Jules Laforgue ya tiene su placa

Durante el siglo XIX, en 1843, los ciudadanos franceses formaban casi la mitad de los extranjeros y un cuarto de los habitantes de Montevideo. Los representantes diplomáticos del gobierno galo destacaban que «Montevideo valía más para Francia que todas sus colonias juntas».

Se llegó a registrar el caso de que en un mes anclaran en el puerto 116 navíos de ese país y 21 partieran cargados en el mismo día. La influencia francesa no estaba limitada al comercio y la economía. Montevideo sitiado, se impregnaba con los ardores del romanticismo. Vida y costumbres se sometían a los impetuosos arrebatos del liberalismo invasor.

Los salones literarios, los teatros, las tertulias privadas, las fiestas mundanas abrieron nuevas perspectivas en la sociedad provinciana y pacata, nuevos modos de entender la realidad y de representarla. Papel principalísimo jugaron las numerosas personalidades visitantes en una programada ofensiva cultural colonialista: educadores (Charles Laforgue y François Ducasse, padres de los poetas franco-uruguayos), médicos (Pierre Capdehourat), ingenieros (Jean-Pierre Cardeillac), periodistas (Jean Chrysostome Thiebaut, Joseph Vial), pintores (Amedée Gras, Durand Brayer, Darondeau, Fisquet, Lauvergne) y otros artistas que, actuando en Buenos Aires, influyeron notoriamente en el ambiente montevideano en sus breves visitas (Goulu, Monvoisin, Pallière, Debret, Pellegini).

En esos conflictivos años, nacieron dos enormes poetas: Isidore Ducasse (1846-70), conde de Lautréamont, y Jules Laforgue (1860-97).

Hoy, 16 de agosto, hace exactamente 150 años del nacimiento de Laforgue, un año antes que Pedro Figari, y se lo recuerda colocando una placa con su nombre en Juncal 1383, frente a la Plaza Independencia, casa que fuera demolida en 1960 que lucía el número de puerta 1373.

A las 12.30 está previsto el acto, con asistencia de la Intendenta de Montevideo y autoridades nacionales, en una coordinación de Virginia Lucas y Andrés Echevarría. A las 19.30, en la Alianza Francesa, Br. Artigas, 1270, mesa redonda con participación de Yves Mahé, director de la Alianza Francesa, los escritores Emilio Irigoyen, Jacques-André Duprey, Andrés Echavarría y el editor de Hum, Juan Carlos Reche.

Pionero del verso libre, Laforgue falleció de tuberculosis a los 27 años, vivió en Montevideo hasta los seis años (acaso conoció a Figari entre sus compañeros de barrio), su familia se marchó a Francia y tuvo una vida agitada, surcada de privaciones económicas y de errancia (vivió en Alemania, Inglaterra). Como escritor, poeta y escritor de arte, en especial, amistó con los impresionistas a quienes supo apreciar con agudeza.

Su influencia se proyectó entre los surrealistas, Guillaume Apollinaire, Ezra Pound, T.S. Eliot y Julio Herrera y Reissig, entre otros muchos.

Curiosamente, entre los convocados al aniversario, no figura Lisa Block de Behar, investigadora y autora de varios libros sobre Laforgue. Uno de ellos, publicado por el MEC en 1987, en ocasión de la visita del presidente Mitterrand, a quien se le ofreció el primer ejemplar, consistía en una antología de poemas y textos varios inéditos en español y un intenso y extenso ensayo Jules Laforgue o las metáforas del desplazamiento (luego traducido al francés), además de integrar y organizar coloquios, el primero en Uruguay, y encuentros internacionales en Francia (Tarbes, Pau).