LUCHADORA. MARIA MELLO SORPRENDE EN JABALINA Y CON SU HISTORIA DE VIDA

"El atletismo me sacó  del camino equivocado"

«Hace cuatro años que hago atletismo, aunque nunca me gustó el lanzamiento de jabalina, yo quería hacer martillo siguiendo los pasos de uno de mis espejos, Stefanía Zoryez» comentó María Mello, quien agregó: «le agarré el gustito con el correr de los años».

Mello, de 16 años de edad, desde que entrena esta disciplina ya bajó en ocho oportunidades el record nacional, la última el pasado miércoles en el Grand Prix Sudamericano de Argentina donde marcó 44,36 metros, que la clasificó al Mundial de Menores, Panamericano Juvenil y Sudamericano Juvenil y además sirvió para que la Confederación Atlética la confirmara en el Sudamericano de mayores. «Tenía planeado asegurar la marca para el Mundial y por suerte salió todo bien. Afuera del país me motiva más competir y aprender de las mayores para seguir creciendo».

Pero Mello, que también es campeona sudamericana de menores, tiene una historia de vida que realza aún más su logró porque vive en un complejo habitacional en Fray Bentos junto a sus seis hermanos en un entorno muy complicado: «mi situación de vida es muy difícil, el atletismo me ayudo a liberarme en gran parte del entorno que vivo y varias cosas complicadas que había a mi alrededor.

Donde vivo se ven cosas feas todos los días y hay veces que tengo que ser fuerte para seguir en la diaria y comer seguido». Pero la lanzadora de jabalina lejos de achicarse le pone el «pecho a las balas» y lucha por salir adelante: «así como otros eligen cosas equivocadas yo elijo el deporte. Lo que más quiero es ayudar a mis amigos a sacarlos de los flagelos como las drogas a través del mismo y que vean que hay muchas cosas más allá de lo que vivimos diariamente».

 

Estudiar

María Mello hizo la primaria en forma completa y después de varios intentos fallidos decidió abandonar secundaria ya que la situación llevaba a otros caminos: «el cambio de gente que me brindó el atletismo me ha hecho crecer y quiero estudiar con todo para terminar el liceo. Nunca se me habia puesto en la cabeza y ahora hasta terminarlo no pienso parar». Para eso estudia en el liceo nocturno de aquella ciudad y se esfuerza diariamente para cumplir con las exigencias en forma correcta y según aseguró: «me va bien». Tampoco le era fácil conseguir los medios para poder costear la alimentación diaria y para ello de un tiempo a esta parte la Intendencia de Río Negro colabora con ella con una suma de $4000 por mes: «soy una persona fuera de lo material, pero le debo muchísimo a mi entrenador y a todos los que me ayudan para que mi vida sea más sencilla. No tengo palabras para agradecerles a todo»

 

Metas

Además de terminar el liceo, «Mimí», apodo por el cual la conocen, tiene objetivos deportivos que quiere realizar: «Entreno para mejorar, avanzar y mejorar y me propongo las cosas en forma personal como llegar al Mundial (de Menores) y lo hice. Eso me hace feliz porque lo logré con mi esfuerzo y lo puedo contar algún día».

Además sentenció que su apuesta es: «llegar a unos Juegos Olímpicos con nivel para pelear por algo importante, ese es mi sueño. Me costará 20 años o más pero lo voy a lograr».

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