Otra gran fiesta tuerca en Piriápolis

La disputa de esta edición del Gran Premio de Piriápolis tuvo un desarrollo sumamente entretenido en todos los aspectos, en virtud de la muy buena propuesta deportiva realizada, la cual contó con la presencia de todas las categorías que participan en el Campeonato Nacional de Pista, incluyéndose una dobla etapa válida por el certamen de Superturismo, la cual tuvo como ganadores en la carera del sábado a Federico Mattos y a Diego Martínez en la del domingo. Por su parte en Turismo Libre el triunfo le correspondió a Diego Pessina, mientras que Juan J. Botta ganó en Fórmula 2000 y José Bonín se impuso en la Fórmula Vee, consagrándose de esta manera como Campeón en forma anticipada. En los Superescarabajos la victoria quedó en poder de Pascual Picerno.

Un muy buen número de aficionados se dio cita en el hermoso circuito callejero, acompañando de esta manera el esfuerzo organizativo de la gente de Piriápolis que esta temporada se encargó de la organización de este gran premio, que, reiteramos, tuvo un saldo altamente favorable.

Primera victoria de Federico Mattos

Y se veía venir. No fue casualidad ni llamó mayormente la atención el primer triunfo de este joven piloto, quien a lo largo de la temporada había concretado muy buenas actuaciones, obteniendo récords de vuelta en carrera y subiendo al podio, pero sin poder llegar hasta el momento al escalón más alto.

El circuito callejero le permitió concretar otra destacada labor, logrando el mejor tiempo en clasificación, partiendo de esa manera desde el lugar de privilegio, algo de suma importancia en este tipo de trazado.

El «Fede» se manejó con solvencia, soportando con categoría los embates de sus rivales y marcando el ritmo de carrera, sin cometer errores, manejándose criteriosamente y dando la sensación en todo momento de estar totalmente capacitado para quedarse con el triunfo en este difícil y exigente circuito.

El banderazo final lo recibió entonces en primer lugar, logrando una muy merecida victoria, que no hace más que confirmar sus muy buenas dotes conductivas, a las que se le suma la gran performance de un exitoso medio mecánico, como lo es el Peugeot 306 que utilizara Enrique Cadenas hasta la temporada anterior.

El segundo lugar fue para el reaparecido Guillermo Laguardia con el Citroën Xsara, marcando de esa manera un muy buen retorno a la categoría, mientras que el tercer escalón del podio fue ocupado por el siempre vigente Domingo de Vitta, quien supo llevar en muy buena forma a su Chevrolet Astra. La cuarta posición le correspondió a Juan P. López (VW Gol), seguido por Alfredo Mariño (Renault Clio) y José L. Peirén (VW Gol).

El «pingüino» Martínez ganó y está a una acelerada de la corona

Para la carrera del domingo la «pole position» quedó en poder de Diego Martínez, quien en la competencia anterior había tenido que soportar noventa kilos de lastre en su Renault Clio, algo muy difícil de poder sobrellevar sin inconvenientes. Con treinta kilos menos de lastre, la performance del auto cambió diametralmente, permitiéndole al líder del certamen quedarse con el mejor tiempo en clasificación.

Largando desde la posición de privilegio, con un medio mecánico sumamente eficaz y con las excelentes dotes conductivas de Diego, poco menos que era carrera cerrada para sus rivales.

Y así fue realmente. Nada pudieron hacer para pugnar por el primer lugar, porque el triunfador dominó prácticamente «a piacere», logrando un triunfo importantísimo que lo coloca en una más que envidiable posición para obtener la corona 2002 de Superturismo.

Lo más entretenido de la carrera «dominguera» fue la lucha (bastante áspera en muchos pasajes) entablada por quienes pugnaban por acercarse a las posiciones de privilegio.

En la curva uno, al final del tamo de la rambla, Laguardia (que venía recuperando posiciones) se lleva por delante a Federico Mattos, quien a su vez golpea a Alfredo Mariño, quedando estos dos últimos con sus autos muy averiados y sin posibilidades de luchar por lugares de avanzada.

Juan Pablo López logró estar en la segunda posición hasta su abandono, pasando dicha posición a manos del sanducero José Peirén, quien concretó otra buena actuación, subiendo al segundo escalón del podio, seguido por el Renault Clio de Ignacio Paullier, el Chevrolet Corsa de Guillermo Arrieta (que tuvo una gran actuación), el Chevrolet Vectra del «Pelado» Enrique Rosso y el Renault Clio de Alfredo Mariño.

Victoria trascendente de Diego Martínez que lo coloca prácticamente a una acelerada de la corona y que vuelve a marcar el neto dominio ejercido por los Renault Clio en la presente temporada. *