¿Los horteras de Facebook?

Ha revolucionado Internet y encabeza el ranking de éxitos 2.0. Es la cabeza de la revolución silenciosa del Social Media, que ha devuelto el poder de la red al usuario, haciéndole protagonista y no sólo receptor del mensaje.

250 Millones de usuarios utilizan mensualmente la red social por excelencia: Facebook. Pero no todo es idílico dentro de la red social y como diría el dicho ochentero: «no hay parto sin dolor ni hortera sin transistor», muchos de los usuarios de esta red social intentan de forma tan desafortunada como en ocasiones surrealista sentirse protagonistas de su propia red de amigos. Desean los tópicos y televisivos 5 minutos de gloria.

Y es que nunca fue tan fácil tener amigos como tras la llegada de las redes sociales. 500, 600, 1.000 o más amigos es posible tener aunque apenas se conozca al vecino con el que se comparte escalera. Y eso que según la teoría del número de Numbar, el tamaño de nuestro neocortex cerebral sólo permite a los individuos tener una relación estable que ronda los 150 contactos aproximadamente.

Otros estudios sobre el fenómeno de Facebook han sido más incisivos aún en estas métricas. Generalmente las mujeres tienen de media más contactos que los hombres y aquellas más atractivas o con fotos de perfil más sensuales (por ejemplo en bikini) logran un 50% más de contactos de media que otras féminas.

Dentro de todo este maremagnun de datos y personas está la necesidad del individuo de destacar sobre los demás, de darse a conocer, promocionarse personalmente y a modo de high school americano hortera, de ser popular. Pero la realidad en ocasiones es mucho más dura: «Hoy me di cuenta que tengo más de 230 amigos en Facebook y nadie con quien salir esta noche a tomar algo».

Ese intento de destacar nos lleva al surrealista uso «hortera» de una red social. Por ejemplo, una joven de Estados Unidos escribía en su muro: «Como odio mi trabajo, mi jefe es un tirano gilipollas que sólo me da la mierda de trabajo por fastidiarme». Este tipo de comentarios habría que mantenerlo privado y no lanzarlo al mundo, especialmente si tu jefe es tu «amigo» en Facebook y amablemente te responde minutos más tarde en tu muro: «? te quedaban 2 semanas de tu periodo de prueba de 6 meses. Tienes 45 minutos para recoger tus cosas, no te dejes nada por aquí, y sí, evidentemente estoy hablando en serio». Cest la vie, pero nuestra joven amiga ha perdido su trabajo por dos motivos: por idiota? y hortera.

No sólo a nivel laboral encontramos casos complicados, de hecho donde más abundan es en las relaciones sentimentales. Facebook se ha convertido en una herramienta de uso cotidiano para investigar infidelidades y contactos de nuestra pareja. Existen muchas leyendas urbanas al respecto, hasta el punto que la Universidad de Guelph, en Canadá, publicaba un extenso estudio en el que se concluía que las redes sociales «alimentan celos y sospechas dentro de una pareja, facilitando además el contacto del individuo con sus ex parejas y una constante comunicación indirecta entre ellos».

Nada como indagar en foros de Internet para encontrar curiosos ejemplos donde queda claro que la realidad en ocasiones supera a la ficción: «Hoy me he dado cuenta de que la chica con quien estuve cerca de un año me puso los cuernos. Ella me decía que fue un abuso, pero hoy he visto que tiene a esta persona como amigo en el Facebook. Todo resultó un engaño»; «mi novia no me acepta como amigo en el Tuenti ni en el Facebook» ; «me he metido en el perfil de mi mujer en Facebook y he visto que ha puesto un comentario de que está hasta la coronilla de todo y que tiene ganas de un cambio»? son sólo algunos del gran listado de ejemplos horteras que encontramos en la red y que se deben a un mal uso de las redes sociales.

Así, ahora más que nunca es el momento de aplicar el viejo dicho: «vicios privados, publicas virtudes».

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