ACEPTACION DE LA TRISTEZA

Alvaro Ojeda, poeta, narrador, crítico y periodista, es una de las voces más interesantes de la producción literaria nacional. Su estilo, curiosa mimesis entre sensibilidad y oficio, se caracteriza por la profundidad en el abordaje de las temáticas, que se suma a una sólida construcción del discurso poético.

Sus versos, que poseen una estructura propia y personal dentro de un aparente caos, semejan fragmentos de poemas sin principio ni final, pasajes de vivencias y sentimientos, estampas que el poeta va dejando fluir, como si formaran parte de una composición más abarcadora y total o intentaran expresar algo inefable.

En «Aceptación de la tristeza», el eje temático es el vacío existencial como fenómeno tangible y concreto, pero, al mismo tiempo, inasible e inabarcable.

Ese original formato estilístico potencia la idea de fragmentación de cada uno de los poemas, que semejan piezas que no encajan perfectamente entre sí, pero se contienen mutuamente como parte de algo tal vez más vasto.

La nostalgia, la incomprensión, la pérdida en todas sus formas, la carencia de afecto, el sentimiento de alienación, la soledad como algo enquistado y como una forma de ver y sentir el mundo, el paso del tiempo como paridor de ausencias, el amor, el desamor y la memoria, son facetas de esta tristeza a la cual alude el título.

En este libro, Alvaro Ojeda deja aflorar las emociones, exorcizar los demonios de la pena y evocar, de alguna forma, con palabras, grandilocuentes, sencillas, hilvanadas o sueltas, el sentimiento de una honda sensación de desamparo.

Los versos del talentoso autor trasuntan la extrema vulnerabilidad que provoca la tristeza y el demoledor agobio de la orfandad que no puede explicarse completamente.

Con la crudeza y la frontalidad de aquel que escribe, no para impresionar sino para expresar, para comunicar y comunicarse, ya sea con el otro como consigo mismo, el poeta compone una obra poblada de voces y silencios, en la cual los espacios vacíos, los principios o los finales que faltan, dicen más que lo que realmente se plasma en el envase literario.

(Estuario Editores)