TELEVISIÓN. APUESTA DE SEBASTIAN ORTEGA

Segunda parte de "El tiempo no para"

Por osadía, por desprejuicio, y por retratar con empatía pero sin compasión a una variopinta cantidad de exponentes de la generación treinta y pico, en la segunda mitad de 2006, El tiempo no para se convirtió rápidamente en una ficción «de culto». Sus seguidores no eran multitudes, pero eran fanáticos. Y muy fieles.

El mes próximo la productora Underground, de Sebastián Ortega, empezará a grabar El tiempo no para 2, con una continuidad de estilo -pero no de historia- respecto de la que fue una de las tres primeras producciones de Ortega, y la única de ellas que llegó a buen puerto. Las otras dos, que se emitieron simultáneamente, todas por canal 9, fueron Amo de casa (con Carlos Calvo) y Gladiadores de Pompeya (con Andrea del Boca y Gabriel Goity).

Esta nueva El tiempo no para, se verá por canal 7. Se hará con un elenco nuevo y, según afirman sus creadores, «conservará todo el espíritu artístico de la primera».

Canciones y personajes «raros» en sus aspectos y algunas costumbres se mezclaron, en aquella ficción original, con los vaivenes de los vínculos afectivos típicos de la adolescencia. Porque, tal como corresponde a estas épocas, los protagonistas seguían con indefiniciones de todo tipo hasta bien entrada la adultez.

Nacha Guevara, en el rol de Luna, una suerte de gran madre de todo el grupo de amigos; Dolores Fonzi, Antonio Birabent, Valentina Bassi, Julieta Ortega, Luciano Castro, Belén Blanco, Rafael Ferro, Federico Amador, Julieta Cardinali, Gonzalo Valenzuela, Walter Quiroz y Ludovico Di Santo fueron las piezas centrales de aquel elenco. Y toda la historia comenzaba cuando el grupo de amigos, que estaban separados, vuelve a reunirse después de cinco años para el funeral de uno de ellos, Martín, quien se suicida no sin antes dejar en una nota los secretos de cada uno de sus amigos.

Algunos de los actores de la tira original, según se supo, estarían dispuestos a participar también en esta continuidad. Claro que uno de los grandes atractivos de la propuesta fue el elenco coral, donde los problemas de todos tenían prácticamente el mismo rango, y esto podría verse dificultado por la categoría de «protagonista central» que algunos de esos actores alcanzaron en estos años.

Walter Quiroz y Dolores Fonzi (que hacían de hermanos) estarían en las conversaciones más avanzadas con la productora.

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