El Amanecer los madrugó: Néstor Pías nuevo malla blanca

Y tal como estaba previsto, la segunda etapa con inicio en José Pedro Varela y final en Melo fue sumamente movida. A poco de bajarse la bandera comenzaron los ataques y hombres de diferentes clubes salieron a tomar distancia.

El primer corte se produjo antes de llegar a Treinta y Tres donde nueve hombres se adelantaron al pelotón y lograron establecer diferencias. Al pasaje por el Olimar, en el embalaje Sprinter, se impuso Gabriel Richard (Porongos) con buen remate final. La fuga se mantuvo por algunos cuantos kilómetros más, pero fue controlada a distancia por los principales equipos, fundamentalmente el Villa Teresa.

Este grupo es tomado a los 63 km de competencia, pero lejos de tranquilizarse el grupo máximo de ciclistas, enseguida viene otro ataque, encabezado por el propio equipo del líder de la carrera, Villa Teresa, que buscaba deshacerse de los equipos extranjeros. Sin embargo, esta actitud terminaría perjudicando a la gente de Nuevo París, ya que con mucha astucia, Alas Rojas y Amanecer se pliegan al trabajo de los albirrojos y se produce otro corte, donde se ven hombres muy importantes en la punta, pero donde resalta la ausencia del malla blanca.

Sin embargo, los foráneos trabajan y logran dar caza a los punteros.

 

Melo se acerca

Al entrar en la última hora de carrera, un terceto saltó del núcleo mayor en búsqueda de distancias en el camino, pero son rápidamente neutralizados. En este momento, el grupo puntero que definirá la prueba comienza a aprontar el embalaje final. Las diferencias siguen creciendo y el líder que lucha desde atrás no entrará en la fuga y ya siente cómo se le escapa el liderato de la general individual. Alas Rojas colocó además tres unidades, justo lo que necesita para apropiarse de la punta por equipos también, lo cual sucedió.

La llegada en Melo es una fiesta. Las voces de los relatores de Radio Cristal se hicieron un eco entre las radios del público y la gigante red de amplificación colocada en la Plaza Independencia.

Por Justino Muniz, un cordón humano vitoreó a los ciclistas que se lanzaron en busca de la meta. En un embalaje espectacular se impuso Néstor Pías, apoderándose del liderazgo de la prueba.