Sebastián Bauzá podría renunciar tras una zancadilla de Nacional

Anoche quedó demostrado que los 17 votos que reunió el doctor Bauzá fueron consecuencia de la hipocresía política circunstancial que se generó en torno a la figura del joven dirigente, que paradojalmente hizo coincidir intereses muy contrapuestos.

Cuando el reloj marcaba las 18.50 de la víspera, el doctor Bauzá recibió una llamada telefónica del presidente de Nacional, Ricardo Alarcón, en la cual este le adelantó la mala nueva: que su club no iba a asistir a la Asamblea general donde debían votarse las venias de los futuros cuatro neutrales y que el doctor Héctor Olmos ­que había aceptado su propuesta para acompañarlo en el Ejecutivo­ tampoco iba a integrar el cuerpo a solicitud de su club.

El doctor Sebastián Bauzá, por primera vez se dio cuenta de que aquel capital político que los clubes le habían otorgado dos semanas atrás, era una bomba de humo, ficticio, porque no iba a poder administrarlo.

 

La gota que derramó el vaso

Molesto por la actitud de Nacional, el doctor Bauzá enfrentó a la Asamblea y le dijo cuál era el estado de situación. Antes, le pidió a los periodistas que se retiraran unos minutos de la sala, porque quería enterar a los presidentes y delegados de las últimas novedades, en privado.

En realidad Bauzá lo que quería era enterar a los clubes de los cuatro nombres que había elegido para armar su equipo, que había quedado «rengo» a último momento, tras la decisión de Nacional de excluir al doctor Olmos, en una clara demostración de solidaridad política con el economista Eduardo Ache, que varios clubes quieren sacar de cualquier forma del gobierno de la AUF.

El flamante presidente no llegó a hacer pública la plancha con los cuatro nombres: el economista Ignacio Alonso (Rampla Jrs), Enrique Moreira (Miramar Misiones), el contador Juan Pedro Flores (Peñarol) y el doctor Héctor Olmos (Nacional), cuando el delegado de Atenas de San Carlos, Enrique Frade, le estaba reclamando un lugar en representación de los tres clubes del Interior, que integran la Liga Profesional de Primera División.

Varios dirigentes dijeron a este cronista que la reacción de Bauzá fue explosiva, se molestó sobremanera con la reivindicación que hizo en sala el delegado de Atenas de San Carlos (club que tiene un mes en Primera División) y que a partir de esa intervención no recuperó más la ecuanimidad.

A la posición crítica de Atenas, que dijo era compartida por Cerro Largo y Tacuarembó, se sumaron las críticas del presidente de Racing, Raúl Rodríguez, a la postulación de Enrique Moreira, para integrar el Consejo Ejecutivo, quien adelantó que no iba a votar la plancha. Moreira es muy resistido por varios clubes porque sostienen que es un alfil de Eugenio Figueredo en la AUF y responde a sus intereses políticos, a pesar de que este lo ha desmentido reiteradamente. Moreira fue sancionado en 2006 por el Tribunal de Honor de la AUF y por ese motivo el doctor José Luis Corbo no lo pudo tener en cuenta para integrar el Ejecutivo, ya que era uno de los nombres que le habían recomendado.

Trascendió que al voto en contra a la postulación de Enrique Moreira adelantado por Racing, se sumarían los de Tacuarembó, Atenas de San Carlos, Cerro Largo, Liverpool, Nacional, lo que refleja que es un hombre muy cuestionado en el ámbito de la AUF.

Como la venia debe votarse según el Estatuto, por el régimen de plancha, quedó claro anoche que el apoyo que le dieron los clubes al doctor Bauzá hace dos semanas no le aseguraba discrecionalidad para armar el Ejecutivo.