FORTUNA. NO HUBO QUE LAMENTAR VICTIMAS A PESAR DE LOS INCIDENTES

Tarde de furia en el Tróccoli

El espectáculo había transcurrido con normalidad hasta el pitazo final de Jorge Larrionda. Los jugadores se saludaron y, en algunos casos intercambiaron camisetas porque el partido fue, aunque duro con dos equipos fuertes, muy limpio, sin expulsados y con pocas tarjetas amarillas.

El bochorno comenzó en el preciso momento que los futbolistas de Peñarol intentaron ingresar en los camarines. Los hinchas de Cerro ubicados en la Tribuna Paraguay (cabecera que se orienta hacia Santín Carlos Rossi), en forma inesperada y que no era consecuencia de algún incidente posterior al partido, comenzaron a tirar piedras, obligando a los futbolistas aurinegros a retroceder a la mitad del terreno mientras la Policía evacuaba a los hinchas revoltosos de ese sector.

Pero en ese mismo momento, los focos de violencia también se registraban en la Tribuna Brasil donde estaba la hinchada de Peñarol, así como en las afueras del Estadio Luis Tróccoli, con corridas y detonaciones de armas de fuego, que se supo después fueron balas de goma que la Policía efectuó en el barrio Tobogán, para disipar el tumulto.

Pero precisamente en la Tribuna Brasil los hinchas de Peñarol comenzaron a tirar piedras, según unos, porque hubo alguien del Club Cerro que dentro del campo, «provocó» a los hinchas aurinegros. Estos con la intención de ir a «respaldar» a sus jugadores que eran apedreados por hinchas de Cerro rompieron el muro de contención y el alambrado, e intentaron ingresar al campo de juego.

Allí medió la actitud muy rápida de Darío Rodríguez quien llamó a su compañeros diciéndoles: «vamos, vamos a impedir una tragedia», e inmediatamente fueron a dialogar y convencer a los hinchas que pretendían ingresar al terreno de juego para que se mantuvieran en la tribuna.

Todo ese descontrol repentino de la hinchada de Peñarol, terminó con dos fracturados y varios lesionados por la caída del muro, quienes debieron ser trasladados hacia distintos nosocomios capitalinos, tras estar varios minutos dentro del terreno de juego rodeados por jugadores y cuerpo técnico de Peñarol.

Pero los incidentes afuera continuaban; los parciales fueron evacuando el escenario deportivo y allí se encontraron las barras de ambos en varios puntos de la salida. En uno de esos choques, un referente de la barra de Peñarol apodado «El Fernandito» recibió un balazo de una pistola 9mm en su tobillo derecho que determinó su inmediato traslado e intervención quirúrgica (ver recuadro).

Los futbolistas de Peñarol, mientras los hinchas mantenían sus disputas en las afueras, estuvieron más de 20 minutos dentro del campo de juego hasta que, escoltados por la Policía ingresaron al vestuario donde permanecieron otros 20 minutos hasta que se ordenó su salida del Estadio Luis Tróccoli escoltados por un fuerte dispositivo policial.

Así terminó la tarde en el Estadio Monumental Luis Tróccoli, lesionados, heridos y un muro y tejido roto que deberá responder Peñarol ante sus pares de Cerro, por haber sido dañado por los parciales aurinegros.

Los informes policiales, los informes de los veedores y lo que expresen en el confidencial los árbitros, serán analizados por el Tribunal de Penas que tomará las declaraciones correspondientes y luego sancionará a los equipos, aunque de plano se descarta quita de puntos de acuerdo al reglamento vigente en la AUF.

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