La crisis de un modelo político y social y la génesis revolucionaria

En «Tupamaros: los comienzos», el escritor y periodista Rolando Sasso Mendoza reconstruye minuciosamente la génesis del fenómeno guerrillero en nuestro país, que se remonta a la primera mitad de la década del sesenta del siglo pasado, cuando se percibían los primeros síntomas de descaecimiento de la democracia.

El autor se inició en la militancia política en filas de la izquierda en 1971 y, al año siguiente, fue detenido por las fuerzas represivas bajo la imputación de colaborar con el Movimiento de Liberación Nacional.

Tras permanecer confinado en dependencias militares hasta 1977, emprendió el camino del exilio, radicándose en Suecia. Allí se interesó especialmente en los procesos políticos de América Latina.

De regreso a nuestro país en 1985, cuando se concretó el retorno de la democracia, colaboró con la revista Liberación Nacional y luego con el quincenario Mate Amargo, donde escribió hasta su cierre.

En 2005, Rolando Sasso publicó «La toma de Pando: la revolución joven», que es una reveladora crónica acerca de la preparación y ejecución de una de las más audaces acciones armadas emprendidas por el movimiento guerrillero.

En este trabajo, el escritor aporta nuevos elementos de juicio al análisis y la interpretación del nacimiento del fenómeno insurreccional en nuestro país.

Sin desestimar el trazo ensayístico, Sasso recrea la historia del imaginario combatiente a través de los testimonios de múltiples protagonistas, que evocan acontecimientos que conmovieron a Uruguay hace casi cincuenta años.

Los aportes incluidos en este trabajo permiten descubrir diversas claves para la comprensión de lo sucedido, en una de las épocas más agitadas y fermentales de nuestra historia reciente.

En la introducción de esta obra el autor ensaya un oportuno y detallado ejercicio retrospectivo, destinado a situar al lector en el contexto histórico de las décadas del cincuenta y sesenta, crucial punto de inflexión entre la agonía de la mítica «Suiza de América» y el dramático proceso de descaecimiento político, social y económico que precedió a la inauguración del período autoritario.

El texto opera como insumo para la interpretación de los códigos de una sociedad fuertemente polarizada y amenazada por el fantasma de la represión de los sectores más reaccionarios.

La reflexión también sugiere el naufragio y la decadencia terminal de un modelo de país, el advenimiento de irreconciliables antagonismos ideológicos, la crisis de la institucionalidad y la instalación de la violencia en el espacio ciudadano.

Washington Sasso no soslaya explícitos apuntes acerca del escenario de confrontación de la época, nacido de la lucha popular contra un modelo ruinoso y excluyente, la impune actividad de grupos ultraderechistas, la influencia del paradigma de la revolución cubana y el agotamiento de la vía electoral.

De algún modo, la evocación de este período que transcurre entre la segunda mitad de la década del cincuenta y el comienzo de los años sesenta, explica elocuentemente el ulterior devenir de los acontecimientos.

Por más que algunos actores contemporáneos de la derecha política vernácula se empeñen en maquillar la renguera de una democracia en proceso de descomposición, más allá de visiones subjetivas, las evidencias de la crisis resultan realmente elocuentes.

No en vano el investigador recuerda la derrota electoral del batllismo en 1958, el triunfo del Partido Nacional con una alianza conservadora entre herreristas y ruralistas, la reforma cambiaria y monetaria del por entonces ministro de Hacienda, Juan Azzini, y la firma de la carta de intención con el Fondo Monetario Internacional, que condenó a nuestro Uruguay a la dependencia y el tutelaje.

Obviamente, el horizonte de indagación de este libro excede al ámbito meramente público, para reflexionar sobre las razones que indujeron a un grupo de jóvenes uruguayos a armarse y abrazar con pasión un inédito proyecto revolucionario.

En efecto, hay una plausible apuesta a comprender y explicar sus motivaciones ideológicas, los valores compartidos, las razones de su desafío al Estado y del enfrentamiento a las fuerzas represivas.

Sasso reconstruye la historia del origen del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros acudiendo principalmente a los testimonios directos de algunos de los participantes en esta construcción colectiva, radicalmente diferente a las experiencias insurgentes de otros países del continente americano.

Mediante una vasta investigación documental, el historiador imprime a su trabajo ­que sólo abarca el proceso fundacional y las primeras acciones guerrilleras- un perfil bien testimonial pero despojado de eventuales trazos épicos.

De las fuentes consultas surge nítidamente que los comienzos fueron complejos y conflictivos, por los diversos perfiles de los miembros del denominado Coordinador que se reunía en La Teja, donde confluían personalidades de diversas extracciones ideológicas.

Un aspecto peculiar era la doble militancia en fracciones políticas, sindicatos o movimientos sociales, que a menudo condicionaba las voluntades y las decisiones del colectivo.

Sin embargo, hay por lo menos cuatro factores que incidieron en la génesis del movimiento guerrillero: el desencanto con la vía política para la transformación profunda de la sociedad, la epopeya de la revolución cubana, el fuerte deterioro de las condiciones de vida de la población y las agresiones de organizaciones de ultraderecha.

Por supuesto, el autor interpreta cabalmente la indudable trascendencia de las marchas de los cañeros de Bella Unión en los humores de actores políticos y sindicales de la época.

Este fenómeno constituyó un crudo testimonio de la miseria y la marginación de los trabajadores rurales, brutalmente expoliados por el latifundio y el sistema de acumulación capitalista.

Precisamente, de esas auténticas patriadas de a pie emergió uno de los revolucionarios más influyentes en la fundación del Movimiento de Liberación Nacional: Raúl Sendic, a quien el autor le dedica un capítulo entero.

Washington Sasso reconstruye también varias operaciones de aprovisionamiento de la organización clandestina, como el robo de armas del club Tiro Suizo, que fue la primera acción, la aduana de Bella Unión y la armería El Cazador.

La evocación de esta historia explicita claramente la audacia, la pasión y los ideales que inspiraban a aquellos revolucionarios, pero también la inicial inexperiencia de los protagonistas de esta épica insurreccional, que se preparaban para escribir un tramo crucial de nuestra historia contemporánea.

Este libro es una pieza cuasi coral que abreva de una fuerte base testimonial, en la cual confluyen reveladoras experiencias y reflexiones de actores directos del proceso fundacional del Movimiento de Liberación Nacional.

El trabajo recrea también el contexto histórico de una época de crisis económica y social, de creciente violencia política y de escalada de la represión estatal, en respuesta a la movilización popular que denunciaba la dramática devaluación de la democracia y luchaba por la construcción de un impostergable proyecto transformador.

«Tupamaros: los comienzos» es un documento histórico y literario indispensable, que se transforma, a la sazón, en una valiosa herramienta de interpretación de nuestro pasado reciente y hasta de un presente cargado de desafíos y renovadas utopías.

(Editorial Fin de Siglo)