RETROSPECTIVA DEL CINE URUGUAYO

El país en imágenes

Simultáneamente se editará esta semana un pequeño libro crítico, Historia (no oficial) del cine uruguayo, por Ediciones de la Banda Oriental.

Para realizar esta revisión, que abarca 133 títulos, fue necesaria la recuperación y restauración de numerosos filmes, algunos de los cuales se exhibirán por primera desde su lejano estreno, por ejemplo los cortometrajes (realmente valiosos) de fines de los años cuarenta y de la década del cincuenta y comienzos de los sesenta. Y estarán, desde luego, los principales largos y cortos que en los últimos tiempos, desde 1993, han marcado el resurgimiento del cine uruguayo.

Cada día se exhibirán en los primeros horarios los filmes más antiguos y en los horarios finales, después de las 20 horas, películas recientes, como forma de comparar el antes y el ahora.

Tiempos lejanos

El cine en Uruguay existe desde 1898 (Carrera de bicicletas en el velódromo de Arroyo Seco). El primer largometraje quizás haya sido en 1919 Pervanche de Ibáñez Saavedra (tío abuelo del actual Presidente), pero se desconocen el filme y su duración porque fue destruido por un marido celoso al ver a su esposa convertida en estrella de cine, algo muy visto en el Montevideo de la época.

En 1923 Almas de la costa de Juan Antonio Borges fue anunciado correctamente como el «primer filme uruguayo» (de largometraje y ficción, se entiende). Después y a lo largo de varias décadas, hubo otras «primeras películas» del cine uruguayo (Vocación, El lugar del humo, El dirigible), lo que probaría que sus autores no habían visto mucho cine propio, o que el cine uruguayo nace con cada nuevo intento. Pocos países en el mundo han tenido tantas «primeras películas» en la historia de su cine nacional.

A lo largo de ochenta años ha habido más de cincuenta largometrajes, algunos de ellos documentales, pero no todos parecen memorables, lo que generó por años un arraigado prejuicio contra el cine uruguayo. Empero son referentes inevitables varios de ellos y en particular El pequeño héroe del Arroyo del Oro (Carlos Alonso, 1929), Un vintén p’al Judas (Ugo Ulive, 1959), y en tiempos más recientes títulos de segura calidad a los que deben sumarse cortometrajes como las formidables animaciones de Walter Tournier que integrarán una monográfica personal en diciembre dentro de este mismo ciclo.

Los grandes desconocidos

Lo que pocos conocen es que durante quince años hubo un cine de cortometraje con mucha obra valiosa de varios realizadores (Gascue, Miguel Castro, Hintz, Beceiro, Gardiol, Carlos Maggi, Ugo Ulive, Acosta y Lara, Oribe Irigoyen, Bayarres, Rodríguez Castro, Jorge Blanco, otros). Este cine comienza a fines de los cuarenta con los concursos de los cine clubes y llega hasta mediados de los sesenta. Era el cine llamado «independiente» en 16 mm, por lo general con sonido magnético, que no se exhibía fuera de un pequeño circuito de aficionados, pero que visto ahora, parece claramente el equivalente en cine de lo que esa generación, la del 45, hizo en literatura, teatro, música y plástica.

A esa continuidad de la generación del 45 se sumaría la generación del 60 que coincidió con un cine militante, donde importa Mario Handler (Carlos en 1964, Me gustan los estudiantes, Elecciones con Ulive que había hecho en solitario Como el Uruguay no hay, y ahora, por estrenar Aparte de Handler), con el antecedente de Alberto Miller (Cantegriles, otros) y la incorporación de Mario Jacob (que ya había hecho el Diario de filmación, con aporte de Coriun Aharonián, y realiza La bandera que levantamos) y de América Nueva (La rosca).

También por primera vez se propone una revisión crítica del cine de largometraje y ficción durante el período de Gabriel Terra en la década del treinta. Allí se realizaron películas claramente «colaboracionistas» (Dos destinos, Vocación?) y alguna muestra contestataria e irreverente como Radio Candelario. Sobre estas características no se había tomado noticia hasta ahora, pero puede comprobarse con los filmes a la vista.

Y sobre el segundo experimento autoritario en el siglo pasado, se pasa revista a películas del sistema como Gurí, prescindentes como El lugar del humo o la inefable Sábado disco, e intencionalmente opositoras como Mataron a Venancio Flores, además de filmes cortos y algunos documentos poco conocidos. En ambos casos se propone una visión crítica e intencionada sobre la relación del cine con hechos históricos ocurridos en el país.

Y luego de búsquedas y la recuperación muy reciente e inesperada de materiales, se ha podido dar con una parte de lo filmado hasta 1973 de ¡Ay, Uruguay!, título provisorio de un largometraje inconcluso de Miguel Castro, Rodríguez Castro, José Bouzas, que fue secuestrado y destruido por la dictadura. En base a copiones no incautados ahora se podrá ver lo poco pero representativo, que quedó de ese filme destruido en un allanamiento militar de la época, que derivó en la deportación de Miguel Castro.

Y, en el mismo sentido, se proyectarán algunos de los materiales sin compaginar, de un total de unas 60 horas, rodados clandestinamente durante esos años dentro del Uruguay, recientemente recuperados y traídos desde Madrid donde habían permanecido como documentación fílmica. Todo lo cual puede verse como una novedad o como un nuevo análisis del cine nacional.

De los noventa al presente

Probablemente los últimos diez años han sido los más interesantes, fermentales y creativos del cine uruguayo, por varios motivos, pero sobre todo por la aparición de filmes y realizadores empeñados en un cine a veces creativo y autoral. Este presente es en parte más conocido, y desde luego, la retrospectiva comprende, entre otros: La historia casi verdadera de Pepita la Pistolera, El dirigible, Una forma de bailar, El chevrolé, Otario, Patrón, El viñedo, La memoria de Blas Quadra, El hombre de Walter, En la puta vida, 25 Watts, Llamada para un cartero, Estrella del Sur, Corazón de fuego, 8 historias de amor, Los días con Ana, A pesar de Treblinka, Mala racha, Por esos ojos, Acratas, y una selección de cortometrajes.

Además de una monográfica con todos los filmes de animación de Walter Tournier, la primera que se realiza en el Uruguay sobre uno de los mejores animadores del cine latinoamericano e internacional. *

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