BLACK MACHINE, UN ESPECTACULO DE CUARTETO PROZAC

El suicidio de Van Gogh

El nuevo espectáculo de Núñez (nominado al Florencio Revelación 2001 por su trabajo en «Marleni» de Thea Dorm), se propone explorar tres momentos de la vida de Vincent Van Gogh (1853-1890), teniendo como eje dramático la idea del artista suicidado por la sociedad y cómo estos momentos conspiraron para que el 27 de julio de 1890 Van Gogh se disparara en el pecho. Estos tres momentos son: 1872 (Etten), Vincent pone su mano sobre una lámpara de petróleo. 1888 (Arlés), se corta el lóbulo de la oreja izquierda después de una discusión con Paul Gaughin, y por último los días previos al suicidio en 1890 (Auvers-sur-Oise) en el hospicio del doctor Gachet.

«Esta es una propuesta artística que procura establecer formas alternativas de comunicación social que produzcan más allá del hecho «artístico», un impacto y una reflexión en cuanto a la situación social y cultural de los individuos.

Para ello, hemos desarrollado una línea de trabajo cuyo accionar se centra en la búsqueda de nuevos lenguajes y representaciones mediante la combinación de diversas técnicas expresivas que integran, además del teatro y la plástica, la música, la danza, la imagen audio-visual (video, circuito cerrado, diapositivas). Entre ellas hemos privilegiado la yuxtaposición y empleo en simultáneo de estas técnicas expresivas», explica el director.

El elenco está integrado por María José Palomeque, Mariana Olazábal, Gabriel Córdova, Fernando Rosa y Fernando Alfaro.

Vincent Van Gogh

Como el amor, la locura de Van Gogh reside en la búsqueda orgullosa, exigente, implacable de una identidad que siempre le rehuye. Y su estancia en Auvers-sur-Oise será la última etapa de esa persecución desesperada, perdida de antemano, que impulsaba al propio Van Gogh a decir «hay circunstancias en las que vale más ser el vencido que el vencedor, mejor Prometeo que Júpiter».

Desde su nacimiento el 30 de marzo de 1853 en el pueblo holandés de Groot-Zundert (nacimiento que se produce un año exacto después de la muerte de su hermano, también llamado Vincent), hasta su muerte desangrado el 29 de junio de 1890 en Auvers-sur-Oise, tenemos 37 años que pasan tortuosamente por distintos momentos, desde aprendiz en la galería Goupily Cien (1869), maestro auxiliar en Londres (1876), ayudante en una librería (1877), estudiante de la Facultad de Teología (1878), predicador en Waslles (1879). En Bruselas va a la Academia de Bellas Artes (1880), empieza a recibir dinero de su hermano Theo, quien no dejará de ayudarlo económicamente hasta su muerte en 1882.

Como ayudante del pintor Mauve (1882) conoce y frecuenta a Bernard, Rusel, Toulouse-Lautrec, Monet, Renoir, Sisley, Pisarro, Degas y Signac (1886). A continuación se instala en Arles, pinta y convive con Gauguin; después de una discusión se corta la parte inferior de la oreja izquierda (1888). A partir de 1888 ocurre una serie de internaciones en diferentes hospicios, algunas voluntarias, otras no (1888-189). El 27 de junio se dispara un tiro de revólver en el pecho, pero la muerte no fue inmediata, ya que pudo regresar al Café Ravaoux. Se avisó a Theo y fue solamente dos días después, el 29 de julio que Vincent fallece, declarando a su hermano que intentaba serenarlo que «es inútil, la tristeza durará siempre» (1890). En la galería Christie’s de Londres, su cuadro «Los girasoles» llega a 22 millones de dólares, y hoy, años después, una mano incinerada, una oreja cortada y cientos de cuervos negros nos siguen girando. *

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