pese a su juventud es un avezado narrador, el investigador inicia su relato con una imagen realmente estremecedora, al describir la caída de una montaña de cadáveres de un contenedor depositado en el puerto de Nápoles.

Lo que parece un recurso meramente efectista y hasta truculento, deviene luego en la implacable denuncia de una de las actividades más lucrativas de la Camorra napolitana: el tráfico de muertos.

El narrador explica que este negocio consiste en venderle a los chinos emigrantes una suerte de seguro de vida (o de muerte), que garantiza el regreso de los cuerpos a su país de origen y hasta una parcela de tierra donde estos son inhumados.

La referencia ­ que tiene una extrema explicitud- opera como mero disparador de una narración de trazo casi siempre pesadillesco, que describe el vasto y tortuoso universo del crimen organizado que opera en el sur de Italia.

Apelando a abundante y esclarecedora información obtenida de primera mano, Saviano afirma que el puerto de Nápoles es la puerta de ingreso a toda Europa, de buena parte del contrabando de diversos artículos originarios del Lejano Oriente.

En efecto, el descomunal crecimiento exponencial de la industria china, que explota despiadadamente a su fuerza de trabajo con métodos esclavistas, ha provocado una fuerte desestabilización de los términos de intercambio a nivel global.

La denuncia del autor plantea la primera reflexión acerca de los demoledores efectos de la globalización, la desregulación laboral y la cada vez más acentuada apropiación de la plusvalía por parte del capital trasnacional.

Obviamente, esta inicua ecuación económica, que conjuga el aumento de la producción con la baja de los costos salariales y la mejora de la siempre mentada rentabilidad, constituye una suerte de biblia para buena parte del empresariado uruguayo.

Sin emitir explícitos juicios de valor acerca de la génesis de este fenómeno planetario y sus graves consecuencias, el autor construye un fuerte alegato en contra de las actividades de la mafia, que se ampara y se sirve de las reglas del sistema.

Según el osado periodista, Nápoles es una suerte de universo aparte, que parece disociado del resto de Italia, desde donde se moviliza buena parte de la actividad económica mundial.

En efecto, la Camorra capitaliza muy bien en su beneficio las condiciones de un mercado extremadamente volátil, que requiere productos de calidad a bajo costo.

Saviano denuncia la existencia de numerosas fábricas textiles clandestinas administradas por el crimen organizado, en las cuales laboran operarios a cambio de míseros salarios. La producción, obviamente, es casi siempre comercializada legalmente, en cadenas de tiendas y supermercados diseminados por todo el planeta.

En este caso, la ecuación costo ­beneficio adquiere una connotación realmente perversa, explotando despiadadamente a una fuerza de trabajo que acepta condiciones inmorales con tal de no engrosar la masa de desocupados.

Saviano revela que la Camorra apela también a otros sofisticados mecanismos de «seducción» para retener a sus «socios» trabajadores, a quienes suele otorgar regalos y hasta créditos a irrisorias tasas de interés para financiar sus actividades industriales.

Narrando a partir de su propia experiencia y de testimonios de miembros «arrepentidos» de la corporación criminal, el investigador indaga en el corazón de la organización y su estructura de poder, que, a diferencia de lo que sucede con la Cosa Nostra, es relativamente horizontal.

Saviano aporta reveladora información respecto al inmenso poder de la organización criminal que opera -a escala planetaria- en la industria textil, la tecnológica, el mercado de electrodomésticos, el tráfico de drogas y la comercialización ilegal de armas.

En tal sentido, denuncia la masiva apropiación del cuantioso arsenal de los ejércitos de Europa del Este tras el epílogo de la guerra fría. Las armas luego son vendidas al mejor postor, coadyuvando a alimentar la violencia de conflictos regionales y otras conflagraciones.

Construyendo su relato como una auténtica ficción literaria y hasta cinematográfica, Alberto Saviano describe detalladamente la rivalidad entre los denominados clanes que integran la Camorra, los frecuentes ajustes de cuentas y las masivas ejecuciones.

También revela los rituales de iniciación e ingreso a la corporación, los rígidos códigos de convivencia y el alto valor de la lealtad y la confianza, cuya pérdida casi siempre acarrea aberrantes crímenes.

Obviamente, Sabiano tampoco soslaya la descripción de las operaciones ejecutadas por las unidades especiales de la policía anti-mafia, que han asestado duros golpes a los clanes.

Este libro, cuyo título tiene una explícita connotación bíblica que refiere naturalmente a la corrupta ciudad que según los textos sagrados fue destruida por el «fuego divino», es el potente testimonio de un investigador que ingresó al corazón mismo de la Camorra napolitana.

El trabajo, que fue elaborado con un alto grado de profesionalismo y compromiso con la verdad, abunda en detalles y en nombres reales de connotados líderes mafiosos, que operaron o siguen operando en la estructura de la organización.

«Gomorra» es una mixtura entre la novela policial y el descarnado testimonio histórico de un impactante fenómeno contemporáneo. La obra denuncia las inmorales prácticas de una sangrienta corporación criminal, que detenta un descomunal poder económico y político y actúa al amparo de las reglas de un sistema movido por la rentabilidad empresarial y la acumulación capitalista.

(Edición de Debate)