Hernán Cline se consagró el nuevo monarca de las Rutas

En plena ruta 3, fuera de Trinidad (mojón km. 144), noventa y nueve competidores iniciaron la jornada, 6ª y última de la carrera, cuando el reloj marcaba las 8.29 de la mañana.

Con un ritmo de vértigo, que superaba en los primeros compases de la jornada los 50 kph, Alas Rojas de Santa Lucía impedía intentos de fuga y cuidaba la posición de líder que ostentaba su defensor Hernán Cline.

A los 33′ de carrera, y pese a la velocidad, dos hombres logran tomar alguna distancia: Federico Pagani (V. Teresa) y el brasileño Sidenei Silva y algunos kilómetros más adelante, se suman Asconeguy, Maldonado, Villanueva, de Souza, Perfecto, Jukich y el infaltable Weber.

A la hora exacta de competencia, pincha el argentino Pagani, y es absorbido por el pelotón principal. Minutos después, los líderes cruzan por la ciudad de San José, y poco después son absorbidos.

Transitan por la ruta 11, manteniendo un alto régimen de marcha, cuando se produce una incidencia muy importante: el equipo del Dolores, con los Sasso, Tardáguila y Perfecto, atacan furiosamente, tomando diferencias y con la clara intención de buscar las bonificaciones que otorgan los próximos dos embalajes, buscando subir en la clasificación a Mario Sasso. Casualmente, el pasaje por la ciudad de Santa Lucía, cuna del Alas Rojas, encuentra a sus defensores tratando de contener el ataque que los doloreños habían desatado kilómetros antes. Las distancias se ubican en 1’03», y esto preocupa, ya que Cline está, provisionalmente, perdiendo en el camino el liderazgo.

Los santalucenses trabajan intensamente en la avanzada del grupo, pero los punteros no aflojan y la diferencia crece hasta 1’18», pero ya la sensación es que Alas Rojas ha preferido controlar la fuga a distancia, buen sistema para evitar más ataques. Al pasar por el último embalaje de Rutas, en la entrada a Las Piedras, que permite a Mario Sasso descontar otros 3 segundos, el pelotón ya está apenas a 38″ y, cuando transcurren 2.52′, se neutraliza la escapada, que duró poco más de una hora.

Con grupo compacto, se arriba a los accesos a la capital. Alas Rojas no quiere más sorpresas y controla desde el frente del pelotón absolutamente todo, ubicando a Cline en el lugar número 12 del grupo. A esta altura de la competencia, solamente un milagro (o una fuga) podría impedir la victoria del argentino nacionalizado uruguayo Cline. Con muchísimo público en el centro de Montevideo, se sube desde la rambla por Juncal hasta la plaza Independencia y tras circunvalarla, se ingresa a 18 de Julio, y frente a la Intendencia, comienza un circuito de 5.1 kms que se recorrerá en 5 oportunidades.

Antes del cierre de la primera de las vueltas al mismo, salta Jorge Bravo y saca unos 100 metros sobre la cabeza del grupo, y estabiliza una escapada con una diferencia que ronda los 20″. Los giros pasan rápidamente, y nada cambia. El control de los canarios es férreo y no hay como quebrarlo. Al frente, Bravo va rumbo al triunfo en la etapa, y lo consigue, pero el festejo se da atrás, donde rodeado por sus compañeros de equipo, Hernán Cline festeja su victoria.